Tariq Ali (Lahore, 1943), novelista, historiador y analista político pakistaní, suele decir que la política no le deja tiempo para la ficción. En el tercer libro que ha escrito sobre su país, El duelo. Pakistán en el punto de mira de EE.UU., carga contra la política estadounidesen de apoyo a las dictaduras militares y la […]
Tariq Ali (Lahore, 1943), novelista, historiador y analista político pakistaní, suele decir que la política no le deja tiempo para la ficción. En el tercer libro que ha escrito sobre su país, El duelo. Pakistán en el punto de mira de EE.UU., carga contra la política estadounidesen de apoyo a las dictaduras militares y la guerra de Afganistán. Ali hablará hoy sobre El tablero de ajedrez mundial en la Residència d’Investigadors, invitado por Justícia i Pau.
El paquete Kerry-Lugar -promovido por el senador John Ferry- de ayuda estadounidense a Pakistán, supone 7,5 millardos de dólares para los próximos cinco años. Se trata de ayuda civil, pero condicionada a que el Gobierno del presidente Asif Zardai controle a los militares. De hecho, el texto del proyecto de ley no es muy sofisticado…, y los militares pakistaníes han reaccionado molestos. ¿Qué consecuencias puede haber?
Los estadounidenses han sido muy estúpidos. La función de este proyecto es apartar a los militares pakistaníes y decirle al Gobierno: te vamos a dar mucho dinero, debes hacer cosas buenas con él porque te fortalecerá. Es la mayor suma de dinero no con fines militares que Pakistán ha recibido en mucho tiempo. Pero en Pakistán todo el mundo sabe que el grado de corrupción en la élite política es tan alto que muy pocos creen que ese dinero será para hacer escuelas y hospitales o mejorar las condiciones de la gente. El 90% de la gente cree que el dinero servirá para enriquecer todavía más al presidente Zardari y a todos los que trabajan para él, y la gente común verá muy poco de ese dinero. En segundo lugar, pero en combinación con lo anterior, la decisión de EE.UU. de construir más bases en Pakistán con permiso del Gobierno ha irritado al ejército. La cosa es irónica: en el pasado, EE.UU. trataba con Pakistán sólo a través de los militares; hoy intentan cambiar y hacerlo con el Gobierno civil, y es el ejército el que defiende ahora el nacionalismo pakistaní, diciendo que nuestra soberanía está en peligro. En el pasado, los políticos solían decir que nuestra soberanía estaba en peligro porque los militares colaboraban con EE.UU. Esto está relacionado con la guerra afgana. La presión de EE.UU. sobre los militares pakistaníes para que vayan a matar a su propia gente en Pakistán ha creado una tensión muy seria en el ejército. Y ése es el problema.
¿Puede haber una división entre los militares a partir de otra ofensiva sobre las zonas tribales como el sur de Waziristán, una revuelta de oficiales de rango medio, quizás?
Creo que la división ya existe, pero no en términos de guerra civil ni nada de eso. Pero los oficiales jóvenes y muchos soldados que están muy disgustados porque los envían a matar a su propia gente, pashtunes pakistaníes, están desertando. Y esa es una decisión muy seria, porque todo el mundo sabe que seguir en el ejército es una oportunidad de enriquecerse. Muchos se van. Tenemos ejemplo de muchos que se niegan a disparar a otros musulmanes. La ideología del ejército en los años ochenta cambió: de lo apolítico a lo islámico. ¡Con la presión de EE.UU., porque quería combatir a los rusos en aquella época! Enviaban mulás al ejército y los soldados eran educados en el Islam con la India o los comunistas como enemigos. Ahora envían a las tropas, 25 años después, a matar musulmanes. Pero, además, a ningún ejército le gusta matar a su propia gente. Muchos resisten pasivamente: por ejemplo, saben que va a haber un ataque y avisan, y cuando las tropas llegan no hay nadie, o hay una emboscada… Ese es el grado de tensión que existe.
