Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
El presidente Bush sigue insistiendo en que Irán amenaza a EE.UU. a pesar del nuevo Cálculo Nacional de Inteligencia que refuta la mayor parte de sus principales afirmaciones. El informe consensual de todas las dieciséis agencias de inteligencia de EE.UU. concluye que Irán cerró su programa de armas nucleares hace más de cuatro años. Informes noticiosos dicen que la Casa Blanca ya fue informada en julio sobre la nueva evaluación de la inteligencia, pero Bush dijo que no descubrió los detalles específicos hasta la semana pasada. Hablamos con el periodista de investigación Gareth Porter, especializado en política de seguridad nacional de EE.UU. Escribe regularmente sobre Irán para Inter Press Service y mantiene un blog en The Huffington Post. Su último artículo es «Iran NIE Validates 2003 European Diplomacy» [NIE sobre Irán valida diplomacia europea de 2003].
TRANSCRIPCIÓN NO EDITADA
AMY GOODMAN: El presidente Bush dice que Irán sigue siendo una amenaza, a pesar de un nuevo Cálculo Nacional de Inteligencia, que concluyó que Irán cerró todo su programa de armas nucleares hace más de cuatro años.
PRESIDENTE GEORGE W. BUSH: «Creía antes del NIE que Irán era peligroso, y creo después del NIE que Irán es peligroso. Y creo que ahora es el momento para que el mundo haga el esfuerzo necesario para convencer a los iraníes de que hay un camino mejor hacia adelante.»
AMY GOODMAN: El NIE es una evaluación consensual de todas las dieciséis agencias de inteligencia de EE.UU. Contradice fuertemente las repetidas afirmaciones del gobierno de Bush de que Irán busca activamente una bomba nuclear. El Consejero Nacional de Seguridad, Stephen Hadley, anunció el lunes los resultados en Washington.
STEPHEN HADLEY: «La comunidad de la inteligencia tiene considerable confianza en que Irán detuvo su programa clandestino de armas nucleares en el otoño de 2003, y tiene una confianza moderada en que no ha reiniciado ese programa hasta mediados de 2007.»
AMY GOODMAN: El NIE concluye posteriormente que las agencias de espionaje no saben si Irán tiene la intención de desarrollar armas nucleares. Rechaza efectivamente un Cálculo Nacional de Inteligencia de hace dos años que afirmó que Irán buscaba una bomba nuclear mediante un programa secreto. El Cálculo también muestra un fuerte contraste con expresiones recientes del presidente Bush, quien advirtió sólo en octubre de la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial si Irán continuaba con presuntas actividades nucleares. En la conferencia de prensa del martes, un periodista preguntó a Bush si alguna vez su equipo de inteligencia le pidió que moderara sus afirmaciones.
REPORTERO: «Entiendo lo que dice sobre cuando fue informado sobre el NIE. ¿Dice que en ningún momento mientras escalaba la retórica, como cuando la Tercera Guerra Mundial llegaba a las conversaciones, en ningún momento nadie en su equipo de inteligencia o en su gobierno dijo que tal vez sería bueno que echara un poco marcha atrás?»
PRESIDENTE GEORGE W. BUSH: «No, Yo nunca – nadie me dijo eso. Habiéndolo dicho – habiendo presentado eso, sigo sintiendo fuertemente que Irán es un peligro. Nada ha cambiado en este NIE que diga, «Bueno, ¿por qué no dejamos simplemente de preocuparnos por eso?» Al contrario, pienso que el NIE deja en claro que Irán tiene que ser tomado en serio como una amenaza para la paz. Mi opinión no ha cambiado. Y sólo expliqué, Jim, que si se quiere evitar una situación realmente problemática en Oriente Próximo, es la hora de seguir trabajando juntos. Ese es nuestro mensaje a nuestros aliados, y es un mensaje importante que deben escuchar.»
AMY GOODMAN: Según el Washington Post, responsables de la inteligencia ya comenzaron a informar a altos miembros del gobierno de Bush sobre partes del nuevo NIE en julio.
En octubre, Gareth Porter hizo pública la información de que el NIE sobre Irán había sido retenido durante más de un año, como parte de un esfuerzo del vicepresidente Dick Cheney. Gareth Porter me habla ahora desde Washington, D.C. Bienvenido a Democracy Now!, Gareth Porter.
GARETH PORTER: Buenos días, Amy
AMY GOODMAN: Explique lo que piensa que pensó el gobierno de Bush.
