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Entrevista con Rene Orellana, ex ministro de Medio Ambiente y Agua, y jefe negociador del Estado Plurinacional de Bolivia en Rio+20

«Debemos construir una red que articule la negociación oficial en el marco de la ONU con el debate de los movimientos sociales»

Fuentes: Rebelión

¿Como valoras el papel jugado por Bolivia en las negociaciones de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Rio+20? Bolivia promovió la construcción de coaliciones, el establecimiento de alianzas, teniendo por supuesto al G77+China como el escenario de construcción de acuerdos, presentación y canalización de propuestas a ser negociadas luego con el conjunto de […]

¿Como valoras el papel jugado por Bolivia en las negociaciones de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Rio+20?

Bolivia promovió la construcción de coaliciones, el establecimiento de alianzas, teniendo por supuesto al G77+China como el escenario de construcción de acuerdos, presentación y canalización de propuestas a ser negociadas luego con el conjunto de países que conforman el sistema multilateral de Naciones Unidas.

Por supuesto Bolivia trabajó junto al ALBA o más bien en el marco del ALBA para incidir en el G77+China.

Considero que si evaluamos los resultados, parte importante del contenido de la Declaración de Rio expresa muchas de las propuestas presentadas por Bolivia en la línea marcada en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Madre Tierra realizada en Tiquipaya.

¿Que diferencias han existido en la estrategia seguida por Bolivia en estas negociaciones frente a otros procesos de negociación multilateral? ¿Cuál ha sido el papel jugado por el ALBA en Rio+20?

Una diferencia sustancial es que Bolivia primero concentró su mayor esfuerzo político en el fortalecimiento del ALBA consciente del peso especifico importante que tiene en el G77+China y en el escenario multilateral en general. El ALBA se caracteriza por ser pródigo en propuestas, en análisis, pero sobre todo en expresar posiciones e intereses de los países en desarrollo. El ALBA expresa objetivos y visiones que encarnan sin duda percepciones y perspectivas de los países menos adelantados, de los estados insulares, de países del Caribe, de países de sud América, de países con una riqueza notable en naturaleza y biodiversidad, de países en los que los pueblos indígenas, las comunidades campesinas y sus movimientos han conquistado la construcción de procesos de cambio, de países con una importante voluntad de control de recursos energéticos y estratégicos, el ALBA expresa también una voluntad notable de acercamiento al África y al Asia.

Si algo representa el ALBA es la de construcción de un proyecto de poder político que es a la vez contrapoder ante el imperialismo y los intentos de hegemonía y dominación de países poderosos.

El rol de Bolivia junto al ALBA fue fundamentalmente no permitir que avance la ofensiva neoliberal sobre la naturaleza que se expreso de manera descarnada y atrevida en el Borrador Cero del Documento de Desarrollo Sostenible, documento que establecía que los países en desarrollo debíamos ejecutar políticas de ajuste estructural incluyendo la apertura de nuestros mercados y la flexibilización de la regulación para viabilizar una oleada privatizadora orquestada bajo el enfoque de la economía verde.

La primera misión que el ALBA encaró fue precisamente bloquear este documento y la variedad de mecanismos de mercado y de visiones orientadas a la privatización que se propuso inicialmente a partir del Draft Zero. El resultado final no es precisamente un documento que funda una nueva era a partir de los principios de Rio92, pero lo cierto es que en un contexto en el cual algunos países desarrollados no solo no querían compromisos concretos sino defenestrar esos principios y abrir una ofensiva neoliberal, el documento resultante de Rio+20 ratifica la vigencia de estos principios y establece límites claros para que los intentos de privatización no encuentren viabilidad.

Un simple análisis comparativo entre la versión cero y el documento aprobado en Rio+20 demuestra claramente que no pudieron imponer el modelo de economía verde privatizador a pesar de haberlo intentado.

A través del ALBA y también con la iniciativa directa de Bolivia se ha promovido una gestión propositiva y constructiva en el G77+China que se constituyó en el primer y privilegiado espacio de negociación, es decir Bolivia presentó sus propuestas en el G77 + China y promovió su comprensión y adscripción logrando por ejemplo que temas como el de los derechos de la Madre Tierra fueran asumidos y hasta explicados en las negociaciones por el G77+China a través de su coordinador (Argelia).

