Recomiendo:
0

Codesarrollo y democracia: el papel sociopolítico de los emigrantes

Fuentes: Revista Pueblos

En el debate actual sobre los flujos migratorios se abordan dos temas de manera repetitiva: la urgencia de blindar las fronteras y los medios de represión. La inmigración se contempla siempre desde el punto de vista de la mera preocupación, las propuestas de cooperación llegan siempre en segunda instancia. En este artículo abordaremos la cuestión […]

En el debate actual sobre los flujos migratorios se abordan dos temas de manera repetitiva: la urgencia de blindar las fronteras y los medios de represión. La inmigración se contempla siempre desde el punto de vista de la mera preocupación, las propuestas de cooperación llegan siempre en segunda instancia. En este artículo abordaremos la cuestión de la cooperación y el papel de la inmigración en los cambios sociales, económicos y políticos de sus sociedades de origen. Para eso articularemos la reflexión en torno a las experiencias del Fons Català de Cooperació en materia de codesarrollo.

Desde hace diez años el Fons Català acompaña asociaciones de emigrantes en la financiación, el seguimiento y la ejecución de proyectos en sus países de origen. Se trabaja con asociaciones de senegaleses, gambianos, marroquíes, mauritanos y ecuatoguineanos. Desde la perspectiva del Fons, el codesarrollo se trabaja sobre la base de dos objetivos fundamentales: la integración de los colectivos implicados en la sociedad de acogida y la dinamización del vínculo entre sociedades de origen y sociedades de acogida por medio de los programas de cooperación al desarrollo local.

La integración en la sociedad de destino

Es un objetivo fundamental que afecta un ámbito de competencia importante de los municipios, que son los que administran más directamente los asuntos de los ciudadanos y representan el primer nivel de la administración. En este ámbito concreto, el primer objetivo que se toma en consideración es la implicación de los inmigrantes y de sus asociaciones en los espacios de participación ciudadana creados por los municipios. En la mayoría de los municipios miembros del Fons, existe un Consejo de Cooperación que agrupa el conjunto de las organizaciones de la ciudad, para asistir al Ayuntamiento en la definición de la política de cooperación, sus ámbitos prioritarios, ejes estratégicos y la distribución de los recursos destinados a la solidaridad local e internacional. En estos Consejos no habían participado casi nunca las asociaciones de inmigrantes. En realidad, más allá de estos espacios, sabemos que la problemática de la integración de los inmigrantes se ha tratado siempre sin su participación, su opinión no ha contado nunca realmente.

El trabajo en este sentido consiste en identificar en primer lugar las organizaciones de inmigrantes y su naturaleza. A continuación, se organiza un trabajo de acompañamiento que se centra en diferentes ámbitos: refuerzo de la estructura organizativa, formación en gestión asociativa y de proyectos, conocimiento de la legislación en materia asociativa y lobbing. Este proceso va inmediatamente seguido de su integración en la comisión del Consejo Municipal de Cooperación y Solidaridad local. El codesarrollo es desde este punto de vista un instrumento eficaz de visibilidad de la inmigración, de participación ciudadana y de integración social gracias a la multiplicidad de protagonistas que pone en interacción (asociaciones de emigrantes, ONG, instituciones de cooperación, comunidades y autoridades de los países de origen, administraciones de los países de recepción, etc).

La dimensión política del codesarrollo es por lo tanto tan importante como su dimensión económica. En Cataluña, nuestras acciones en cuanto a codesarrollo ponen el acento sobre la adquisición de competencias sociales y políticas de los inmigrantes para facilitar su proceso de integración y participación social. Los Consejos Municipales de Cooperación son representativos hoy de nuestro paisaje asociativo; estos espacios de participación ciudadana se enriquecen con organizaciones inmigradas, portadoras de iniciativas de cooperación al desarrollo con una visión, un planteamiento y objetivos diferentes.

