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Musharraf se halla entre la espada de las tribus pastunes y la pared estadounidense

Fuentes: Gara

Una nueva emboscada contra el Ejército paquistaní ayer eleva a un centenar las bajas militares en cinco días de ofensiva armada de las tribus pastunes del noroeste en represalia por el sangriento asalto a la Mezquita Roja. EEUU presiona a Musharraf hacia una guerra total. Diecisiete soldados paquistaníes murieron ayer en una emboscada en Lwara […]

Una nueva emboscada contra el Ejército paquistaní ayer eleva a un centenar las bajas militares en cinco días de ofensiva armada de las tribus pastunes del noroeste en represalia por el sangriento asalto a la Mezquita Roja. EEUU presiona a Musharraf hacia una guerra total.

Diecisiete soldados paquistaníes murieron ayer en una emboscada en Lwara Mundi, en la provincia fronteriza de Waziristán Norte, en la frontera pastún con Afganistán.

El Ejército paquistaní, que sufrió horas antes otro ataque con bomba que dejó un saldo provisional de varios heridos, anunció la muerte de diecisiete atacantes, que Islamabad identifica como milicianos islamistas relacionados con los talibán.

Reaccionando a estos ataques, que elevan a un centenar los uniformados paquistaníes muertos en cinco días, el presidente golpista, el general Pervez Musharraf, declaró la «guerra frontal» a estas provincias irredentas y anunció el envío, antes de fin de año, de otros 30.000 policías y militares, lo que elevará el contingente paquistaní a cerca de 100.000 efectivos.

Rechazó, no obstante, imponer el estado de sitio o suspender las elecciones legislativas previstas entre 2007 y 2008.

El dilema del general

Los analistas dudan de que Musharraf tenga margen de maniobra para responder con una guerra total contra una región que abarca un tercio de la región fronteriza y que ha defendido con ferocidad su independencia desde el intento coloni- zador británico.

«Musharraf está en una posición muy difícil y sus opciones son limitadas», asegura Bakhsh Raees, politólogo de la Universidad de Lahore.

Una ofensiva total contra las zonas tribales pastunes desembocaría en un baño de sangre que el presidente golpista «no puede permitirse», coincide Rahimullah Yusufzai, experto en Afganistán y en estas demarcaciones fronterizas.

Yusufzai justifica el asalto sangriento contra la Mezquita Roja de Islamabad «porque estaba debilitando su imagen, pero (lo de las zonas tribales) es una cosa muy distinta», asegura, para insistir en que una operación de este tipo no cuenta con el aval del Ejército paquistaní, «y no exclusivamente por razones de riesgo», añade.

El politólogo de Lahore recuerda, asimismo, que Musharraf vive momentos difíciles por la crisis en torno a la destitución del presidente del Tribunal Supremo. Este affaire ha sacado a la calle a la oposición no islamista. Precisamente, el Gobierno responsabilizó a los islamistas del ataque suicida que mató el martes por la noche a diecisiete opositores en el centro de Islamabad. La oposición denunció, por contra, la mano de los servicios secretos (ISI) tras este oscuro atentado.