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Suspenden la edición de 2008 y aún no se define la sede para 2009

El Foro Social Mundial se toma un año para reflexionar

Fuentes: Liberación

La semana pasada, mientras en Africa se cerraba el Foro Social Mundial, en el que participan organizaciones sociales de todo el mundo, principalmente de los países pobres, comenzaba en Europa, en el país símbolo del sistema financiero, Suiza, la reunión de los ricos y poderosos, el llamado Foro de Davos. Ambos eventos tenían como objetivo […]

La semana pasada, mientras en Africa se cerraba el Foro Social Mundial, en el que participan organizaciones sociales de todo el mundo, principalmente de los países pobres, comenzaba en Europa, en el país símbolo del sistema financiero, Suiza, la reunión de los ricos y poderosos, el llamado Foro de Davos. Ambos eventos tenían como objetivo analizar la situación mundial y proponer iniciativas, y hasta allí las supuestas semejanzas.

El Foro de Davos, que adoptó el nombre de la ciudad suiza que lo alberga, nació como una reunión de dirigentes de transnacionales y gobernantes de países poderosos para discutir y definir políticas a fin de diseñar el mundo según sus intereses, aunque a veces intentan dar muestra de cierta vocación «democrática» cuando desde principios de este nuevo siglo comenzaron a invitar a algunos gobernantes de países pobres y algunas figuras internacionales -artistas de cine, cantantes, etc., transformados en activistas sociales o interesados en resolver algunos temas sin modificar el sistema social-.

Cuando en Nairobi, la capital de Kenia, concluía el Foro Social Mundial con un llamado a transformar el mundo en que vivimos, terminar con las políticas neoliberales, y establecer la justicia social, comenzaba en Davos el debate de como mantener las políticas neoliberales, liberar aún más el comercio -aunque para esto sólo deben ceder los países pobres- y desarrollar políticas ambientales sin necesidad de modificar el sistema capitalista. En Nairobi, organizaciones sociales de todo el mundo, y con objetivos muchas veces diferentes, intentaban ponerse de acuerdo en desarrollar políticas comunes para desarrollar sus objetivos parciales, y se comenzaba a introducir el concepto de «socialismo» en los debates, impulsados seguramente por la influencia del proceso bolivariano impulsado por el presidente venezolano, Hugo Chávez.

El Foro Social

Las conferencias de los Foros, creados en oposición a la reunión de los ricos en Davos, se celebraron en Brasil de 2001 a 2003, en India en 2004, al año siguiente volvió a escenario original y en 2006 se experimentó con un foro policéntrico, realizado en Bamako, Caracas y en el centro comercial pakistaní de Karachi. Por lo menos 50.000 personas de todo el mundo estuvieron presentes esta vez en Nairobi.

En el encuentro de Nairobi participaron cerca de 50 mil personas, del 20 al 25 de enero.

Aún no se resolvió donde se efectuará la próxima reunión, en el 2009, ya que sí se consideró no realizar el Foro en el 2008 sino actividades diversas y jornadas de movilizaciones en distintos países en coincidencia con el Foro Económico Mundial que se desarrolla en Davos.

Para el 2009, los posibles lugares de reunión, extraoficialmente, incluyen a Barcelona, la nororiental ciudad brasileña de Salvador de Bahía, una ciudad a definir en Italia y una localidad en la África francófona.

Taoufik Ben Abdallah, de Túnez, sostuvo que el Foro de 2009 no será tan importante como lo que suceda antes de él. «Lo importante no es 2009. Lo importante es que entre ambos foros se inicie un nuevo proceso.

Debemos consolidar el espíritu de innovación. Este año tuvimos una cuarta jornada y reunimos a diferentes coaliciones y nuevas acciones colectivas. Espero que esto crezca en los próximos años», afirmó.

