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Afganistán: Inadecuada atención a las víctimas de traumas psicológicos

Fuentes: Irinnews.org

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

En octubre de 2006, Yamila, una vecina del distrito de Panjwai, situado al sur de la provincia de Kandahar, tuvo que escapar hacia esta ciudad tras los duros combates mantenidos entre los insurgentes que luchan contra el gobierno y las fuerzas que dirige la OTAN. Yamila no puede evitar que el recuerdo de los aviones sobrevolando su cabeza y arrojando bombas vuelva a anegar su memoria cada día. Sabe que esas imágenes no son ya reales pero no puede impedir ponerse a gritar una vez más.

La experiencia de Yamila no es excepcional. A lo largo de las últimas tres décadas no se ha prestado atención a las consecuencias psicológicas que el conflicto está causando, aunque hay estimaciones que sugieren cifras elevadas de personas que padecen diversos grados de trauma. Un portavoz del Ministerio de Sanidad, Abdullah Fahim, declaró que los desórdenes psicológicos podrían estar afectando hasta a un 85% de la población, aunque el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Sayed Said Azimi, dijo que la OMS estimaba que la mitad de la población padecía problemas o desórdenes psicológicos.

La salud mental, a menudo invisible y en gran medida difícil de valorar, ha sido relegada a un segundo plano mientras las agencias y el personal sanitario centran sus esfuerzos en las más patentes enfermedades físicas.

«Sólo con medicinas, alimentos, ropas y objetos caseros no se les ayuda a recuperarse», dice Hafizullah Hafiz, director del programa de salud mental de Healthnet, una agencia no gubernamental.

La OMS estima que el país tiene tan sólo dos psicólogos cualificados en su sistema sanitario y un único hospital de salud mental, ubicado en Kabul.

Traumatizados por los bombardeos

Mahmud, un vecino del pueblo de Sperwan en el distrito de Panjwai, ha vivido una experiencia personal de las insuficientes instalaciones para salud mental. Una muchacha de su pueblo quedó traumatizada por los bombardeos. Mahmud y otros vecinos la llevaron a «todos los doctores de la ciudad de Kandahar»; los doctores dicen que la niña está mentalmente enferma pero no han podido hacer nada para ayudarla. «No podemos hacer que pare de gritar y llorar. Estamos tan preocupados por ella… Nos sentiremos aliviados si muere».

Según un informe de la OMS del pasado año sobre el sistema de salud mental en Afganistán, la asignación presupuestaria para salud mental en 2004 fue de 100.000 dólares USA, de un presupuesto sanitario global de 289.400 millones de dólares.

«Teniendo en cuenta los problemas presupuestarios, el Ministerio de Sanidad ha identificado una serie de servicios básicos fundamentales para tratar los problemas sanitarios más urgentes de los pacientes y en ese proceso los problemas mentales/psicológicos se han situado en segundo lugar», manifestó el portavoz del Ministerio de Sanidad, Abdullah Fahim.

Ruhullah Nassery, el coordinador nacional de salud mental del Ministerio de Sanidad Pública, consideró que la salud mental era el aspecto más descuidado de la atención sanitaria en Afganistán, añadiendo que para el próximo presupuesto se ha tratado de destinar una asignación mucho mayor. Nassery manifestó sus esperanzas en que la comunidad de donantes prestara más atención a esa especialidad de la atención sanitaria.

A pesar de las anteriores declaraciones del Ministerio de Sanidad Pública, el país tiene aún que iniciar una política y legislación sobre salud mental.

Nassery dijo que era necesario que los servicios sanitarios mentales se fueran integrando en las diferentes provincias como parte de la atención primaria básica. Sin embargo, aunque se está poniendo en marcha la formación en temas de salud mental, las restricciones de financiación han limitado las inversiones y los programas.

Los esfuerzos llevados a cabo por varias ONG han sido esporádicos y en gran medida restringidos a los centros urbanos, especialmente en la capital, Kabul. Pero donde los efectos de los traumas psicológicos se dejan sentir de forma más aguda es en las zonas rurales de las provincias situadas al sur, donde se han incrementado los combates violentos de forma dramática y donde se teme que la situación empeore a lo largo de 2007. Varias agencias con las que contactó IRIN, entre ellas el Creciente Rojo Afgano, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y el equipo de reconstrucción provincial de la International Security Assistance Force, han declarado todas que no había programa alguno que atendiera los problemas de salud mental en la zona sur del país.

IRIN News: Redes de Información Regional Integrada de Naciones Unidas (IRIN, en sus siglas en inglés) es una agencia humanitaria de noticias que cubre el África Subsahariana, ocho países de Asia Central e Iraq.

Texto original en inglés:

http://newsite.irinnews.org/Report.aspx?ReportId=70143

Sinfo Fernández forma parte de Rebelión