Traducido del inglés para Rebelión y Tlaxcala por Ulises Juárez Polanco
Con sólo un día antes de iniciar el primer Foro Social Mundial (FSM) de África, preparándose en Malí, los sentimientos hacia la reunión parecen algo contradictorios en este país del oeste de África.
«Este foro no llevará a nada; sólo escucharemos los mismos discursos», dice Aliou Traoré, un profesor de la capital Bamako, donde será la reunión.
«Antes, eran los políticos quienes nos aburrían con sus palabras. Ahora lo hacen aquellos que critican la globalización».
Sin embargo, Barry Aminata Touré, presidenta de la Debt and Development Coalition, discrepa.
«Es el resultado de… aquellos que son escépticos de la globalización y a quienes los grandes grupos de poder occidentales les han cambiado sus posiciones en el tema de las deudas de los países del sur, así como en el tema del algodón», dice ella.
Esto es en referencia a los subsidios que desequilibran los precios, recibidos por los productores en las naciones ricas, especialmente en Estados Unidos, y que han paralizado a los granjeros en África del oeste. La palabra «Sur» se refiere a los países en desarrollo, incluyendo aquellos fuera del hemisferio del sur.
Gracias a lo logrado por los escépticos de la globalización, añade Touré, reuniones como la que hay en Bamako tienen un propósito.
El FSM es un evento anual que inició en 2001 como una alternativa al Foro Económico Mundial sostenido en la localidad suiza de Davos. Mientras al Foro Económico asisten los miembros de la elite política y económica que son vistos como seguidores de la globalización, el FSM atrae principalmente a grupos de la sociedad civil que la oponen vigorosamente. Un amplio abanico de temas es debatido en este foro, desde la degradación ambiental a la situación apremiante de los indígenas.
El FSM se lleva a cabo por primera vez lejos de la ciudad brasileña de Puerto Alegre en el 2004, cuando se organizó en la ciudad costera india de Mumbai.
El foro de Bamako (enero 19 al 23) es el primero organizado en África. Dos FSM adicionales también tendrán lugar después en este año, en la capital venezolana, Caracas, y en el centro financiero pakistaní de Karachi.
Si Aly Coulibaly, un pequeño granjero de algodón, tiene algo que decir sobre el asunto, los subsidios del algodón continuarán teniendo un rol prominente durante el FSM de Bamako. Él y muchos otros son parte de un grupo de campesinos que viajaron del centro de Malí para participar en el foro.
«Hemos venido a defender nuestro algodón y luchar contra los subsidios», expresó. «El algodón es muy importante para nosotros, y vamos a defenderlos – incluso si nos cuesta la vida».
Pero dar sólo discursos ya no es suficiente, agregó Coulibaly.
«Hemos venido a marchar, para mostrarles a los grupos poderosos del mundo, especialmente los norteamericanos, que sus decisiones están poniendo en peligro las vidas de millones».
Para Aminata Dramane Traoré, una escritora y antigua ministra de gabinete, el éxito del FSM de Malí gira en que lograr impulsar a los africanos a actuar sobre los efectos negativos de la globalización.
«El foro de Bamako debe guiarnos a la conciencia de que África es el eje de los temas en debate. África debe apoderarse de la lucha (contra la globalización salvaje)».
Las organizaciones de juventud tienen la esperanza que el FSM lleve a una mayor participación de los jóvenes en los eventos globales, particularmente aquellos que moldean el futuro de la juventud. En la actualidad, dice Souley Ibrahim, vocero para la juventud en el FSM, los jóvenes de Malí y de cualquier lugar de África no son representados en las estructuras de toma de decisiones, inclusive los creados para los FSM.
«Esta es la razón por la que estamos organizando un campamento de la juventud alrededor del foro», dijo a IPS.
El nombre del campamento honra al antiguo líder de Burkina Faso, Thomas Sankaram, quien asumió la presidencia a través de un golpe militar en 1983, pero que también introdujo varias políticas progresistas antes de ser asesinado en 1987. Estas incluyeron esfuerzos para luchar contra la corrupción, contener el poder de los líderes tribales y empoderar a las mujeres.
De acuerdo a Ibrahim, los jóvenes ahí presentes no tendrán que hacer las actividades tradicionales de campamento, tales como la reforestación y las limpiezas ambientales.
«El campamento es innovador, ya que dedica una cantidad considerable de tiempo para debatir bajos los auspicios de un ‘Foro para la Juventud Mundial’, que pretende dar a los jóvenes una oportunidad para expresarse», menciona. «El ‘Foro para la Juventud Mundial’ abordaría todos los problemas que aquejan a la juventud, y aquellos que están luchando (al orden mundial)».
Las mujeres malí también esperan tener una participación activa en el FSM de Bamako.
«Aunque representamos más del 52% de la población en Malí, somos marginadas, no-representadas y excluidas. Sin embargo, todas las decisiones que los hombres toman sobra la familia y los temas sociales e incluso políticos, nos interesan y nos afectan», dice Traoré Oumou Touré, secretaria ejecutiva del comité coordinador de las asociaciones y organizaciones no gubernamentales (ONG) de las mujeres en Malí.
Touré afirma que este comité, que agrupa alrededor de 500 asociaciones y ONGs, comprendió inmediatamente lo que se requería para dejar una huella en el FSM.
«Hemos solicitado a quienes nos apoyan que se registren para las actividades en todos los temas. El reto, para nosotras, es tener una mayor participación femenina en esta lucha, y sobretodo demostrar que las mujeres deben ser actores en los asuntos mundiales, en vez de únicamente someterse».
Hay que hablar a la gente de negocios de Malí, a los vendedores de souvenirs y a los dueños de los hoteles, para encontrar que la preocupación es menor sobre si el FSM cambiará la ruta de la política mundial, y más sobre si se lograrán ganancias inesperadas para la nación.
«Espero que veamos muchos negocios como resultado de este foro», dijo para IPS, Hamidou Konaté, un vendedor de antigüedades en el mercado de artesanías de Bamako.
Algunos ya han logrado cosechar beneficios del FSM.
«He ganado 10,000 francos CFA (alrededor de 20 dólares norteamericanos) al día desde ayer, contrario a los 1,000 ó 2,000 francos CFA (dos a cuatro dólares) regulares», dijo el martes, Mariam Doumbia. Ella vende donas enfrente del estadio deportivo Modibo Keita en Bamako, donde el campamento de la juventud se ha asentado.
Además de los centenares de activistas, cantidad de celebridades y políticos conocidos también son esperados que lleguen al FSM de Bamako. Entre ellos, el líder por los derechos civiles Jesse Jackson y el actor Danny Glover, ambos de Estados Unidos, y Danielle Mitterrand, esposa del fallecido presidente francés François Mitterrand.
«En lo que respecta a la organización (de la reunión), estamos listos», Mamadou Goita indicó a IPS. Él es uno de los tres co-coordinadores del comité organizador nacional del FSM.
Con el segundo FSM africano ya programado para realizarse en la capital de Kenya, Nairobi, en 2007, la esperanza es que los eventos en Bamako prueben que Goita tiene la razón.
Ulises Juárez Polanco (www.juarezpolanco.com) es miembro de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística ([email protected]). Esta traducción es copyleft.