La consideración del codesarrollo en las políticas de cooperación local brinda pues más pluralidad a estas instancias y también una oportunidad de enriquecimiento con distintas visiones políticas de la cooperación al desarrollo. La participación del emigrante favorece así una diversificación de las zonas geográficas de intervención de la cooperación local y sobre todo amplía los ámbitos prioritarios de cooperación al desarrollo. Las asociaciones de emigrantes fueron las que orientaron los esfuerzos de solidaridad Norte-Sur hacia países con fuerte presencia de nacionales en Europa. En Cataluña, gracias a las asociaciones de emigrantes, la cooperación local descubrió África subsahariana, donde el Fons no financiaba ningún proyecto en 1996. Diez años más tarde, con la acción de los inmigrantes, la cooperación municipal catalana está en 20 países del continente. Las acciones de codesarrollo son de lejos las más numerosas y las más importantes.

Pero la implicación de los inmigrantes en la cooperación al desarrollo no favorece sólo su visibilidad, permite también trabajar más fácilmente la dimensión intercultural de la cooperación al desarrollo, el cambio de objetivos y el planteamiento de la cooperación tradicional, más que nunca necesario. La eficacia de la cooperación reside en el respeto a los beneficiarios, a sus aspiraciones profundas, prioridades, necesidades reales, valores culturales y visión y opinión sobre los grandes conceptos propagados por la cooperación como la pobreza, el desarrollo, la inmigración, el subdesarrollo, etc. Es necesario un consenso entre donantes y receptores en la definición de estos conceptos.

En esta búsqueda de sentido y consenso, la inmigración, puesto que es el cordón umbilical entre dos mundos, a caballo entre culturas y civilizaciones diferentes, puede aportar una gran contribución. El inmigrante, como lo define Abdelmalek Sayad: «es atopos, sin lugar, inclasificable. Ni ciudadano, ni extranjero, ni realmente del lado del Mismo, ni completamente del lado del Otro, se sitúa en este lugar bastardo del que habla también Platón, la frontera entre el ser y el no ser social. Obliga a reconsiderar por completo la cuestión de los fundamentos legítimos de la ciudadanía y la relación entre el ciudadano y el Estado, la Nación o la nacionalidad que toma de la envergadura ampliándose con el tiempo». Es en este sentido que se puede decir que la inmigración es un vector de cambio social y de dinámica cultural. De aquí, la pretensión de considerar a los inmigrantes como protagonistas de desarrollo y transformación social.

La dinamización del vínculo

A través de los programas de desarrollo local, los inmigrantes participan en el progreso de sus sociedades de origen. Las acciones inscritas en el ámbito del desarrollo local que protagonizan los colectivos de inmigrantes a través del codesarrollo facilitan una implicación más directa de las poblaciones locales en la gestión de su propio desarrollo. Con su implicación pasan de ser simples beneficiarios a protagonistas de su destino. En la mayoría de los países donde trabajamos hay procesos de descentralización en marcha que precisan ser apoyados. El codesarrollo no debe hacerse contra estos procesos, al contrario, debe acompañarlos aunque muy a menudo las asociaciones de emigrantes intentan actuar solas.

En el Fons Català hacemos hincapié en la integración de las propuestas de proyectos en los ejes prioritarios de desarrollo de los municipios y las comunidades rurales que, por otra parte, en muchos casos tienen planes locales de desarrollo. Es necesario decir que las iniciativas de los inmigrantes, si bien facilitan la apropiación por las poblaciones locales de las cuestiones de desarrollo de su tierra, plantean a veces problemas a los cargos locales electos. Los inmigrantes tienen poca confianza en las autoridades de sus países y a los cargos electos locales de sus tierras de origen que ven a menudo como corruptos e incapaces de dar respuestas satisfactorias a las grandes dificultades a las cuales se enfrentan las poblaciones. El inmigrante, en muchos casos, desconoce la realidad administrativa de su país de origen, los procesos de descentralización local en curso en estos países se iniciaron a finales de los años 80. Respecto a esta descentralización, conviene tener en cuenta los límites objetivos de los cargos electos que la personifican y sobre todo la falta de medios a la cual se enfrentan. No sólo el Estado no dota a estas estructuras de recursos para funcionar, sino que se enfrentan además al analfabetismo de la mayoría de los cargos electos.

