La Habana.- En el marco del IV Encuentro Hemisférico de Lucha contra el ALCA, en La Habana, se realizó entre los días 28 y 29 de abril la reunión de la Campaña Continental contra dicho instrumento, el cual, como se recordará, no pudo entrar en vigencia el pasado 1ero. de enero debido a la lucha […]
La Habana.- En el marco del IV Encuentro Hemisférico de Lucha contra el ALCA, en La Habana, se realizó entre los días 28 y 29 de abril la reunión de la Campaña Continental contra dicho instrumento, el cual, como se recordará, no pudo entrar en vigencia el pasado 1ero. de enero debido a la lucha desplegada a lo largo y ancho del continente por los movimientos sociales, redes y organismos no gubernamentales que propugnan por un comercio justo, respetuoso de las necesidades de desarrollo de nuestros pueblos y por una integración latinoamericana que tenga como fundamento no el afán de lucro sino, ante todo, la construcción de un mundo con justicia y prosperidad con sustentabilidad.
Con motivo, pues, de este importante éxito en la lucha contra el ALCA, la Campaña se propuso una discusión para definir sus ejes estratégicos para el año 2005 y 2006, hasta el VI FSM de Caracas, Venezuela. En este sentido, se acordó una discusión cuyos ejes centrales fueron: a) Estrategia para enfrentar la lucha contra la Ministerial de la OMC en Hong Kong; b) Estrategia para enfrentar el avance de los TLC´s subregionales (Centroamérica y Andino) y c) Otras cuestiones importantes como el seguimiento al ALCA y perfeccionamiento de los mecanismos de coordinación.
En lo relativo a la OMC, se planteó la necesidad de que en cada uno de nuestros países puedan llevarse a cabo acciones en el marco de la reunión Ministerial de Hong Kong, que si bien es cierto nos saca de nuestro contexto geográfico, es de gran relevancia no dejar pasar dicha reunión sin manifestaciones públicas tendientes a descarrilar, aún más, las negociaciones multilaterales que se llevan en dicho organismo, bajo la más clara ortodoxia neoliberal.
Sobre los TLC´s regionales, se acordó profundizar el apoyo a la resistencia que se lleva adelante tanto en Centroamérica como en la región andina, ya que se sigue entendiendo que evitar la ratificación de estos tratados es una necesidad estratégica de la Campaña. En el caso de Centroamérica, el TLC ya fue ratificado por los Congresos de El Salvador, Honduras y Guatemala, en medio de fuertes protestas sociales, faltando por ratificarse en Costa Rica, Nicaragua, República Dominicana y Estados Unidos. Por lo tanto, urge profundizar las acciones de movilización, cabildeo contra el TLC y campañas informativas sobre los negativos impactos del «libre» comercio. Sobre el caso de República Dominicana, se plantea el problema de la ausencia de vínculos con las organizaciones que están llevando adelante la lucha, para lo cual es recomendado que a través del Grito de los Excluidos se pueda realizar un intercambio con estas organizaciones y desarrollar de forma conjunta la lucha contra el llamado «RD- CAFTA».
Igualmente, en el caso del TLC andino, las negociaciones avanzan y avanza también la resistencia, por lo cual deberá profundizarse el trabajo de lucha y evitar que el tratado se ratifique en los Congresos. Si esto ocurre, procesos de integración comercial como el MERCOSUR quedarían cercados por los intereses de los Estados Unidos y sus corporaciones multinacionales, generando mayor vulnerabilidad para todo el cono sur.
Otros temas de gran relevancia discutidos en la reunión, fueron los preparativos hacia la Cumbre de los Pueblos a realizarse en Argentina, en noviembre de 2005; el perfeccionamiento del documento «Alternativas para las Américas» y su relación con la propuesta ALBA lanzada por el Gobierno de Hugo Chávez, la necesidad de continuar dándole seguimiento al ALCA por cuanto no puede descartarse que Estados Unidos intente revivirlo en cualquier momento, entre otros aspectos.
Lanzamiento del ALBA y los acuerdos Cuba-Venezuela
En estos días, también en el contexto del IV Encuentro, se ha realizado en La Habana el lanzamiento público de los primeros acuerdos encaminados a materializar la Alternativa Bolivariana de las Américas, ALBA (iniciativa del gobierno de Hugo Chávez), signado por un conjunto de más de 40 acuerdos bilaterales de cooperación e intercambio comercial, basado en los principios de solidaridad, integración para el desarrollo y sustentabilidad. Los acuerdos comprenden desde desgravaciones arancelarias y preferencias comerciales, hasta el establecimiento en Cuba de una oficina de Petróleos de Venezuela (PDVSA), así como la continuidad del aporte cubano en las misiones que se desarrollan actualmente en Venezuela. Cabe también señalar que la delegación venezolana, además de los activistas y luchadores sociales, incluyó una numerosa delegación empresarial, lo que también plantea que el ALCA u otras formas del «libre» comercio, tal como están concebidos, perjudicarán también al empresariado y burguesías nacionales, que ven la necesidad de consolidar su acceso a otros mercados para no sucumbir frente a la maquinaria productiva y de comercialización norteamericana. Este aspecto es importante de destacar porque debemos evaluar el rol que cumplirá el empresariado venezolano en el proceso de implementación del ALBA.
Este acuerdo (o conjunto de acuerdos) reviste una trascendencia histórica, por varias razones: es un acuerdo de integración comercial y de cooperación de grandes magnitudes e impacto económico (el valor inicial de las transacciones supera los 400 millones de dólares), es una iniciativa que tiende con claridad a superar la «economía de bloqueo» que padece Cuba desde hace 46 años, se realiza al margen de Washington pero, fundamentalmente, es la primera vez que un acuerdo comercial y de cooperación se celebra expresamente concebido como una iniciativa contra los términos del ALCA, cuya integración comercial supedita absolutamente a nuestros países a los intereses norteamericanos y de las grandes corporaciones. Por lo tanto, para todos y todas es de una extremada importancia darle seguimiento a los avances en la implementación bilaterial del ALBA entre Cuba y Venezuela, para desprender de allí experiencias que contribuyan a vislumbrar y poner en ejecución otras formas de intercambio y desarrollo económico y social para nuestros pueblos.