En estas elecciones presidenciales ¿qué ofrecen ustedes, que los otros candidatos no ofrezcan? Desarrollar al país, a partir de las propias capacidades que, en recursos naturales y humanos tiene Nicaragua. Para eso, debemos contar con una política masiva de crédito, acompañada de una política, también masiva, de salud y educación, tal y como logramos desarrollarla […]
En estas elecciones presidenciales ¿qué ofrecen ustedes, que los otros candidatos no ofrezcan?
Desarrollar al país, a partir de las propias capacidades que, en recursos naturales y humanos tiene Nicaragua. Para eso, debemos contar con
una política masiva de crédito, acompañada de una política, también masiva, de salud y educación, tal y como logramos desarrollarla en los años 80.
En la década de los 80, nosotros tuvimos una gran experiencia en lo que fue la política de crédito, de salud y de educación; por lo tanto, estamos hablando de un gobierno que, en tiempos de paz, podría hacer mucho más de lo que hicimos en los 80.
Otro elemento importante, que no he escuchado de parte de ningún otro candidato, es la cons-trucción del Canal Interoceánico por Nicaragua. Ese canal que están demandando, desde Asia, Amé-rica Latina, y los mismos Estados Unidos, ya que es una necesidad para el comercio mundial.
¿Qué planea usted para el pueblo Nicaragua, cómo va a dar más empleo, más educación? ¿Cuál es su plan económico para ayudar a la gente?
Para que el país pueda desarrollarse en términos económicos, hay que inyectarle crédito al pequeño y mediano productor del campo, a las coopera-tivas, a la pequeña y mediana industria de las ciudades; un crédito masivo que permita generar empleo, producción, para que, en primer lugar, se alimente el pueblo y nadie pase hambre en este país y, para poder también, exportar.
Esto, iría acompañado de proyectos que tendrían que ver con demandas energéticas que tiene Nica-ragua y donde el Canal, se convierte en un ele-mento fundamental. El turismo, todos hablamos de
turismo, sería una fuente de recursos, para in-vertir en el campo social.
No sé si usted sabe, pero la Secretaria de Es-tado, Condolezza Rice, dijo que estas eran unas elecciones muy importantes para Estados Unidos, que, Centroamérica, Suramérica, toda Latinoaméri-ca era importante. Lo que hace usted es importan-te, si va al campo socialista o al capitalista. ¿Qué quiere hacer, de dónde va a venir todo ese crédito? ¿Sería de Cuba, Venezuela, de Estados Unidos, China? ¿De dónde?
En primer lugar, de las propias posibilidades que tenemos los nicaragüenses, porque este es un país que tiene mucha riqueza, muchos recursos. Luego, tiene que venir de lo que serían co-inversiones con Gobiernos y empresas latinoamericanas,
norteamericanas, europeas, asiáticas; estamos abiertos a todo el comercio internacional.
Todo país está abierto, lo importante es que la relación sea justa, equitativa ¡eso es lo impor-tante! Y es por lo que luchamos los latino-americanos, queremos un tratamiento justo, que se nos respete. Eso es lo que queremos los lati-noamericanos.
¿Por ejemplo, si una compañía grande de Estados Unidos, quiere venir acá, no serían dueños sola-mente ellos, sería como el modelo de Cuba, donde ustedes toman el 30, 40% del control; o sería solamente de ellos? ¿Cómo sería?
Depende del tipo de inversión, pero lo importante es que siempre haya inversionistas nacionales con
inversionistas extranjeros, y que también el Es-tado tenga participación. Estaríamos hablando de tres participantes, el inversionista nacional, el Estado, y la inversión extranjera, con lo que se evitaría que se ejerza un monopolio, y que se abuse de las condiciones que dan estos países a la inversión.
Cuando hablamos con el candidato Eduardo Mon-tealegre, dijo que quiere tener inversiones acá, más trabajo, casi lo mismo que usted ¿cuál sería la diferencia entre el plan económico suyo y el de él?
La diferencia es que él ha estado con tres Go-biernos y ha tenido cargos muy importantes. En el último Gobierno fue Ministro de Hacienda, en el
anterior, fue Canciller de la República ¡y, esos Gobierno no hicieron nada!