GARETH PORTER: Bueno, creo que es evidente que la comunidad de la inteligencia había establecido algo muy diferente respecto al programa nuclear iraní mucho antes de este otoño. Es muy evidente que por lo menos en la primavera pasada comenzaron a trabajar sobre la base de una conclusión muy diferente respecto a un programa de armas nucleares iraní, que decía que Irán había de hecho renunciado a esa idea. Y no es claro, en realidad, si no estaban desarrollando esa conclusión en los hechos, en alguna forma durante el otoño anterior.
Mi artículo, basado en un par de fuentes que estuvieron en contacto con gente que participó en el proceso del NIE, dijo que, en realidad, el NIE había sido preparado – el NIE sobre Irán había sido preparado desde el otoño pasado, estuvo listo para ser publicado y fue demorado por la Casa Blanca por motivos políticos. Es decir, no fue considerado como aceptable, y querían que siguieran trabajando al respecto. Ahora, una parte de eso puede haber sucedido en algún punto durante 2007, cuando llegaba nueva información que llevó a la comunidad de la inteligencia a decir, bueno, reforcemos los resultados, reforcemos aún más nuestras conclusiones. Pero es muy evidente que una gran parte de la demora en este proceso del NIE fue ciertamente cosa de la Casa Blanca, y ciertamente fue Dick Cheney en persona quien estaba interviniendo en esto, diciendo que queremos que vuelvan al comienzo y lo miren de nuevo, porque no pensamos que su conclusión de que Irán renunció a un programa de armamento con armas nucleares tenga sentido.
AMY GOODMAN: Veamos. Comienzos de noviembre de 2006, ¿eso fue justo antes de las elecciones de 2006?
GARETH PORTER: Bueno, fue – tal como lo entiendo, fue preparado, estuvo listo a salir, antes de las elecciones, sí.
AMY GOODMAN: ¿Y eso lo demoró Dick Cheney?
GARETH PORTER: Sí, por cierto. Y entonces, incluso después de las elecciones, pienso que Cheney todavía quería que siguieran trabajando en el asunto. Y no sabemos exactamente qué presiones fueron ejercidas sobre la comunidad de la inteligencia, pero sí sabemos que Dick Cheney visitó en el pasado repetidamente a la CIA para hablar con analistas, les pidió que reconsideren sus resultados y dijo, sabe, que esos resultados, creía, no eran correctos. De modo que, sabe, que existen todos los motivos del mundo para creer que Cheney estaba interviniendo activamente en el proceso.
Y otra prueba al respecto, sobre la que informó ayer en el Washington Post, es que uno de los argumentos – tal vez el argumento más importante – que es utilizado por la Casa Blanca, respecto a la conclusión sobre el programa nuclear de Irán que estaba siendo presentado por la comunidad de la inteligencia la primavera y el verano pasados, era que podría perfectamente ser una campaña de engaño de Irán. Y eso supuestamente también era aplicado incluso a intercepciones de comunicaciones. Presumiblemente Cheney y su personal siguieron utilizando el argumento de que la evidencia que estaban reuniendo reflejaba una campaña de engaño iraní.
Ahora bien, es interesante, que sea el mismo argumento que fue utilizado por los neoconservadores en el gobierno de Bush en 2001 para tratar de refutar la evidencia que presentada a la Casa Blanca por George Tenet, entonces director de la CIA, de que al Qaeda constituía ciertamente una amenaza muy seria y de que estaban recibiendo indicaciones de que podría haber un ataque en territorio estadounidense durante el verano de 2001. Los neoconservadores – Rumsfeld, Wolfowitz – argüían que podría ser una campaña de engaño de al Qaeda, y que por ello no debía ser aceptada como una interpretación legítima de la amenaza de al Qaeda.
AMY GOODMAN: ¿Cómo entiende usted – bueno, entre otros – que el Consejero Nacional de Seguridad Stephen Hadley argumente que el presidente tiene la estrategia correcta: presión internacional intensificada, junto con una disposición a negociar una solución?
GARETH PORTER: Bueno, es algo muy interesante. Ya sabe: Hadley logró citar un cierto lenguaje en las conclusiones esenciales del NIE publicadas el lunes, que se referían a la presión internacional. Y pienso que existen todos los motivos para creer que hubo presión sobre la comunidad de la inteligencia para que incluyera algunas expresiones que lo sugirieran.
