El paro convocado para este 13 de abril por el gobierno de la Provincia de Pichincha tuvo una dirección absolutamente imprevista. La aparentemente escasa participación de la ciudadanía durante las movilizaciones de la mañana, dio un giro radical en horas de la tarde y noche en la ciudad de Quito.Miles de personas, convocadas desde los […]
El paro convocado para este 13 de abril por el gobierno de la Provincia de Pichincha tuvo una dirección absolutamente imprevista. La aparentemente escasa participación de la ciudadanía durante las movilizaciones de la mañana, dio un giro radical en horas de la tarde y noche en la ciudad de Quito.
Miles de personas, convocadas desde los micrófonos de RADIO LA LUNA para pronunciarse, a través de un «cacerolazo», se dirigieron en un comienzo hacia la Avenida de Los Shyris para de ahí, en una acción totalmente espontánea, avanzar hacia las instalaciones de la Corte Suprema de Justicia, donde se cantó el himno nacional, se hicieron sonar pitos y ollas, bajo el ondear de cientos de banderas tricolores. Luego de que la marcha fuera reprimida por la gendarmería, centenares de manifestantes se dirigieron hasta la casa particular de Lucio Gutiérrez para copar su calle y darle una «serenata» al grito de «Lucio fuera» y «El pueblo unido jamás será vencido».
Familias enteras, niños, mujeres, ancianos, padres y madres de familia, sin cobijo de ninguna bandera partidaria, con su voz como única arma, bajo la consigna de la salida del gobierno del coronel Gutiérrez, a sus políticas de sumisión al gobierno estadounidense y de burla y mentira permanente al país, fueron reprimidas brutalmente por la policía nacional.
Ante la represión policial los manifestantes optaron por llevar adelante formas pacíficas de protesta, sentándose en las calles y entonando canciones y consignas contra el régimen.
Reportes desde distintos lugares de la ciudad y de los valles aledaños dan cuenta de manifestaciones nocturnas y de iguales episodios represivos. También se informa que durante el día los teléfonos de los distintos medios de comunicación y de comunicadores no oficiales han sido interferidos para impedir el flujo informativo.
En horas de la tarde manifestaciones de jóvenes fueron reprimidas de forma inusualmente violenta en el norte de la ciudad al igual que en horas de la mañana sucedió con las diferentes marchas encabezadas por dirigentes juveniles y sociales. Hay heridos y detenidos.
A estos hechos es necesario añadir la presencia de indígenas en Quito, convocados por la Confederación de Nacionalidades Indígenas -CONAIE- desde el día martes, silenciosamente comenzaron a llegar a la ciudad. El día de hoy su presencia pasó desapercibida en las distintas movilizaciones, sin embargo existe enorme expectativa sobre las acciones que tomarán en las próximas horas, sobre todo con el anunciado cierre progresivo de carreteras.
Llama la atención la cobertura informativa que los grandes canales de televisión, pertenecientes a banqueros, han dado a las acciones ciudadanas en torno a la protesta que se ha desarrollado durante todo el día. El objetivo de minimizar la dimensión de las acciones no tuvo éxito. La labor informativa y democrática de Radio La Luna, permitió auto convocarse a la población, descubrir la mentira mediática y salir a las calles sin liderazgo partidario.
Entre la población quiteña ha ido tomando fuerza la idea de que existe un pacto escondido entre los banqueros, embajada estadounidense, el Comando Sur (cuyo jefe, el general Myer, llegó la víspera a dar un espaldarazo a su «mejor aliado») y sectores poderosos de Guayaquil, para sostener al gobierno gutierrista. El TLC, un acuerdo de «inmunidad» para las tropas gringas, la participación en el Plan Colombia, el zarpazo sobre los fondos del seguro social y los excedentes petroleros, además de la privatización de los recursos naturales, serían los items de la «santa alianza».
La voluntad popular rebasó a la clase política, dio una lección de dignidad y Quito despertó. Cunden las autoconvocatorias para mañana. A la cero horas del día 14 de abril recién comienza el recorrido …
Miles de personas, convocadas desde los micrófonos de RADIO LA LUNA para pronunciarse, a través de un «cacerolazo», se dirigieron en un comienzo hacia la Avenida de Los Shyris para de ahí, en una acción totalmente espontánea, avanzar hacia las instalaciones de la Corte Suprema de Justicia, donde se cantó el himno nacional, se hicieron sonar pitos y ollas, bajo el ondear de cientos de banderas tricolores. Luego de que la marcha fuera reprimida por la gendarmería, centenares de manifestantes se dirigieron hasta la casa particular de Lucio Gutiérrez para copar su calle y darle una «serenata» al grito de «Lucio fuera» y «El pueblo unido jamás será vencido».
Familias enteras, niños, mujeres, ancianos, padres y madres de familia, sin cobijo de ninguna bandera partidaria, con su voz como única arma, bajo la consigna de la salida del gobierno del coronel Gutiérrez, a sus políticas de sumisión al gobierno estadounidense y de burla y mentira permanente al país, fueron reprimidas brutalmente por la policía nacional.
Ante la represión policial los manifestantes optaron por llevar adelante formas pacíficas de protesta, sentándose en las calles y entonando canciones y consignas contra el régimen.
Reportes desde distintos lugares de la ciudad y de los valles aledaños dan cuenta de manifestaciones nocturnas y de iguales episodios represivos. También se informa que durante el día los teléfonos de los distintos medios de comunicación y de comunicadores no oficiales han sido interferidos para impedir el flujo informativo.
En horas de la tarde manifestaciones de jóvenes fueron reprimidas de forma inusualmente violenta en el norte de la ciudad al igual que en horas de la mañana sucedió con las diferentes marchas encabezadas por dirigentes juveniles y sociales. Hay heridos y detenidos.
A estos hechos es necesario añadir la presencia de indígenas en Quito, convocados por la Confederación de Nacionalidades Indígenas -CONAIE- desde el día martes, silenciosamente comenzaron a llegar a la ciudad. El día de hoy su presencia pasó desapercibida en las distintas movilizaciones, sin embargo existe enorme expectativa sobre las acciones que tomarán en las próximas horas, sobre todo con el anunciado cierre progresivo de carreteras.
Llama la atención la cobertura informativa que los grandes canales de televisión, pertenecientes a banqueros, han dado a las acciones ciudadanas en torno a la protesta que se ha desarrollado durante todo el día. El objetivo de minimizar la dimensión de las acciones no tuvo éxito. La labor informativa y democrática de Radio La Luna, permitió auto convocarse a la población, descubrir la mentira mediática y salir a las calles sin liderazgo partidario.
Entre la población quiteña ha ido tomando fuerza la idea de que existe un pacto escondido entre los banqueros, embajada estadounidense, el Comando Sur (cuyo jefe, el general Myer, llegó la víspera a dar un espaldarazo a su «mejor aliado») y sectores poderosos de Guayaquil, para sostener al gobierno gutierrista. El TLC, un acuerdo de «inmunidad» para las tropas gringas, la participación en el Plan Colombia, el zarpazo sobre los fondos del seguro social y los excedentes petroleros, además de la privatización de los recursos naturales, serían los items de la «santa alianza».
La voluntad popular rebasó a la clase política, dio una lección de dignidad y Quito despertó. Cunden las autoconvocatorias para mañana. A la cero horas del día 14 de abril recién comienza el recorrido …