El ha sido parte de Gobiernos que, en tiempos de paz, no han cumplido con lo que han prometido; nosotros, en tiempos difíciles, en medio del blo-queo ¡sí cumplimos! con lo que estoy señalando. Cumplimos con el crédito para los productores, cumplimos con la salud, cumplimos con la educación.
¿Cuál es la frustración más grande que tiene el pueblo de Nicaragua?
La frustración más grande es sentirse engañado en estos últimos 16 años, cuando, se suponía, que llegó la paz a Nicaragua, terminó la guerra, aho-ra viene una nueva etapa, donde el país va a
salir de la pobreza y, sencillamente… ¡ha sido la gran mentira!
La gran mentira porque, en 16 años, tres Go-biernos gobernando en paz y el país, con el 80% de la población ¡hundiéndose en la pobreza! Cla-ro, que unos pocos progresan y concentran mucha riqueza, pero, la gran mayoría de la población está cada día más pobre, en el desempleo, le fal-ta educación, la salud, no tienen para comprar los medicamentos, hay más analfabetismo.
Es decir, un país que, en 16 años, lo que ha he-cho es crecer en analfabetismo hasta alcanzar el 35%; crecer en la pobreza llegando al 80%. Somos el segundo país de América Latina, en la pobreza y extrema pobreza, disputándole el lugar a Haití ¿Dónde está, entonces, el progreso? ¿De qué les
ha servido a estos gobiernos, decir que son demócratas, que son amigos de Estados Unidos?
¿De qué les ha servido todo esto? Por eso es que el pueblo se siente frustrado, engañado; por eso es que el pueblo, va a votar ahora, por el Frente.
¿Usted cree que va a ganar?
¡Claro que sí! Porque el pueblo sabe que el Fren-te ¡sí cumplió! Nosotros no estamos prometiendo algo que no hayamos cumplido, sino que estamos hablando de algo que ¡ya cumplimos!
En cambio, el pueblo sabe que éstos, han tenido tres gobiernos en paz ¡y no han cumplido! No-sotros, con un gobierno en una situación de
guerra, de bloqueo ¡les cumplimos! Esa es la gran diferencia.
Tengo una pregunta, usted ayer habló de esas elecciones y decía que Estados Unidos respete en Nicaragua las elecciones que se realicen y que no se meta; pero, hay gente que cree que Hugo Chávez le ha regalado un helicóptero, y junto a Castro, están tratando de influir en las elecciones acá, porque, con ese helicóptero, usted puede recorrer el país y eso es una influencia que molesta…
Primero, ¡eso es una mentira! Chávez no me ha re-galado nada, no me ha regalado ningún heli-cóptero. Simplemente, ese es un helicóptero que se alquila a una empresa de Guatemala.
Es decir, el Frente paga por alquilar ese he-licóptero; el cual ya regresó a Guatemala. No es un helicóptero mío, ni del Frente Sandinista, ni de ninguna empresa nicaragüense. Todo eso son mentiras.
La verdad es que Estados Unidos tiene que res-petar a los pueblos del mundo; tiene que respetar a América Latina. ¿Qué hace Estados Unidos en Irak? ¿Qué tiene que ir a hacer allá? El mismo pueblo norteamericano dice que hoy, la situación en Irak es peor, que cuando estaba de Presidente, Saddam Hussein, es peor, ¡ahí no hay tranqui-lidad! Muere la gente todos los días y hay una tropa norteamericana que quiere salir de Irak.
Estados Unidos está gastando miles de millones de dólares en Irak, cuando debería salir de ahí y
utilizar ese dinero, esos recursos para resolver sus propios problemas, porque ¡hay pobreza también, en Estados Unidos! Para resolver el problema de toda la gente, a la que no se le está pagando el seguro y que fueron afectados por los huracanes, por el Katrine en New Orleans y otras ciudades.
Lo que debería hacer el gobierno norteamericano, es respetar a la humanidad, respetar a los pue-blos latinoamericanos, respetar la decisión de los pueblos latinoamericanos de buscar relaciones justas con Estados Unidos y con todas las na-ciones del mundo y, no tratar de imponer sus po-líticas ¡que ha sido el gran error de Estados Unidos!
Pero usted sabe muy bien que, ideológicamente está, en contra; tienen socialismo acá, Cuba y Venezuela, y Estados Unidos es capitalista.