Ben Abdallah reclamó más acciones en los próximos dos años para responder rápidamente a los cambios mundiales. «La idea detrás de esto es transformar el Foro en un proceso permanente, y hacer que la gente sea más activa entre un foro y otro. En el pasado, nos ocupamos en ampliar el movimiento mediante diferentes foros. Ahora es el momento de acercarnos a la realidad», exhortó.

Debate amplio

Desde el derrumbre del llamado «sistema socialista», el Foro Social Mundial ha estado debatiendo propuestas para solucionar las injusticias sociales, aunque sin partir de una concepción ideológica común, ni de una propuesta política. En el Foro Social se han concentrado organizaciones feministas, ambientalistas, de derechos humanos, y políticas, con propuestas e ideas diferentes de como avanzar hacia un mundo más justo.

Muchas de las reuniones han insistido en establecer un analisis coyuntural, establecer un mapa social completo, sin abordar soluciones globales. La resistencia a invitar a dirigentes políticos y gobernantes -salvo escasas excepciones en contadas oportunidades- es una muestra de la amplitud de ideas manejadas en las reuniones y del rechazo a unificar propuestas bajo una concepción política única.

«La diversidad de tipos de acción de distintos niveles y sectores fue una riqueza muy grande de Nairobi «, apuntó el recién laureado con el Premio Nobel Alternativo 2006, el brasileño Francisco Whitaker, uno de los fundadores del Foro Social.

«Avanzamos mucho en el proceso general, pues en el foro de Nairobi la gente vino, conversó, aprendió de los otros, descubrió nuevos caminos y propuestas, y ahora empezarán a trabajar en sus lugares de origen con más energía» subrayó Whitaker.

En el Foro, los acuerdos alcanzados son por grupos de intereses. Aún no se discute, ni se plantea un acuerdo político global como solución a los principales.

Whitaker rechazó las críticas que señalan que el Foro cayó en un letargo improductivo. «Hubo mucha energía creada acá que conviene se continúe en ese camino», apuntó.

Indicó que quienes plantean esas críticas desean que el foro sea otra cosa, «quieren que no sea este espacio de encuentro, sino un movimiento que les gustaría tener en sus manos, pero si hacen eso lo matan», advirtió. Lo importante y no se dan cuenta es que hay que tener movimientos, tener muchos y fuertes, prosiguió, al asegurar que el espacio del FSM le sirve a éstos como el instrumento de que disponen para encontrarse y articularse.

«El foro sirve para construir la unidad, tiene que existir como espacio que no tiene él mismo su palabra, y por eso no tiene documento final, sino el espacio donde todos puedan tener palabras y palabras nuevas», recalcó. «En realidad es un movimiento de creación de espacios y de encuentros que ahora nadie lo detiene», concluyó, sin atreverse a adelantar qué región del mundo pudiera albergar el VIII Foro Social Mundial.

Por su lado, Orlando Blanco, dirigente del Colectivo de Organizaciones Sociales (COS) de Guatemala, consideró que el VII FSM volvió a convertirse en un espacio de convergencia de diferentes expresiones sociales del mundo, enriquecido con siete años de experiencias.

«Tuvimos oportunidad de discutir, reflexionar y plantear nuestras visiones sobre las principales problemáticas, sobre todo de las políticas neoliberales que afectan los diferentes ámbitos de la vida humana, la salud, la educación y la tierra», significó Blanco.

Interpretó como algo alentador que nuevamente se volviera a discutir y plantear la necesidad de construir un paradigma alternativo, que la edificación del socialismo vuelve a estar en la palestra pública.

Este foro, si bien fue menos politizado que el VI realizado el pasado año en Caracas, Venezuela, «viene a constituirse como un eslabón más de lo que han sido los anteriores y hay que apostarle a la convergencia social, opinó el también activista humanitario.

Señaló que la cita «abre las esperanzas de ir intercambiando esas experiencias latinoamericanas con las africanas, europeas y asiáticas, que nos lleven a tener mejores gobiernos y condiciones de vida».

