Trabajadores colonos que hace nueve años fueron despedidos injustificadamente de la finca Nueva Florencia, Colomba Costa Cuca, Quetzaltenango, mantienen la lucha por sus derechos laborales. Según informaciones de Plataforma Agraria la empresa OTTMAR, S.A. se ha negado a cumplir con sus obligaciones. Las autoridades encargadas de administrar la justicia también no han tenido la capacidad […]
Trabajadores colonos que hace nueve años fueron despedidos injustificadamente de la finca Nueva Florencia, Colomba Costa Cuca, Quetzaltenango, mantienen la lucha por sus derechos laborales. Según informaciones de Plataforma Agraria la empresa OTTMAR, S.A. se ha negado a cumplir con sus obligaciones. Las autoridades encargadas de administrar la justicia también no han tenido la capacidad de resolver el conflicto, convirtiendo al Estado en cómplice de finqueros que violan el derecho al trabajo, la alimentación y la vida de familias campesinas guatemaltecas.
Plataforma respalda la lucha del grupo que ha resistido a las amenazas provenientes de la familia Bruderer Berger, dueña de OTTMAR, S.A.. Mujeres y hombres han denunciado que las intimidaciones se han hecho más fuertes a partir de la orden judicial, del 11 de mayo de 2006, en la que se adjudica a los trabajadores los bienes embargados propiedad de la empresa.
El monto por salarios y prestaciones laborales que el Juzgado de Trabajo ordenó cancelar a 11 trabajadores organizados en la Unidad del Movimiento Campesino de Génova y Flores, integrante de esta alianza campesina, asciende a 821 mil quetzales.
La entidad denuncia además que, a pesar de la buena voluntad demostrada por los trabajadores, al intentar resolver el conflicto por medio de una negociación extrajudicial, la parte empleadora se ha negado a dialogar y ha incrementado la represión.La alianza multisectorial exige al gobierno garantizar la integridad física del grupo y sus familias; y al organismo judicial que agilice el proceso legal para garantizar el cumplimiento de los derechos de los trabajadores.