Lo malo no es que sean capitalistas, sino que son ¡imperialistas! Eso es lo malo. Los Gobiernos de Estados Unidos, no el pueblo norteamericano, sino que los gobiernos, han cometido grandes crímenes en contra de la humanidad.
Es la única nación, en la historia de la hu-manidad, que ha lanzado bombas atómicas ¿qué otro país lo ha hecho? Hitler quiso hacerlo, pero no pudo; Estados Unidos sí las lanzó, en Hiroshima y Nagasaki.
El problema de Estados Unidos, es que tienen una política, que no respeta el derecho de la
humanidad a vivir en justicia, en paz; no res-petan a Dios, si respetaran a Dios, contribuirían a la paz; los gobernantes norteamericanos serían un factor de paz, de estabilidad y, no un factor de guerra.
Su historia con los Estados Unidos y lo que me ha dicho ahora, ¿Qué relación va a tener usted, si es Presidente, con Estados Unidos?
Estados Unidos es una realidad y América Latina es una realidad; no queda más que buscar el res-peto mutuo. Eso es lo importante, que haya res-peto. Simplemente ¡que nos respeten!
Ahora que fui a Argentina, pasé por Chile, y ob-servé que es más notorio, que en América Latina, están diciendo que el capitalismo no funcionó
acá, el «open marketing», el mercado abierto no sirvió acá ¿qué alternativa tienen en América La-tina para hacer una comunidad como Europa y que haría Estados Unidos con ello?
Para los latinoamericanos es muy importante la comunidad, la unidad latinoamericana, que le per-mita a América Latina hacer una política con más fortaleza de cara a la misma Comunidad Europea, a Estados Unidos y a los países asiáticos.
Que América Latina pueda trabajar, en función de los intereses de sus pueblos, dentro del marco de la economía global, buscando, lógicamente, cómo el marco de la economía global sea, verdade-ramente, respetuoso de los derechos humanos de los pueblos, del medio ambiente, del entorno ecológico.
El problema es que la economía global, atenta contra los derechos más elementales de los pue-blos; le importa poco que la gente gane salarios miserables, y van, donde la población gana los salarios más miserables, a instalar sus empresas.
No les importa envenenar los ríos, envenenar el medio ambiente; lo único que les importa es ¡ga-nar dinero rápidamente! No tienen sentido de preservar las condiciones mínimas para los seres humanos, para el medio ambiente, para este planeta.
¿Usted cree que están explotando a América La-tina, o lo han hecho en el pasado?
Es un problema que vive la humanidad.
¿Pero explotaron a Nicaragua?
¡Claro! Nicaragua ha sido sometida al saqueo, ¡desde que llegaron los españoles! lo mismo que América Latina. Luego, los británicos, los espa-ñoles, después los Estados Unidos.
En 1854, cuando estaba la fiebre del oro en Es-tados Unidos, aquí se produjo una invasión de norteamericanos. En esa época, era muy arriesgado el viaje de la Costa Este a la Costa Oeste, o viceversa, cruzar todo el territorio norteame-ricano y, entonces, empresas navieras norteameri-canas crearon dos rutas por Centroamérica, una por Nicaragua y la otra por Panamá.
Claro que la más atractiva, era la de Nicaragua, porque era más cerca, cruzando el lago y el Río
San Juan. Se instaló acá una empresa que se conoció como la Compañía del Tránsito, que trajo, de acuerdo con un Gobierno liberal en Nicaragua, a una tropa de Estados Unidos.
Una tropa de soldados y un ideólogo de los sure-ños, que habían sido derrotados; gente del Sur que había sido derrotada, y añoraba volver a to-mar su situación anterior. Aquí vino William Wal-ker, un periodista, al frente de la tropa y se autonombró Presidente de Nicaragua.
Estalló una Guerra Nacional y, fue el primer cho-que de Nicaragua y Estados Unidos. La guerra se definió en 1856; después, Estados Unidos decidió que Nicaragua, no tenía derecho a decidir sobre su territorio, sin tomar en cuenta la opinión, la voluntad de Estados Unidos y le impusieron a
Nicaragua un tratado conocido como el Tratado Bryan-Chamorro.
En ese tratado, si Nicaragua quería hacer un ca-nal con Europa o con otro país, Estados Unidos ¡no lo permitía! y se establecía que Estados Uni-dos tenía que autorizarlo, o sea… ¡se arrogaba el derecho sobre territorio nicaragüense! ¡Nica-ragua ha sido atropellada a lo largo de su his-toria!