A la vista de los últimos ataques, el de la FIA (que es la versión pakistaní del FBI) en Lahore se produce contra la persona que la dirige y que es la mano derecha de Zardari, el ministro del Interior. Y la FIA se ha usado para espiar a mucha gente, incluido el ejército. ¿Tuvieron ayuda para realizar el ataque? No lo se…
Cuando los extremistas son capaces de atacar el cuartel general del ejército en Rawalpindi… Exacto. Para eso hace falta ayuda desde dentro…
…¿Quiere decir que el ejército está tan infiltrado por la insurgencia?
Cuanto más dure la guerra en Afganistán y se propague en Pakistán, mayor será la amenaza de una división en el ejército pakistaní. El jefe lo sabe, yo lo se… El proyecto de ley Ferry-Lugar ha sido la gota que colma el vaso. Eso es lo que pasa. La embajadora estadounidense ha dicho abiertamente a la inteligencia europea (yo lo he escuchado): cuando el general Pervez Musharraf estaba en el poder teníamos problemas porque prometía una cosa y hacía otra, y ahora con este Gobierno no los tenemos porque hace exactamente lo que le pedimos.
El día del ataque al cuartel general de Rawalpindi, Hillary Clinton dijo que confiaba en que los militares sigan controlando el arsenal nuclear pakistaní… Si hay una fractura en el ejército, ¿los radicales islamistas podrían llegar a tener acceso a estas armas? La gran pregunta es: muchos medios occidentales dicen que los radicales son capaces de eso. Tonterías. El ejército pakistaní tiene un millón de soldados y sólo unas seis personas conocen los códigos, y están vigiladas por los estadounidenses. Eso es alarmista. Pero, si los militares se dividen como usted dice, no sabemos qué puede pasar. La situación en la región es más seria de lo que se imaginan, por las repercusiones en el ejército pakistaní. ¿Y qué van a hacer los estadounidenses, ocupar Pakistán? Este es un país de 160 millones de personas. Afganistán tiene 24 millones. Los ataques de los aviones no pilotados están poniendo a prueba a la gente; hay dos millones de refugiados, y habrá más. Los estadounidenses, que han estado controlando esta región, tienen que hacer algo constructivo.
Se dice que los atacantes de Lahore no eran del Waziristán sino del Punjab. ¿Cómo puede el Gobierno afrontar la situación? No puede. Necesita una estrategia. Por un lado, presionar, privadamente por supuesto, a EE.UU., diciendo «por favor» (este es un gobierno muy débil) busquen una estrategia para salir de Afganistán. En tres meses, seis meses… Para el futuro de Pakistán hay algo incluso más importante: es un país donde la malnutrición es muy elevada, donde la estatura media está descendiendo, un país en su mayoría analfabeto; los hijos de los pobres, incluso los de clase media, no reciben educación. La élite es quizá la más venal y corrupta de Asia. Ningún gobierno ha hecho nada para mejorar la vida de la gente. Y lo que me sorprende es que no haya más que se conviertan en religiosos extremistas. ¡De verdad que me sorprende! De hecho, es una pequeña minoría…
¿Qué quieren los extremistas?
Desde luego, que los estadounidenses se vayan de la región. Y si esto sucede, lo más importante es que los gobiernos que entendieron que debían salir de Iraq hagan ahora lo mismo con Afganistán. Cuanto más se queden, peor se pondrán las cosas. Esos militantes extremistas pueden ser controlados, porque no tienen un gran apoyo popular en Pakistán. La guerra de Afganistán es lo que les respalda. Los militares pueden pueden seguir atacando pueblos y ellos seguir ganando adeptos de pashtunes no religiosos.
¿Quiénes son los «neotalibanes»?
