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Foro Social Mediterráneo

El difícil primer paso

Fuentes: Corriente(a)lterna

El primer Foro social mediterráneo acaba de celebrarse en Barcelona, del 16 al 19 de junio. ¿Éxito o fracaso? La cuestión merece ser planteada. Por el lado de la botella mitad vacía: no fue una gran movilización. Entre 4000 y 5000 participantes, cuando lo esperado era el doble. Éste era el objetivo anunciado, cuando menos […]

El primer Foro social mediterráneo acaba de celebrarse en Barcelona, del 16 al 19 de junio. ¿Éxito o fracaso? La cuestión merece ser planteada.

Por el lado de la botella mitad vacía: no fue una gran movilización. Entre 4000 y 5000 participantes, cuando lo esperado era el doble. Éste era el objetivo anunciado, cuando menos si nos referimos a las capacidades de acogida de los inmensos locales de la Feria de Barcelona, en la plaza de España, cerca de Montjuic. Lado botella mitad llena: después de una preparación que no transcurrió sin dificultades, el FSMed pudo celebrarse a pesar de todo, y ya es bastante, ya que muchas veces, estuvo al borde de la muerte clínica.

Los obstáculos eran numerosos. Primero, no era evidente poder hacer converger a los diferentes actores de los movimientos sociales del contorno del litoral mediterráneo, que une tres continentes y tantas diversidades culturales. Más aún cuando muchos de los Estados de la región en el Sur y en el oeste son unas dictaduras que no hacen la menor concesión, si no es de fachada, a los demócratas de su país. Luego, la parsimonia de las liberaciones de visados impidió a un buen número de personas ir al FSMed. Por fin, las cuestiones materiales: el coste de los transportes y de los hospedajes, que los invitados no podían asegurar en su totalidad.

A pesar de todo, las delegaciones del Magreb, pero también de Palestina, de Egipto, de Jordania y de Siria fueron por lo menos significativas. Y, en el caso de Palestina, como en el de los países del Magreb, las delegaciones de asociaciones de mujeres ocuparon allí una plaza importante. De hecho, la principal ausencia -paradójicamente- era la de los catalanes. Visiblemente, el colectivo de organización de Barcelona no logró casi ninguna popularización real en la ciudad, ni en el movimiento social local y nacional.

El foro ha sido ampliamente suplantado en los medios de comunicación por el Sonar, el festival de música electrónica, y por la manifestación de Madrid contra los matrimonios entre homosexuales, que reunió cerca de 500 000 personas. Por el lado francés, las únicas participaciones significativas venían de Perpiñán y de Tolosa, pero sobre todo de Marsella, ciudad en la cual tuvo lugar la penúltima reunión preparatoria. Esto significa cerca de un centenar de delegados de esta región que, alrededor de Attac, participaron en la iniciativa, en su diversidad asociativa y sindical.

Ciertas temáticas han sido tratadas en talleres específicos, pero tuvieron también una dimensión transversal: la soberanía alimentaria, los flujos migratorios, la Constitución europea, la política imperialista de Europa frente al Sur mediterráneo, y sobre todo la situación de las mujeres. Sin embargo, es difícil de apreciar las repercusiones que este foro tendrá sobre las luchas. La única certeza concierne a la lucha de las mujeres: por la calidad de los talleres, por las delegaciones significativas de todos los países, y por la importante participación en la asamblea de mujeres.

Por fin, señalemos la organización de un foro por el periódico Revolta Global, Rouge, Erre (Italia), Spartakus (Grecia), Al-Mounadhil (Marruecos) y Alternativa Socialista (Marruecos), que reagrupó más de cien personas: un éxito.