El martes, 17 de agosto de 2004, varios medios de comunicación reprodujeron despachos de agencias noticiosas informando que EEUU consideraba que una fuerza multinacional debería prepararse para defender el Canal de Panamá. Según la información, la vía acuática era un «punto sensible para un ataque terrorista por ser un activo estratégico para el comercio mundial». […]
El martes, 17 de agosto de 2004, varios medios de comunicación reprodujeron despachos de agencias noticiosas informando que EEUU consideraba que una fuerza multinacional debería prepararse para defender el Canal de Panamá. Según la información, la vía acuática era un «punto sensible para un ataque terrorista por ser un activo estratégico para el comercio mundial».
Lo que más sorprendió fueron las declaraciones del gobierno panameño que suscribió la propuesta de EEUU. Según una declaración oficial de un alto funcionario del gobierno panameño, recogida por el despacho noticioso y publicado por un medio de comunicación de la capital, el gobierno panameño «no puede defender sólo el Canal, por lo que necesita el concurso de otras naciones».
La irresponsabilidad del gobierno que preside la señora Mireya Moscoso no puede ser mayor. Faltando menos de dos semanas para abandonar el Palacio de las Garzas, acepta la tesis norteamericana sobre la necesidad de militarizar nuevamente el Canal de Panamá y, de paso, regresar al status de país ocupado por las fuerzas armadas de EEUU que caracterizó el siglo XX del país. EEUU desembarcó infantes de marina en Panamá en enero de 2004, mantuvo efectivos militares que en ciertos períodos alcanzaron 100 mil soldados y no los evacuó hasta el 31 de diciembre de 1999.
Para hacer cosas peores, otros seis países de la región latinoamericana suscribieron también la declaración del gobierno norteamericano. EEUU dio a conocer su posición después que se celebraran secretamente en aguas panameñas un conjunto de maniobras aéreas y navales – llamadas Panamax 2004 – en las que participaron unos 3,000 efectivos de las fuerzas aéreas y navales de EEUU, Honduras, Colombia, Chile, República Dominicana, Perú y Argentina». En la información se asegura que Panamá también participó con sus fuerzas aéreas y navales. Sin embargo, Panamá – según la Constitución vigente – no cuenta con fuerzas armadas.
En el caso de Chile, su gobierno o sus fuerzas armadas – que cuentan con un alto grado de autonomía en ese país del cono sur – tienen interés en instalar en las inmediaciones del Canal de Panamá una base militar con el aval y financiamiento de EEUU. Para algunos países de la región, la ocupación militar de Panamá tendría similitudes a la situación que caracteriza actualmente a Haití. EEUU ocupa ese país caribeño desde 2003 cuando desembarcó tropas en esa isla y obligó a su presidente a abandonar el país. Varios países de la región latinoamericana han enviado efectivos de sus fuerzas armadas, respondiendo a una invitación de EEUU, para hacer actos de presencia militares simbólicos.
«Activo estratégico»
La declaración de EEUU se efectuó en una conferencia de prensa que ofreció el comandante de las Fuerzas Navales del Comando Sur de Estados Unidos, vicealmirante Vincent Smith. En sus declaraciones afirmó que el Canal de Panamá es un punto sensible para un ataque terrorista por ser un activo estratégico para el comercio mundial, lo que justificaría una fuerza multinacional para defenderlo. El vice-almirante Smith agregó que «hoy enfrentamos una amenaza global y el Canal de Panamá es un punto sensible de un ataque terrorista por su importancia global para el comercio». Desde 1999, el Comando Sur de EEUU se encuentra estacionado en el área de Miami. El Comando Sur fue creado en 1947 y su sede estuvo en Panamá hasta 1999.
Por su parte, el director del Servicio Marítimo Nacional (SMN) panameño, José Isaza, a nombre de Panamá dijo que Panamá «no puede defender sólo el Canal, por lo que necesita el concurso de otras naciones». El director del SMN fue presentado como capitán de navío.
En la década de 1970, tanto EEUU como Panamá aceptaron que el Canal no puede defenderse por medios militares convencionales. Panamá optó por una política exterior de neutralidad y por mantener relaciones amistosas con todos los países del mundo, especialmente los usuarios de la vía acuática. Panamá aún no ha cambiado oficialmente su posición frente a su neutralidad. Sin embargo, las declaraciones recientes parecen indicar cambios que pueden causar problemas en el futuro.
Según otro despacho recogido por un medio escrito de la capital panameña, Smith hizo sus declaraciones en la base naval Rodman en la entrada del Pacífico del Canal de Panamá. Habría dicho «que un ataque contra la vía interoceánica afectaría las economías de muchos países que usan la vía interoceánica, para el transporte de carga comercial hacia las diferentes rutas en los cinco continentes». Además, agrego que «el Canal de Panamá es importante para el mundo. Durante los ejercicios todos estuvimos de acuerdo en que la vía acuática era la estructura más importante que había que defender y custodiar, pues es un deber moral».
El comandante naval norteamericano no aclaró que entendía por un «deber moral». La base naval que antes se llamaba Rodman se cerró en 2000 después que fuera traspasado a soberanía panameña cuando los efectivos militares norteamericanos desalojaron la Zona del Canal de Panamá el 31 de diciembre de 1999. El nombre del lugar se cambió y se bautizó como Estación Marina «Vasco Núñez de Balboa». Aún cuando la base sólo tiene funciones civiles, EEUU insiste en darle uso militar sobre la base de un acuerdo ejecutivo entre la Embajada de su país en Panamá y el Ministerio de Gobierno y Justicia.
El Frente Panamá Soberano (FPS) rechazó enérgicamente la propuesta de EEUU y la complicidad del gobierno panameño.
Marco A. Gandásegui (hijo), sociólogo panameño, es integrante del Centro de Estudios Latinoamericanos «Justo Arosemena».