Esencialmente son afganos que han incrementado sus miembros desde la ocupación de EE.UU. Llevan trajes modernos, tienen asesores, hablan por televisión, hacen videos… ¡Antes, los talibanes rompían televisores! Manejan mecanismos modernos y te dicen que no quieren cometer los errores del pasado. Entre los talibanes, incluso en el pasado, había dos facciones: la pro saudí, del mulá Omar, que acogió a Osama Bin Laden. Y la otra facción, totalmente creada por el ejército pakistaní y dependiente de él. No se puede entender este fenómeno en Afganistán sin Pakistán. Para los militares pakistaníes, los talibanes supusieron una gran victoria, la única que han tenido como ejército.Tras el 11-S surgen las contradicciones y tienen que decir a sus talibanes que se afeiten las barbas, pasen a Pakistán y se calmen en espera de mejores tiempos. Ahora, con los estadounidenses montando un lío, digan lo que digan los generales, Pakistán es un elemento principal en el conflicto.
Según usted sólo hay una solución para Afganistán: un pacto regional que incluya Pakistán, India, EE.UU., Rusia, China… Pero incluso si Washington cambiara ahora de parecer, ¿cree que los otros actores colaborarían?
Depende. Creo que los chinos son muy importantes, porque la solución es la reconstrucción de Afganistán. Mire, hubo una pequeña oportunidad para Occidente ocho meses después de la ocupación. Si se hubieran concentrado en construir casas, escuelas, en el bienestar de la gente, proveer alimentos…, en vez de facilitar que los corruptos venidos de fuera se enriquecieran como lo hacen… China es la única que tiene dinero para esa reconstrucción y puede crear una base económica para el país. Y a China le interesa, porque puede demostrar a los musulmanes de Xinjiang: mira lo que hacemos por los musulmanes de Afganistán. Pero lo que pase depende de Washington. Los de la OTAN dicen que la razón principal para seguir en Afganistán es que la Alianza tiene que moverse al este porque China será el nuevo enemigo.
Los militares que están en los PRT o «equipos de reconstrucción provincial», como los españoles, creen de verdad que ayudan a la gente… Creo que el Gobierno español sabe que esto es una guerra de escalada, con más y más tropas…
Pero se insiste en que es una misión bajo mandato de la ONU. ¿Por qué habría que salir de Afganistán?
Porque se ha fracasado completamente. La guerra fue declarada por Bush para acabar con Osama Bin Laden, era una guerra de venganza. No había nada humanitario en todo esto. Nueve años después, el mulá Omar sigue vivo y coleando, lo que me deja estupefacto. Y no sabemos dónde está Bin Laden, si vivo o muerto. No ha salido en imágenes de video desde 2004. Y da igual si está vivo o muerto -que es lo que creo-, porque sirve a los militares pakistaníes para seguir recibiendo dinero con esto de la guerra contra el terror, etc. Todas las agencias de inteligencia de EE.UU. y europeas dicen que Al Qaeda ya no supone una gran amenaza. Entonces, ¿qué hacen en Afganistán? Secretamente, han estado negociando con los neotalibanes para convencerles de que se unieran al gobierno de Hamid Karzai. Los neotalibanes dicen que están preparados para eso, pero sólo si las tropas extranjeras se van. ¡Demuestran hacerlo mejor que los chiíes en Iraq! Dicen que no participarán en nada mientras siga la ocupación. Si eso es verdad, sienta las bases para crear un gobierno de coalición. Los rusos e iraníes son importantes para formar esa coalición… La única otra opción es enviar medio millón de soldados y matar un millón de afganos y pakistaníes, y eso no necesariamente funcionaría porque habría una gran fractura en Pakistán.
Se sabía que las elecciones afganas serían un desastre. ¿A qué juega el presidente Karzai?
Las elecciones fueron fraudulentas, del todo. Creo que parte de la élite estadounidense quería poner a Abdullah Abdullah de presidente pero se les asustó con que si la pérdida de poder, etc. Abdullah habría sido lo mismo pero quizás hubiera convenido por razones cosméticas, para decir que Afganistán es una democracia…. Karzai lo que quiere es seguir en el poder y hacer negocios con los grupos religiosos locales más extremistas. Yo diría que si la OTAN se va, se tendrá que llevar a Karzai, porque no resistirá una semana. Algunos de los asesores de Obama me han dicho que están de acuerdo conmigo y que deben salir de Afganistán.