Bolivia se ha acercado al grupo africano, al grupo árabe, a India, Argentina o Egipto, entre otros muchos, para lograr también hacer suyas varias de sus propuestas en el marco de un proceso de apoyo mutuo que permita construir una agenda común. Esto ha permitido a Bolivia contar con el apoyo a su agenda de países del G77+China.

Pero además ha sido importante el despliegue de negociaciones adicionales a través de acciones de incidencia con otros bloques como la UE y otros países desarrollados. Sin duda un acercamiento fundamental que ha sido trabajado cuidadosamente ha sido realizado con Brasil, quien en su condición de dueño de casa y presidente de la conferencia estaba llamado a escribir la versión final de la declaración cuando el conjunto de países no llegaran a un acuerdo. En consecuencia, era importante desarrollar acciones de acuerdos e incidencia en el marco de un diálogo permanente con los representantes y negociadores de Brasil.

Con respecto al documento final, es importante resaltar que Bolivia no ha objetado el documento final acordado en Rio, debido a que consideramos que el contenido no lo amerita. Por otra parte es importante tener en cuenta que la figura de «Objeción» implica bloquear una decisión aun y cuando todo el resto de países estén de acuerdo. En Cancún, Bolivia objetó y antes de hacerlo se retiró del proceso de negociación con 3 días de anticipación al último día dejando el camino libre para que los interesados en tener un mal documento hicieran de las suyas marginando nuestras propuestas.

En Rio+20 Bolivia presentó tres «Reservas» y dos interpretaciones. Las primeras implican que los párrafos observados no se aplican al país y las segundas implican que los párrafos observados se aplican al país con la interpretación expresada en el documento.

¿Cuáles son los avances que en tu opinión se vislumbran en el documento final?

El documento contiene importantes logros que es importante destacar:

1. 1. Se ha logrado incluir el concepto de Madre Tierra y de derechos de la naturaleza como expresiones usadas por un número de países en el mundo para referirse a la naturaleza y sus derechos. Ciertamente no se trata de una expresión universal pero consideramos que se ha dado los primeros pasos para un debate que debe ser profundizado.

2. 2. Se establece que para lograr el desarrollo sostenible se debe promover la armonía con la naturaleza realizándose este desarrollo en el marco de un enfoque holístico que lleve a la humanidad a garantizar la salud y la integridad de los ecosistemas de la tierra.

3. 3. Se ha incluido el derecho humano al agua y al saneamiento.

4. 4. Se ha incluido el derecho a la alimentación nutritiva y suficiente y el derecho fundamental a estar libre del hambre.

5. 5. No existe ninguna referencia a REDD+ como mecanismo de mercado de carbono.

6. 6. No existen ninguna referencia a «pago por servicios ambientales» ni siquiera a «servicios ambientales». Ciertamente se ha incluido «funciones ambientales» como un reconocimiento de las funciones que tiene la naturaleza.

7. 7. La economía verde se ha reducido a una herramienta, ya no es un modelo de desarrollo, mucho menos un único modelo a seguir con el enfoque que había sido planteado en el borrador cero. Además su implementación está sujeta a la decisión libre y soberana de cada país.

8. 8. Se reconoce la diversidad de modelos, enfoques, visiones de desarrollo sostenible que cada país tiene y se establece que estos serán respetados. Esto tiene como implicación que el financiamiento y apoyo en tecnología debería respetar dichos modelos y no privilegiar aquellos países que apliquen la herramienta de economía verde.

9. 9. Se reafirma, aunque enunciativamente, que los países desarrollados aportaran con el 0,7% de su PIB para apoyar a los países en desarrollo.

10. 10. Se reafirma que se deben respetar los derechos de los pueblos indígenas establecidos en la Declaración de los Derechos de los pueblos indígenas de la ONU.

Y a pesar de los avances que enumeras, ¿cuales serian los retrocesos en el texto acordado respecto de Rio92 u otros procesos de negociación multilateral?

Algunos problemas que observamos:

1. 1. No existen compromisos claros de financiamiento y transferencia de tecnología, al contrario, estos compromisos han sido sistemáticamente evadidos. Difiere la discusión y definición de los mecanismos de tecnología y financiamiento a un proceso nada claro que queda en gran medida en manos del Secretario General de Naciones Unidas. No obstante establece que la Asamblea General de la ONU tomará decisiones al respecto, con lo cual tenemos un gran desafío para los próximos dos años.