Espacio de encuentro

El poder corporativo como un obstáculo a la agenda de soberanía alimentaria, la conveniencia del comercio justo y equitativo, y las políticas de promoción de la igualdad racial en América Latina, fueron debatidos en diversos talleres durante 4 días en encuentros y coloquios autogestionados por redes, campañas, movimientos, y asociaciones de todo el mundo.

También se incluyen acciones para conseguir el derecho humano al agua, movilizaciones con vista a la reunión del Grupo de los Ocho (G-8) que tendrá lugar este año en Alemania, y propuestas de olimpiadas para la humanidad.

En general se definieron 21 espacios para intercambiar y difundir sus respectivas propuestas de acción. Al mismo tiempo, movimientos antibelicistas de todo el mundo arremetieron contra la política militarista de Estados Unidos y otros países industrializados, y aseveraron que la paz es indispensable para el progreso de los pueblos.

El hegemonismo militar estadounidense y el empeño de Washington por incorporar a varios gobiernos de Europa y al de Japón en esa estrategia con el argumento de combatir el terrorismo, recibieron un categórico rechazo en el VII Foro Social Mundial (FSM).

Por su lado, en una conferencia del Grupo de Opositores Internacionales a la Guerra, Francisco Bulnes, del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, demandó apoyo mundial a la demanda de cierre de la base naval que Estados Unidos mantiene en Guantánamo.

La referida instalación castrense, mantenida por La Casa Blanca en el oriente de Cuba contra la voluntad de su pueblo y gobierno, es usada desde hace cinco años como prisión y centro de tortura de supuestos terroristas capturados por los estadounidenses, denunció Bulnes.

La oleada antibelicista en el VII FSM incluyó al Foro Social de Somalia y a la Organización para el Desarrollo de la Mujer, que exigieron a Estados Unidos sacar sus manos del conflicto que atraviesa ese país del llamado Cuerno Africano.

Las mujeres afirmaron ser la espina dorsal de la economía de Somalia y demandaron se les involucre en el proceso de reconstrucción, pero en condiciones de paz.

Paralelamente, el Panel de Somalíes y Sudaneses abogó por la paz, en tanto -lamentaron- a 40 millones de niños se les niegan sus derechos a la educación porque viven en países afectados por conflictos. También, la red global de mujeres por los derechos reproductivos denunció prácticas consideradas lesivas en varias regiones de Africa y Asia, y reclamó un abordaje objetivo del tema género y sexualidad.

«Las mujeres no son propiedad, pero la tierra es una propiedad que deben tener», comentó Maureen Mzanza, al encomiar la labor de la Alianza de la Tierra de Kenya, que junto a otras agrupaciones propugna igualdad de derechos.

La Coalición de la Sociedad Civil Africana puso en discusión el acceso a tratamientos para las personas que viven con el VIH SIDA, una pandemia que afecta a 25 millones en la región al sur del Sahara, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Estadísticas de la misma fuente indican que en todo el continente más de 12 millones de personas han muerto por ese mal, de ellas más de dos millones en un solo año, a la vez que 13,2 millones de niños han quedado huérfanos por el mismo motivo.

Activistas de distintas partes del mundo reafirmaron que la violencia contra las mujeres atenta contra el combate al sida y, si los gobiernos no toman cartas en el asunto, se hará cuesta arriba ganar la batalla contra esta epidemia.

«La violencia es en gran parte responsable de las infecciones de VIH entre muchas mujeres: violencia en las casas y en las calles, violencia en todas partes», sostuvo Ludfine Anyango, coordinadora nacional de VIH/sida de Action-Kenya International.

«Muchas mujeres ni siquiera pueden elegir cuándo tener sexo. Muchas de ellas ni siquiera le piden a sus esposos que usen condón porque, además de ser consideradas infieles, temen ser golpeadas. No les queda otra opción que seguir teniendo sexo sin protección con sus parejas», añadió Anyango. La reunión en Davos

Mientras tanto en Suiza, 24 líderes políticos, más de 800 empresarios de importantes corporaciones y académicos concluyeron el pasado domingo los debates con el compromiso de asumir acciones para poner en práctica lo discutido.

