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Mursi criticó a Siria y Ban Ki-Moon a Irán en la apertura de la Cumbre que arrancó en Teherán

Egipto patea el tablero de los No Alineados

Fuentes: Página 12

El presidente egipcio, Mohamed Mursi, y el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, cuestionaron la posición de Irán sobre su programa nuclear y la crisis en Siria durante la apertura de la Cumbre de los 120 Países No Alineados en Teherán. «La revolución en Egipto era un pilar de la primavera árabe […]

El presidente egipcio, Mohamed Mursi, y el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, cuestionaron la posición de Irán sobre su programa nuclear y la crisis en Siria durante la apertura de la Cumbre de los 120 Países No Alineados en Teherán. «La revolución en Egipto era un pilar de la primavera árabe que comenzó pocos días después de Túnez y seguida por Libia y Yemen, y actualmente la revolución en Siria apunta contra el régimen opresivo de ese país», señaló Mursi en su discurso. El líder egipcio contradijo así la línea defendida por Damasco y por Teherán, que aseguran que la revuelta siria es un complot terrorista promovido por Estados Unidos y por países de la región. A diferencia de Egipto, el gobierno iraní siempre se opuso a cualquier cambio de régimen para solucionar la crisis. «Egipto está dispuesto a trabajar con todas las partes para hacer que la sangre cese de correr», dijo el presidente egipcio.

La delegación gubernamental siria abandonó la sala durante el discurso de Mursi y el ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid Muallem, acusó al líder egipcio de alentar el derrame de sangre en Siria. El conflicto sirio dio a Mursi la oportunidad de tender una mano a Teherán, tras 32 años de difíciles relaciones entre ambos países, y a mediados de agosto propuso la creación de un comité regional en el que participen, además de Egipto e Irán, Arabia Saudita y Turquía para buscar una solución a la crisis siria.

Antes de abandonar Teherán, Mursi tuvo un breve encuentro con el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, en el que hablaron sobre el tema sirio y la forma de reanudar las relaciones bilaterales, informó el viceministro iraní de Relaciones Exteriores, Hosein Amir Abdolahian. «Insistieron en la necesidad de solucionar la crisis siria por la vía diplomática y evitar cualquier intervención extranjera», afirmó el viceministro en la televisión iraní.

En la apertura del encuentro, el guía supremo iraní Ali Jamenei cargó contra el Consejo de Seguridad de la ONU en referencia a las sanciones internacionales contra Irán vinculadas con su programa nuclear. «Esta estructura irracional, injusta y totalmente antidemocrática, compuesta, entre otros, por cinco miembros permanentes con derecho de veto (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia), está controlada por la dictadura de algunos países occidentales», señaló Jamenei ante Ban Ki-moon, que participaba en la reunión pese a las críticas de Estados Unidos e Israel.

Jamenei reafirmó que su país nunca intentará fabricar la bomba atómica, contrariamente a lo que dicen las potencias occidentales y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). No obstante, precisó que Teherán nunca renunciará a su derecho a usar la energía nuclear con fines pacíficos. Luego, Ban Ki-moon replicó: «En el interés de la paz y de la seguridad en la región y en el mundo, pido encarecidamente al gobierno iraní que adopte las medidas necesarias para restablecer la confianza internacional sobre el carácter exclusivamente pacífico de su programa nuclear».

«Irán debe cumplir totalmente las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y cooperar plenamente con la AIEA», agregó Ban. Ayer, la AIEA aseguró en un nuevo informe sobre Irán que el país duplicó el número de centrifugadoras en su instalación subterránea de Fordo, un aumento de su capacidad de enriquecimiento de uranio mayor a lo previsto, y acusó al país de obstaculizar sus inspecciones en la base militar de Parchin, donde existen sospechas de actividades nucleares ilícitas.

Ban también instó a los dirigentes de todas las partes a que pongan fin a las amenazas provocadoras que podrían degenerar rápidamente en una espiral de violencia, aludiendo a las amenazas de Israel de bombardear las plantas nucleares de Irán. El secretario general de la ONU condenó con igual firmeza a Irán por su negación del Holocausto y del derecho de Israel a existir, repetido insistentemente por dirigentes iraníes, entre ellos Jamenei, y el presidente Mahmud Ahmadinejad, ambos presentes en la sala.

Por su parte, Estados Unidos se mostró conforme con las críticas manifestadas a Siria, desde Teherán, por el presidente egipcio. Consultado sobre las declaraciones del presidente Mursi, que durante la apertura de la Cumbre de los 120 Países No Alineados en Teherán denunció un régimen sirio opresivo que perdió su legitimidad, el vocero adjunto del Departamento de Estado, Patrick Ventrell, las calificó de comentarios muy claros y muy fuertes. «Estados Unidos comparte el mismo objetivo que Egipto: ver el fin del régimen de Al Assad, el fin del derramamiento de sangre y una transición hacia una Siria democrática y respetuosa de los derechos humanos», señaló el portavoz adjunto del Departamento de Estado.

La diplomacia norteamericana, que había expresado fuertes reservas sobre el viaje a Irán del secretario general de la ONU para la Cumbre de los No Alineados, destacó como positivas las declaraciones hechas por Ban a la dirigencia iraní. «Estuvo bien que el secretario general hiciera no solamente declaraciones claras sobre el programa nuclear sino que añadiera además las cuestiones sobre violaciones de los derechos humanos y de la situación en Siria», analizó Ventrell.

Fuente original: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-202267-2012-08-31.html