Esta situación explica que los inmigrantes, en la medida en que pueden beneficiarse más fácilmente de recursos gracias al apoyo de las instituciones financieras occidentales de sus países de recepción, se coloquen en el seno de las comunidades locales como protagonistas más legítimos que los propios cargos electos. En algunas experiencias, los proyectos terminan por ser una fuente de conflicto antes que una propuesta de soluciones a la pobreza local. Los inmigrantes gozan de un determinado prestigio en sus tierras, son escuchados, adulados y las poblaciones no dudan en considerarlos más que a sus propios cargos electos. Los proyectos de codesarrollo, por este hecho, pueden causar transformaciones políticas y sociales importantes en las sociedades si nacen de iniciativas concertadas, de un diálogo entre los cargos electos legítimos y las asociaciones de emigrantes.

El GRDR (Groupe Réalisation pour le Développement Rural), organización francesa implantada en el valle del Río Senegal, está trabajando para reconciliar las prioridades de los municipios locales y las intervenciones de las asociaciones de emigrantes. Hoy las asociaciones de emigrantes empiezan a ponerse de acuerdo regularmente con comunidades rurales en Senegal, con municipios en Mauritania y Malí para evaluar juntas las necesidades y prioridades de desarrollo local. Estos procesos se consolidan cada vez más en beneficio de las poblaciones que se sienten implicadas en la gestión del poder local.

Durante mucho tiempo, los pueblos africanos asistieron impasibles a los procesos de desarrollo local puestos en marcha por organizaciones nacionales o internacionales en sus tierras. En raras ocasiones, el conocimiento local de estos pueblos se ha tenido en cuenta en las políticas de desarrollo que les conciernen, siempre se les ha querido desarrollar a pesar suyo. Las intervenciones de los emigrantes favorecen más fácilmente una responsabilización de las poblaciones locales. Parten de la confianza, de la voluntad de ayudar al cambio de las condiciones de vida y sobre todo de la idea de que el emigrante retornado aporta con él, además de los recursos, el conocimiento y la experiencia.

Conclusión

La perspectiva del codesarrollo del Fons Català se basa en la idea de que el trabajo comunitario que favorecen los proyectos de las asociaciones de emigrantes puede conducir más fácilmente al proceso de empoderamiento de las comunidades locales. Este proceso es sin embargo lento, sobre todo en zonas donde el Estado o la religión, o a veces las multinacionales, han confiscado el poder durante mucho tiempo. Los proyectos estructuran las comunidades en torno a objetivos compartidos de desarrollo y cambio social. Más que los efectos materiales de los programas en las comunidades, es el papel que las poblaciones desempeñan en su responsabilidad sobre las opciones de desarrollo de su tierra lo que se valoriza. Así pues, allá donde los emigrantes actúan, las poblaciones recuperan la palabra confiscada y demuestran una capacidad extraordinaria de opinión y acción sobre su cotidianeidad.

No hay desarrollo sin democracia, y no hay ciudadanía posible sin participación. La ciudadanía es el reconocimiento de la legitimidad del papel de cada uno en los procesos de toma de decisiones sobre los asuntos de la comunidad. Los inmigrantes han sido siempre ignorados a la hora de decidir sobre los temas de convivencia e integración social local que les conciernen. Del mismo modo, las poblaciones del Sur han sido ignoradas durante mucho tiempo y apartadas de los procesos de sus propios territorios. Los proyectos de codesarrollo tienen como papel contribuir a la consolidación de los procesos de descentralización local y las competencias asignadas a los poderes locales para conducir el desarrollo económico. El codesarrollo no debe poner en competencia a los emigrantes y estos poderes descentralizados de los Estados de origen, ni sustituirlos, al contrario, debe reforzarlos y acompañarlos para armonizar el desarrollo.


* Aliou Diao es responsable de Codesarrollo en el Fons Català de Cooperació. Este artículo ha sido publicado en el nº 25 de la edición impresa de Pueblos, marzo de 2007.