2. 2. Persiste la intención de ambientalizar y climatizar la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) sin una visión integral que incluya los aspectos sociales y económicos, es decir, persiste la intención de que los ODS enfaticen responsabilidades de reducción de emisiones transferidas a los países en desarrollo y no aborden problemas sociales de fondo como el hambre, el desempleo, la salud, la educación, etc.

3. 3. Se enfatiza el rol del sector privado en el financiamiento para el desarrollo sostenible, a la vez que se dan pasos decisivos para desmantelar y privatizar la cooperación internacional. Es decir, la cooperación se sustituye por recursos nacionales de los países en desarrollo, por la cooperación sur-sur y sobre todo, por la inversión privada.

4. 4. No hay compromisos claros de cambio de patrones de consumo en particular por parte de los países desarrollados, quienes deberían tomar el liderazgo en ese sentido.

¿Qué balance haces de lo sucedido en el escenario social, más allá de las negociaciones oficiales?

En el escenario social, Bolivia ha desarrollado talleres y eventos sociales en el país con las organizaciones indígenas y campesinas informando y construyendo propuestas de manera conjunta. Asimismo ha dado pasos decisivos para acercarse a los movimientos internacionales, buscando construir acuerdos y apoyo en temas y propuestas que expresen preocupaciones conjuntas y compartidas. Este proceso debe aún ser fortalecido a partir de estos primeros pasos bajo la perspectiva de construir una red internacional fuerte que articule las iniciativas y acciones de la negociación oficial en los escenarios formales de la ONU con el debate de las organizaciones y movimientos sociales internacionales.

Notable también ha sido la presencia de más de 30 delegados sociales acreditados como delegación oficial negociadora, nos referimos a los dirigentes y representantes sociales quienes han tenido un rol importante en la Cumbre de los Pueblos y también en las negociaciones oficiales, informándose regularmente sobre el curso de las negociaciones y coordinando con el equipo de negociación.

¿Después de Rio+20, cuales son las tareas pendientes a medio y largo plazo, tanto para Bolivia, como para el ALBA y el G77+China?

Tenemos que trabajar rápidamente en preparar propuestas en el marco de los procesos que se han lanzado a partir de Rio+20 entre los que nos inquietan están los siguientes:

1. 1. La definición de las características, el formato y los aspectos organizativos del Foro Político Intergubernamental de Alto Nivel que tendrá competencias de seguimiento al desarrollo sostenible a nivel mundial en el marco de la ONU.

2. 2. El proceso en que se desarrollaran los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

3. 3. Las características de los procesos para definir el marco de financiamiento y el mecanismo de desarrollo y transferencia de tecnología.

El ALBA tiene que preparar propuestas en el corto plazo y tenemos que trabajar en distintos escenarios la discusión sobre estos temas, por ejemplo al interior de UNASUR o CELAC. También tenemos que empezar a trabajar propuestas conjuntas junto al G77+China, fortaleciéndolo.

Pero sobre todo tenemos que dialogar con las organizaciones y movimientos sociales internacionales, necesitamos preparar juntos nuestras propuestas para esta agenda internacional. Necesitamos que los movimientos internacionales nos guíen en este sentido y por lo tanto en los próximos dos años deberíamos reunirnos intensamente construyendo agenda.

Es importante resaltar que en adelante Bolivia debe procurar desarrollar una estrategia de alianzas y coaliciones, buscando sumar apoyo, expresar expectativas y construir liderazgo, siempre en el marco del ALBA, con habilidad de negociación, convocando voluntades de apoyo por la consistencia pero a la vez la flexibilidad de sus propuestas. Bolivia no puede quedarse sola nunca mas en estos escenarios de negociación, debe construir coaliciones en defensa del derecho al desarrollo de manera complementaria con los derechos de la Madre Tierra. Bajo esta perspectiva, debemos asegurar la posición que viene manteniendo Bolivia desde que el compañero Evo Morales es Presidente, que es la de mantener un pie en los escenarios de negociación oficiales de Naciones Unidas, y otro junto a los movimientos sociales, que es de donde venimos, para enfrentar el colonialismo que supone la economía verde en cuanto a nueva vuelta de tuerca al modelo neoliberal del capitalismo.

Entrevista publicada en la edición boliviana de Le Monde Diplomatique

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.