Pero en todo caso, si uno lee con mucho cuidado todo el texto del párrafo en el que aparece esa referencia a lo internacional, se trata de una referencia a lo que sucedía en el otoño de 2003. Y lo más interesante en ese párrafo es que sugiere que hubo de hecho un proceso dentro del régimen iraní para realizar una decisión importante de estrategia sobre qué hacer respecto a su programa nuclear. Hubo – lo sabemos por un discurso del consejero sénior del Consejo Nacional de Seguridad de Irán, Rowhani, Hassan Rowhani, en el otoño de 2004, que hubo discusiones muy serias dentro de la dirigencia iraní durante el otoño de 2003, en las que los elementos más conservadores argumentaron que no debieran ponerse de acuerdo con la IAEA, la Agencia Internacional de Energía Atómica, respecto a un protocolo adicional que involucraría una inspección internacional más estricta de sus instalaciones nucleares, y que no deberían negociar con los tres europeos – Gran Bretaña, Francia y Alemania – sobre un posible acuerdo que podría resultar en una suspensión prolongada de su programa de enriquecimiento de uranio.
Pero los moderados en la elite nacional de seguridad de Irán y la dirigencia prefirieron adoptar un enfoque más abierto de su programa nuclear. Decidieron aceptar la realización de un protocolo adicional y comenzar su ratificación, y acordaron negociar un nuevo acuerdo con los tres europeos, que podría llevar a una suspensión permanente del enriquecimiento de uranio, pero también a una negociación seria sobre el interés de seguridad y el interés político de Irán en Oriente Próximo.
Por lo tanto, esto representó un cambio fundamental en la política iraní hacia su programa nuclear, y hay todos los motivos para creer que todo lo que haya estado involucrado en este abandono de ciertos programas, formó parte de un cambio mucho más amplio, que involucró la abertura y el deseo de llegar a un acuerdo con los europeos y, pienso, indirectamente con EE.UU. De modo que pienso que la verdadera lección – que el NIE refleja sobre la política iraní es que ciertamente fueron serios en la realización del cambio. Dijeron la verdad, de hecho, sobre su política desde el otoño de 2003.
AMY GOODMAN: Ahora bien, ¿qué me dice del director de Inteligencia Nacional, Michael McConnell? Bush diciendo en la conferencia de prensa de ayer que le dijo en el verano, en julio, que tenía cierta información nueva, pero que no fue informado hasta la semana pasada – la pregunta de por qué el presidente Bush no lo presionó más, siendo que estaba hablando de guerra con Irán. ¿Cuán verosímil es que Bush sólo lo haya sabido la semana pasada, a pesar de que él, McConnell, ya lo había puesto en alerta en julio?
GARETH PORTER: Pienso que eso es absolutamente inverosímil. Y ciertamente, no podemos albergar absolutamente ninguna duda de que Dick Cheney fue puesto al tanto sobre todo, plenamente informado sobre el progreso del NIE en todas sus etapas. Sabemos que el personal de Cheney se mantiene constantemente en contacto con la comunidad de la inteligencia, que sigue el continuo progreso del NIE, en cada etapa y, por cierto, trata de influenciarlo. Así que realmente la única pregunta es si Cheney trató de ocultar la información a Bush. Es concebible, aunque ciertamente no es muy probable.
AMY GOODMAN: ¿Puede hablarnos de Fallon?
GARETH PORTER: Bueno, no cabe duda de que el almirante William Fallon, comandante de CENTCOM, ha jugado un rol activo dentro del gobierno en el intento de hacer retroceder la política de Cheney que trata de intensificar las tensiones con Irán y de buscar una oportunidad para un uso potencial de fuerza contra el régimen iraní. Fallon ya dejó en claro en febrero, en privado, cuando tuvo sus audiencias de confirmación en el Senado, que no habría guerra contra Irán mientras fuera comandante de CENTCOM. E indicó, de nuevo en privado, a una de mis fuentes que trabajaba con otros en la dirigencia militar para asegurar que eso no ocurriera.
Existe evidencia de que Fallon ha hecho retroceder respecto a Iraq, en la medida de lo posible, para tratar de limitar la ‘oleada,’ para tratar de acelerar las cosas en cuanto a la retirada de tropas, y no cabe duda de que se ha opuesto al uso de fuerza militar. Utilizó, por ejemplo, una entrevista con Al Jazeera, que creo saber fue solicitada en persona – se acercó a Al Jazeera él mismo y pidió que lo entrevistaran, para poder hacer una declaración de que el habla de guerra, que provenía, por cierto, de Cheney y la Casa Blanca, no era útil. Hay muy pocos motivos para dudar de que el comandante Fallon – de que el almirante Fallon ha estado jugando un papel entre bastidores en el intento de trabajar contra la estrategia de Cheney hacia Irán.
AMY GOODMAN: Gareth Porter, historiador y periodista de investigación, quiero agradecerle por estar con nosotros. Escribe en el Huntington Post, un blog, y a menudo para Inter Press Service.
http://www.democracynow.org/2007/12/5/what_did_bush_know_on_iran