Mientras los diputados del régimen piden pena de muerte para los líderes de la facción crítica, Musavi y Karrubi, y a todos los que se manifiesten contra el sistema, en Teherán siguen los enfrentamientos entre los partidarios de la República Islámica (muchos son basiyíes, los faccios) y los contrarios, en el funeral por la muerte […]
Mientras los diputados del régimen piden pena de muerte para los líderes de la facción crítica, Musavi y Karrubi, y a todos los que se manifiesten contra el sistema, en Teherán siguen los enfrentamientos entre los partidarios de la República Islámica (muchos son basiyíes, los faccios) y los contrarios, en el funeral por la muerte del joven estudiante universitario Sane Zhale, por las balas de los guardianes islámicos. Otro estudiante, Mohamamd Mokhtari, también murió por disparo de la policía.
El hermano de Sane, Ghané ha sido detenido.
El régimen está dividido entre los militaristas que están en favor de endurecer la represión y matar/ejecutar a Musavi y Karrubi, y los cautos, como el propio Alí Jamenei, que creen que estó sería una «línea roja» que no habría que cruzar, si no quieren que la República Islámica sea derrocada. Recuerda la acción del Sha cuando mataba a unos manifestantes, y su funeral, la ceremonia del séptimo día y su cuaresma se sucedían una y otra vez, hasta acabar con la monarquía.
Ambas facciones están de acuerdo en no ceder ante las exigencias de los ciudadanos en abrir el espacio político. Musavi había reiterado que no pretende derrocar al régimen islámico, sólo unas elecciones libres en el marco de las leyes del sistema.
Por el momento las noticias oficiales hablan de la detención de unas 1500 personas, entre las que se encuentran la ex diputada Shahrbanu Amani y dos profesores de la universidad de Teherán, Mansur Nasiri y Ali Poorfath. Las universidades del país, hoy están tomadas por los antidisturbios.
Desde el domingo, no hay noticias sobre Musavi y su esposa Zahra Rahnavard. Su domicilio sigue cercado por la Policía y las líneas telefónicas, tanto fijas como móviles, están cortadas. Sus hijos tampoco tienen noticias de sus padres. Aumenta la preocupación sobre su suerte.