Luego, en 1912, vinieron tropas norteamericanas que se mantuvieron ocupando el país hasta 1932, después impusieron a Somoza, durante 45 años. Realmente, la relación de Estados Unidos con Ni-caragua, ha sido dañina, no han traído nada bueno a nuestro país.
El pueblo, no tiene ningún buen recuerdo de Es-tados Unidos, porque ha padecido, solamente, una política negativa, por parte de los gobiernos norteamericanos. El pueblo tiene un buen cri-terio, de ciudadanos norteamericanos que vienen aquí, que han venido a residir, pero no de la política del gobierno norteamericano.
Aquí, la gente ha sufrido mucho; no le ha servido de nada ese tipo de relaciones de Estados Unidos con Nicaragua.
Hay empresarios, hombres de negocios que dicen, que si usted llega a ser Presidente, todo el ca-pital que está ahora en Nicaragua ¡se va!
Eso no es cierto; eso lo dicen los que no tienen invertido nada; los que tienen invertido en
Nicaragua ¿cómo se lo van a llevar? ¿Cómo van a perder lo que han invertido? Esos se van a que-dar. Sencillamente, eso es un elemento de pro-paganda electoral.
Cuanto más tiene invertido aquí, un inversionista nacional o extranjero ¿por qué se va a ir? ¡Tiene que cuidar su inversión!
Pero, si tiene miedo que usted vaya a nacio-nalizar…
Es que, de todas maneras, no le queda más que quedarse y esperar a ver qué va a pasar ¿Qué gana con irse? Perder todo lo que invirtió. Lo que tiene que hacer es quedarse y confiar en que ¡no se le va a afectar! Nosotros ¡no estamos afec-tando a nadie!
¿Pero no va a nacionalizar empresas?
No, no tiene sentido. Sí, hay que tomar medidas en áreas sensibles donde hay verdaderos mono-polios, para proteger a los usuarios.
En lo que es la energía, las telecomunicaciones, el agua, en lo que son servicios básicos como la energía, salud, educación. En esos servicios bá-sicos hay que tomar una serie de iniciativas para proteger a la gente y ponerle condiciones al in-versionista, para que cumplan con lo que pro-meten.
Porque ellos, cuando entran con su inversión, prometen muchas cosas, que luego, no cumplen y los servicios, más bien, se encarecen y además, se vuelve ¡un mal servicio!
Este es un problema que afecta no solamente a Nicaragua, sino que a muchos países latinoame-ricanos. Incluso, hay un informe del Banco Mun-dial donde, el mismo Banco Mundial, pone en duda y critica, el proceso de privatizaciones de ser-vicios básicos en América Latina ¡porque han sido un fracaso!
Han sido fuente de corrupción y fuente de estafa para la población; la gente se encuentra irri-tada, lógicamente, porque se siente indefensa frente a un monopolio extranjero que controla los servicios básicos. Ahí, hay que tomar medidas para proteger a los usuarios.
En otros aspectos, no hay ninguna razón. Claro que, si hay una empresa que esté envenenando las aguas, los ríos, que no esté cumpliendo con las
normas que debe cumplir ¡vamos a hacer que se cumpla la ley! ¡Eso sí!
Porque hay muchas empresas extranjeras que no están cumpliendo con la ley; pagan salarios de hambre, no les permiten organizarse a los tra-bajadores, no respetan el Código Laboral, no res-petan las medidas de protección al medio ambiente y, para seguir trabajando ¡las empresas deben respetar! Eso es fundamental.
Una última pregunta: Su imagen en el extranjero… cuando nosotros decimos a la gente que vamos a Nicaragua, nos dicen: ¡cuidado ahí! No sé qué imagen tienen, pero como que no saben qué esperar de usted que es amigo de Chávez y Castro. ¿Qué tan equivocados están en la imagen que tienen de usted, de sus relaciones en Nicaragua?
Sencillamente, ha habido una actitud, un comportamiento de parte de los gobiernos norteamericanos, de tratar de dar una imagen negativa de todos aquellos ciudadanos que, en el mundo, no solamente en América Latina, ¡en el mundo y en los mismos Estados Unidos! luchan por sus derechos.