El impacto del cambio climático en la economía y en la sociedad, asá como las fórmulas de combatirlo, la crisis de Oriente Medio, en especial el conflicto entre palestinos e israelíes y la violencia en Irak, las perspectivas de la economía global y las perspectivas de éxito de la Ronda de Doha, en la OMC, fueron los asuntos analizados.

«Estamos en el epicentro de los compromisos mundiales. No sería justo que los compromisos de estos días se quedaran en el aire», indicó en la conferencia de prensa final, el presidente y director ejecutivo de Coca-Cola, Neville Isdell.

El ejecutivo, que forma parte del comité organizador del Foro presidido por Klaus Schwab, concluyó que «las iniciativas tienen que seguir para que cuando volvamos en 2008, se pueda decir que han pasado».

Sin embargo, además de las promesas, poco más ha salido en claro, aunque muchos destacan que por primera vez los poderosos del mundo discutieron sobre el cambio climático.

Uno de los temas cruciales que los líderes de los países en desarrollo presentaron en Davos, la reanudación de la Ronda de Doha de la Organización del Comercio Mundial, también recibió el compromiso de efectuar acciones para su reiniciación.

Sin embargo, la clave para la reanudación de esas negociaciones está en el gobierno de Estados Unidos y en los gobiernos de la Unión Europea, que se niegan a reducir los subsidios agrícolas.

La falta de disposición del gobierno de George W. Bush a contener sus subsidios en menos de 15.000 millones de dólares anuales es clave en el bloqueo que sufren las negociaciones hoy.

Estados Unidos se manifestó dispuesto, en octubre de 2005, a reducir sus subsidios agrícolas a menos de 22.000 anuales, pero casi todos los miembros de la OMC rechazaron la propuesta porque no representaba mayores cambios. El país norteamericano, por ejemplo, gastó poco más de 11.000 millones de dólares el año pasado en subsidios agrícolas. Además, Washington exige fuertes recortes en los aranceles de productos agrícolas e industriales en todos los países. El economista Joseph Stieglitz advirtió que la ausencia de avances en la agenda comercial global podría impactar el desarrollo económico de países ricos y pobres.

«Es una cuestión medular, pues como hemos visto aquí estos días, hay mucha presión para que los países en desarrollo hagan más para impulsar sus economías sin descuidar el medio ambiente», dijo. «No se les puede pedir a estas naciones que abran sus mercados sin nada a cambio y que recorten sus emisiones tóxicas sin la ayuda (financiera) internacional correspondiente», dijo el académico de la Universidad de Columbia.

Cambio climático

Las emisiones tóxicas estuvieron al tope de la agenda del Foro de Davos, y tanto líderes políticos como empresariales se comprometieron a promover programas ambientales que eviten mayor deterioro de la atmósfera.

Lo que faltó fueron compromisos específicos de asistencia tecnológica y financiera, pública o privada a naciones en desarrollo, para ayudarles a abatir el reto.

En los 35 años de vida del también llamado Foro de Davos, un punto de encuentro entre gobernantes y lo más granado de los dirigentes de empresas transnacionales, las preocupaciones por el deterioro del ambiente habían estado prácticamente ausentes de los debates. El hecho de que las discusiones en el FEM versen este año en los temas que la sociedad civil exponía una década atrás, demuestra la importancia del papel de las organizaciones no gubernamentales de promover los avances de los debates para ayudar a la sociedad a preguntarse cuáles son las salidas hacia el futuro, dijo el director de Greenpeace Internacional, Gerd Leipold.

Mientras, el vicepresidente de Amigos de la Tierra Internacional, Tony Juniper coincidió en que los empresarios reunidos en Davos insisten en la misma clase de políticas comerciales y económicas que ponen en primer lugar sus intereses. Mientras ellos no cambien esas visiones económicas fundamentales «no podrán resolver los problemas ambientales».