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Sólo el 5 % piensa que Al Qaeda se ha debilitado por la ocupación

El 91 % de expertos en política exterior cree que el mundo es más peligroso tras la invasión de Iraq

Fuentes: Efe

El 84 por ciento de los expertos estadounidenses en política exterior opina que el Gobierno de EEUU está perdiendo la guerra contra el terrorismo, a la vez que el 91 por ciento cree que el mundo se está volviendo más peligroso para el país, según un informe publicado hoy. El Tercer Indice sobre Terrorismo, elaborado […]

El 84 por ciento de los expertos estadounidenses en política exterior opina que el Gobierno de EEUU está perdiendo la guerra contra el terrorismo, a la vez que el 91 por ciento cree que el mundo se está volviendo más peligroso para el país, según un informe publicado hoy.

El Tercer Indice sobre Terrorismo, elaborado por la revista Foreign Policy y el Centro para el Progreso Americano, recoge las opiniones de más de cien expertos estadounidenses en política exterior, entre los que se encuentran antiguos secretarios de Estado, asesores para la seguridad nacional y de la Casa Blanca, comandantes del Ejército, ejecutivos de inteligencia y académicos.

La encuesta revela más pesimismo que en los últimos informes de febrero de este año y julio de 2006.

La gran mayoría de los expertos (el 80 por ciento) prevé que se producirá otro ataque terrorista similar al del 11 de septiembre de 2001 dentro de una década.

«Esto indica que los expertos en seguridad creen que no estamos más seguros que antes de los atentados», indicó en conferencia de prensa Bruce Hoffman, profesor de la Universidad de Georgetown.

En el lado positivo del informe se encuentra que muchas de las agencias estatales encargadas de la seguridad nacional «parecen haber mejorado su trabajo».

Así, seis de nueve agencias, incluidos los Departamentos de Estado y de Defensa, lograron alcanzar el aprobado, mientras que hace un año, cuando se difundió el primer ndice sobre Terrorismo, sólo una agencia gubernamental logró superar esa cota.

No obstante, persisten las críticas respecto a las políticas que se desarrollan, desde las actividades de vigilancia doméstica y la detención de supuestos terroristas en la base naval de Guantánamo, en Cuba, hasta la política energética y los esfuerzos en el proceso de paz para Oriente Medio.

Pero ninguna estrategia política recibió tantas críticas como la que emplea el Gobierno de EE.UU. en Irak.

La política llevada a cabo en Irak se lleva una puntuación de 2,9 por parte de los expertos en una escala de diez puntos.

En definitiva, señala el informe, el conflicto en el país árabe parece ser la causa del pesimismo que expresan todos los analistas acerca del estado de la seguridad del país.

En este sentido, prácticamente todos los expertos (el 92 por ciento) señalan que la guerra de Irak afecta negativamente a la seguridad nacional, lo que supone un incremento de cinco puntos porcentuales comparado con el índice publicado hace un año.

Llama la atención, asimismo, que sólo el cinco por ciento de los analistas cree que Al Qaeda se debilitara a raíz de la intervención estadounidense y únicamente el tres por ciento prevé que Irak será algún día una democracia en Oriente Medio.

La encuesta destaca, además, que más de la mitad se opone ahora a la decisión de la administración del presidente George W. Bush de enviar tropas adicionales a Irak, lo que representa un crecimiento de 22 puntos porcentuales frente a la misma respuesta de febrero.

A juicio de Fawaz Gerges, académico del Sarah Lawrence College de Asuntos Internacionales y de Política rabe y Musulmana, el mayor desafío de EE.UU. es «encontrar el camino correcto para sacar las tropas de Iraq y llenar el hueco que dejan en materia de seguridad», porque las reivindicaciones ideológicas de Al Qaeda son una «bomba» que se puede extender hacia otros países y grupos terroristas.

De hecho, el 35 por ciento de los encuestados piensa que Pakistán será el país que tendrá la mayor presencia de miembros de Al Qaeda, un dato interesante según Hoffman, quien indicó que EE.UU. ve a Pakistán como una creciente amenaza.

Las consecuencias y el desgaste político derivado de la guerra en Irak son tales que una holgada mayoría de los expertos de seguridad nacional encuestados no quieren que se repita «el mismo error» en otros países.

Por ello, y aunque el 83 por ciento no cree que el programa nuclear de Teherán sea para objetivos civiles y pacíficos tal y como argumenta el gobierno iraní, sólo el ocho por ciento afirma que apoyaría una intervención militar en respuesta a este «desafío».

Uno de cada diez, por su parte, dice que EE.UU. debería imponer sanciones o entablar diálogos diplomáticos para negociar un fin de las aspiraciones nucleares de Irán.