Es decir, cuando Martin Luther King empezó su lucha, para muchos norteamericanos ¡era un de-monio! Porque estaba defendiendo los derechos civiles de ciudadanos afro-norteamericanos, ¡y lo asesinaron!
Lo mismo pasa con los líderes latinoamericanos; cuando un líder, un pueblo latinoamericano, sale a defender sus derechos, entonces empiezan a lanzar sus campañas de mentiras; a lanzar
mentiras, mentiras, calumnias, para dar una mala imagen y luego, terminar también, matándolo; o invadiendo un país. Crean las condiciones para terminar invadiendo un país.
Mienten, porque es la manera de lograr que el pueblo norteamericano, no reaccione inmediata-mente, ante un hecho como éste. Por eso es que, nosotros vemos, que el pueblo norteamericano tarda en reaccionar, porque ¡lo engañan, todos los días, le mienten todos los días!
Pero, el pueblo no puede ser engañado toda la vida; al final, se va dando cuenta que está siendo engañado y reacciona. Es lo que está pasando ahora, con lo que ha sucedido en Irak, el pueblo se da cuenta que le han mentido, que ha sido engañado.
Como se da cuenta también, que fue engañado con lo del Katrine, donde el Presidente, estaba al tanto de lo que podía suceder ¡y no hizo nada por lanzar una alerta mayor! tomar mayores dispo-siciones para proteger y evacuar a la población. Todo eso se descubre hasta después.
Y lo mismo pasa con los pueblos latinoamericanos.
Usted está preocupado, habla mucho de los dere-chos humanos ¿usted cree que hay un problema de derechos humanos en Cuba, con los disidentes y todo eso?
Yo no veo ningún problema de derechos humanos en Cuba. El problema de los derechos humanos en Cu-ba, yo lo veo a la inversa: Estados Unidos, con
su política, le niega sus derechos humanos ¡a todo un pueblo!
Al tener bloqueada a Cuba, le está negando sus derechos humanos a Cuba y por eso es que, todos los años, en Naciones Unidas ¡todos los países del mundo! con la excepción de Estados Unidos, Israel, Islas Marshall, -que son los que no vo-tan- demandan que termine el bloqueo. ¡Son los Estados Unidos los que atentan contra los dere-chos humanos del pueblo cubano! Es a la inversa.
Habló usted de los problemas de Nicaragua, con Europa, con los británicos, con Estados Unidos en épocas pasadas, pero, también hay problemas con las personas y el gobierno acá. Eso también es importante ¿Hay problemas con este Gobierno o no,
hay problemas también con Alemán, con personas de aquí?
¡Claro! pero, ¿quién puso a Somoza en Nicaragua? Estados Unidos; ¿quién puso a Alemán en Nica-ragua? Los mismos Estados Unidos.
Ese es el problema: Estados Unidos decidiendo en la política nicaragüense y, poniendo a gente como Somoza y como Alemán. Entonces, ¡que no se meta Estados Unidos en las elecciones de Nicaragua! Que nos respete, que deje a los nicaragüenses, elegir libremente.
La gente en Nicaragua votó por Alemán.
Sí, en el 96 y, ¿por qué? porque Estados Unidos decía que era el candidato de la democracia, el
luchador contra el sandinismo; le dieron apoyo financiero, lo recibían en Estados Unidos, en Miami ¡le dieron todo el apoyo! El mismo apoyo que le dieron a Somoza, cuando lo pusieron y lo mantuvieron ¡durante 45 años! en Nicaragua.
Pero ahora, ¿usted cree que Estados Unidos está apoyando a algún candidato?
Lo que he escuchado son declaraciones de Repre-sentantes de Estados Unidos, que le dicen al pue-blo de Nicaragua, ¡que no vote por el Frente San-dinista! Eso no debe de hacerlo un representante de Estado Unidos.
Aquí vino el General Colin Powell, siendo Secre-tario de Estado, en diciembre del 2003, cuando faltaba un año para las elecciones municipales y
le dijo al pueblo, que no votaran por el Frente porque, si el Frente ganaba las municipales, des-pués iba a ganar las elecciones nacionales. Eso, es falta de respeto a un país.
Castro tiene problemas con Estados Unidos desde hace mucho tiempo, desde cuando la Guerra Fría con los rusos…
Dice: que vas para un lado y para otro, que son de doble vía los errores.
Sencillamente, ¿Quiénes apoyaron y armaron a Batista en Cuba? Los Estados Unidos. Ellos, fue-ron los que impusieron dictaduras en toda América Latina; tenían a Trujillo en República Domi-nicana, a Pérez Jiménez en Venezuela.
Los políticos norteamericanos, tenían a toda América Latina llena de dictaduras, ¡sin pedirle permiso al pueblo norteamericano, que ni cuenta se da de eso!
Los políticos, los gobiernos norteamericanos, para controlar a América Latina, lo que hacían era poner dictadores en toda América Latina y, si hay una dictadura ¡viene una revolución! Es normal.
Esa es la historia, pero ¿Usted cree que todavía lo están haciendo?
Ya no pueden hacerlo.
¿Por qué?
Porque América Latina tiene más fortaleza, más independencia y, está decidiendo con los votos. La lucha en América Latina ha sido muy dura, aquí ha corrido mucha sangre, ha muerto mucha gente luchando.
Chávez y Castro son personas que no tienen buenas relaciones con Estados Unidos, ni con el Presi-dente Bush. A mi país, no les gusta Chávez ni Castro. Hábleme de su relación con ellos.
El hecho de que al Presidente Bush, no le gusten Chávez ni Castro, no significa que esté represen-tando la voluntad del pueblo norteamericano. Esa es la apreciación del Presidente Bush.
Lo que puedo decir es que, el Presidente Castro y el Presidente Chávez, representan una política de dignidad.
Ni Cuba, ni Venezuela, ni Nicaragua han agredido nunca a Estados Unidos.
Teníamos un enemigo en África del Norte en los 80, y ahora, se ha hecho amigo de Estados Unidos. Si usted fuera electo Presidente, ¿estaría más abierto, tendría un cambio como el de Kadhaffi?
La verdad es que no se pueden comparar las situa-ciones de un país con otro; son procesos dife-rentes. El proceso de Libia, de Kadhaffi, es muy diferente al de Nicaragua.
Ellos, tuvieron su conflicto con los italianos, que fueron los que ocuparon Libia; aquí, son los Estados Unidos los que han ocupado Nicaragua. En Libia, eran los italianos los que promovían regí-menes corruptos; aquí, son los Estados Unidos los que han promovido a Somoza; los que promovieron a Alemán.
Lo que deben entender los gobernantes norteame-ricanos, es que no pueden estarle exigiendo a los pueblos latinoamericanos, a los líderes latino-americanos, que se queden callados frente a una política que irrespeta los derechos de estas naciones.
Si Estados Unidos quiere buenas relaciones ¡con la humanidad! las pueden tener, pero tienen que
cambiar totalmente ¡Son ellos los que tienen que cambiar su política!
Tienen que cambiar la política belicista y lograr que, esos miles de billones que se gastan en ar-mas en Estados Unidos… si ellos fueran realmente al desarme, ¡inmediatamente eso facilitaría el desarme a nivel mundial! Y, se podría contar con esos recursos para combatir el hambre en todo el mundo, poner a trabajar a toda la gente y, tener realmente, condiciones de humanidad.
Eso es posible, pero, para eso, necesitamos que los países más ricos, cambien sus políticas.
(grabación en blanco)…
…en estos países o ¿usted no cree que es así?
Son situaciones totalmente diferentes. En primer lugar, Libia es un país muy rico y no necesita de Estados Unidos, en términos económicos.
Si se ha dado una relación nueva, entre Estados Unidos y Libia, obedece a otras razones de la geopolítica en la región; pero no, a razones eco-nómicas. Libia no necesita ¡ni un peso! de Es-tados Unidos.
Sí, pero por ejemplo, en Estados Unidos creen, el capitalismo cree que, si crean mercado, trabajo, así la gente va mejorando.
¡Claro que el trabajo es bueno para todo el mundo! Tanto el socialismo como el capitalismo hablan del trabajo.
Lo importante es que, al darle trabajo a la gente, se le de un trabajo digno. Que la promesa de trabajo se convierta en realidad, porque aquí, en América Latina, en estos 16 años, del 90 hasta la fecha, las promesas de libre mercado, han sido solamente promesas.
En América Latina se privatizó por todos lados, son pocos los países que no privatizaron, quizás solo Costa Rica y Uruguay no lo hicieron, y, ¿de qué han servido las privatizaciones? ¿de qué ha servido el libre mercado?
Pero ¿no es culpa de estos países también, donde hay corrupción…?
Es un problema que tiene que ver con la economía mundial. El orden económico mundial es injusto, sigue siendo injusto.
No hay relaciones equitativas, justas, que per-mitan que los países más desarrollados contri-buyan a que los países menos desarrollados, se puedan desarrollar y alcanzar un punto de equi-librio donde, tengamos empleo, en todas partes.
Que no se de el problema del desempleo, de la pobreza, de la gente que tiene que emigrar Es-tados Unidos; o emigrar de países africanos hacia Europa, porque el fenómeno se da por todos lados, a causa de la pobreza.
Hay mucha avaricia en el mundo. Ese es el problema.
Pero no es solamente culpa de Estados Unidos.
No, no es solamente Estados Unidos. Es un pro-blema del capitalismo mundial, que tiene ya un buen tiempo, de estar proponiendo que va a acabar con la pobreza y ¡no lo hace! Más bien, con el desarrollo tecnológico, como hace que las empre-sas empleen menos trabajadores, viene más desem-pleo por todos lados, incluyendo a los mismos Estados Unidos.
Esto lo que nos demuestra, es que, la forma en que se ha puesto en práctica la política de mercado, no ha sido correcta.
Ha sido una política de mercado, que ha trabajado con una mentalidad de corto plazo, de parte de los grandes capitales en el mundo, no solamente
en Estados Unidos, que tratan de hacer riquezas rápidamente y, no les importa la destrucción que van provocando en la población y el medio am-biente. Ese es el gran problema.
Hay que cambiar totalmente ese comportamiento y, esto depende de los países ricos, que son los que tienen las posibilidades. Tenemos el Acuerdo de Kyoto, que se suscribió hace algunos años y ¿aca-so se cumple el Acuerdo de Kyoto? Hay resistencia de parte de muchos países, incluyendo a Estados Unidos, para cumplirlo.
Es un Acuerdo que tiene que ver, ya no con sacar a la gente de la pobreza, sino que se trata de ¡salvar al planeta! donde está en juego la vida de los mismos ricos, porque a la hora que el planeta se destruya, mueren ricos y pobres.
Pero el campo socialista en el Este de Europa, se cayó porque, también, tenía tantos problemas en las industrias, no respetaron a los trabajadores, ni al medio ambiente, ni nada.
Yo no estoy hablando de lo que sucedió en Europa del Este; estoy hablando de cara al presente y al futuro.
Si antes se equivocó uno, o se equivocó otro, eso no justifica seguirse equivocando. Si hubo go-biernos que actuaron mal, no justifica seguir ac-tuando mal, porque entonces ¿cómo acabaría el mundo? Si el gobierno anterior fue peor ¿eso jus-tifica que ahora, yo sea igual? ¡no puede ser!
Hay que pensar en la sobrevivencia de la huma-nidad y, eso obliga a lograr un verdadero acuerdo
en la comunidad mundial, en Naciones Unidas, para que se democratice el planeta, en términos políticos, económicos, sociales. Lograr un acuerdo mundial entre todas las naciones, sería un mundo ideal, donde desaparezca el armamentismo y, que esos recursos, se utilicen para desarrollar a los pueblos.
¿Usted no cree que la Administración de Bush lo está tratando de hacer ahora?
No, no ha hecho nada en este sentido; al con-trario, más bien ha sido una Administración que ha venido, de pronto, a levantar una carrera ar-mamentista en Estados Unidos.
No quedan muchos países en el campo socialista.
China, Vietnam. China tiene un socialismo con economía de mercado.
China tiene un socialismo nuevo, no es un socia-lismo viejo, es una mezcla. Hay una nueva forma de socialismo que mezcla la democracia.
El modelo económico, político está agotado; hay que crear y desarrollar un nuevo modelo eco-nómico, político, social y llenarlo de humanidad. ¡Hay que llenarlo de humanidad!
Eso significa que debe ser un modelo que camine, en función de sacar a la gente de la pobreza, a través del empleo, la educación, la salud y, a la vez, proteger y rescatar el medio ambiente. Para esto es necesario, que se pongan de acuerdo, en
primer lugar, los países que tienen más poder económico, militar.
Pero, ¿qué quiere que haga Estados Unidos?
Estados Unidos tendría que promover ese tipo de políticas en el mundo, una política de desarme, de respeto a todas las naciones, de no inje-rencia. Una política de utilizar recursos masivos para generar empleo y proteger el medio ambiente en el mundo y, salvar al planeta de una catás-trofe en el plano ecológico.
Con dinero, con inversiones…
Hay que invertir para la vida. Se podría crear un fondo donde esté todo el mundo poniendo algo. ¿Qué podría poner Nicaragua en ese fondo? La
protección de los bosques; Nicaragua tiene reservas de bosques que le ayudan a vivir a los norteamericanos y a los europeos. América Latina tiene reservas de bosques, en Brasil, Nicaragua; también tenemos en Nicaragua, la mayor reserva de agua en Centroamérica ¡ese es nuestro capital! ese es el capital que podemos poner.
Es decir, juntar recursos para que se establezca realmente, un nuevo tipo de relaciones entre los países; sobre todo, entre los más grandes, más desarrollado, más ricos, con los que están reza-gados, para que éstos puedan, en realidad, avan-zar, alcanzar un punto de equilibrio y, ten-dríamos entonces, un mundo en paz, en esta-bilidad.
Usted es muy idealista
Sí, siempre he sido idealista. La verdad es que ¡soy idealista!
¡Es muy difícil ser idealista en este mundo! Yo era idealista pero, ahora, soy más práctica.
Hay personas en este país y en otros países, que dicen que esta elección está mal, porque usted tiene fuertes apoyos en el Consejo Supremo Electoral…?
Eso, sencillamente, son pretextos de quienes sienten que no van a poder ganar en esta ocasión. Los perdedores son los que hablan de esa manera.
Porque, en las elecciones de 1990, el Frente te-nía ¡todo el control del poder! ¿y entonces, qué pasó en ese momento?
– Usted sale…
Entonces, eso que ellos están argumentando, sim-plemente, es un pretexto; porque el Frente ya demostró que, teniendo todo el poder, y teniendo el control del Consejo Supremo Electoral ¡y todo el poder en el país! Hicimos elecciones en el 90 ¡y reconocimos los resultados!
Pero, como ahora sienten, que el Frente va a ganar, que el pueblo le va a dar el voto al Frente, dicen que esa elección está en duda, porque el Frente tiene mucha influencia. La influencia que tiene el Frente actualmente, es poquita, es mínima, comparada con la que teníamos en 1990.
No hay razón alguna para que vengan a dudar de los resultados electorales; porque el Frente ya se puso a prueba en 1990.
Estamos haciendo una historia sobre los misiles en Centroamérica, quisiera saber, si usted conoce si en Nicaragua, el Ejército va a destruir sus misiles.
Aquí en Nicaragua, el armamento que tiene el Ejército está en correspondencia con lo que se conoce como balance razonable de fuerzas, a nivel centroamericano. Esto es resultado de los Acuer-dos de Paz que firmamos los Presidentes centro-americanos en Esquipulas, Guatemala, en los años 1986 y 1987.
Luego, fuimos tomando otros acuerdos para alcan-zar la paz en Centroamérica, donde establecimos que los Ejércitos centroamericanos iban a ir a un proceso de desarme, de reducción numérica, pero en un balance; es decir, todos, no solamente uno.
¿Qué ha pasado en Centroamérica? ¡El único país que, realmente, ha reducido drásticamente, su Ejército, ha sido Nicaragua! Los otros países centroamericanos, como Guatemala, tuvo una re-ducción pero, no tan significativa como la de Nicaragua, igual en El Salvador. Honduras, in-cluso, estaba incrementando su Ejército, con 4 mil soldados.
Nicaragua quedó totalmente reducida, por lo tan-to, no puede estar destruyendo armamento, a no
ser que en Honduras y El Salvador destruyan los aviones, porque el punto de equilibrio, es ese. El cohete es un arma totalmente defensiva, no ofensiva; si viene un avión, el cohete actúa para defender el territorio nacional.
Si quieren que Nicaragua destruya los cohetes, Honduras y El Salvador tendrían que sacar sus aviones, porque son los que amenazan, en todo caso, la soberanía de Nicaragua.
¡Lo ideal sería que no hubiera armas en Centro-américa! Nosotros estaríamos porque desapare-cieran los ejércitos centroamericanos, pero, ¡todos! no solamente el de Nicaragua.