Dos cines fueron incendiados y tres personas murieron este viernes en Pakistán, al iniciarse una jornada de protestas contra un vídeo panfletario producido en Estados Unidos que desató la ira del mundo musulmán, azuzada por la publicación de caricaturas de Mahoma en Francia. Las misiones diplomáticas occidentales en los países musulmanes reforzaron sus medidas de […]
Dos cines fueron incendiados y tres personas murieron este viernes en Pakistán, al iniciarse una jornada de protestas contra un vídeo panfletario producido en Estados Unidos que desató la ira del mundo musulmán, azuzada por la publicación de caricaturas de Mahoma en Francia.
Las misiones diplomáticas occidentales en los países musulmanes reforzaron sus medidas de seguridad ante el riesgo de que el fin de la oración musulmana de los viernes desencadene una nueva oleada de violencia.
Más de 30 personas murieron en los últimos diez días en toda la región, en incidentes y atentados que apuntaban principalmente a Estados Unidos por la difusión en Youtube de extractos del video islamófobo «La inocencia de los musulmanes».
Pero Francia también decidió cerrar el viernes sus embajadas, consulados, centros culturales y escuelas en unos veinte países, por temor de ser tomada también por blanco debido a la publicación de caricaturas de Mahoma en la revista satírica francesa Charlie Hebdo.
En Pakistán, un policía perdió la vida y otros dos resultaron heridos en un tiroteo con manifestantes en Karachi, la mayor ciudad del país, donde miles de personas salieron a las calles para condenar el filme, dijo el oficial de policía Mohamad Shakil. Dos cines y un banco fueron incendiados.
En Peshawar (noroeste) también se registraron dos muertos y unos 60 heridos en los enfrentamientos entre policías y manifestantes, que también saquearon e incendiaron dos cines locales. Un chofer de la red local de televisión ARY News murió por un balazo en el pecho, según el hospital local Lady Reading. Un manifestante fallecido fue trasladado al hospital universitario de Khyber, dijo a la AFP un doctor.
Los gobiernos de los países musulmanes se hallan ante el dilema de autorizar las protestas evitando los desmanes de grupos extremistas. El gobierno paquistaní decretó el viernes día feriado en honor al profeta de los musulmanes, para facilitar la participación en las manifestaciones y mostrar su indignación por el polémico video. Pero también ordenó cortar los servicios de telefonía móvil durante el día, para dificultar la coordinación de eventuales atentados talibanes o de fundamentalistas vinculados a la red Al Qaida.
Las autoridades tunecinas prohibieron cualquier manifestación durante la jornada, alegando estar al tanto de preparativos de actos «de violencia». El gobierno islamista de Túnez, surgido de la Primavera Árabe, teme ahora verse desbordado por el salafismo yihadista, una corriente integrista con creciente prédica social. Los salafistas yihadistas son un «peligro», dijo a la AFP Rached Ghanuchi, principal dirigente de Ennahda, el partido en el poder. «Cada vez que partidos o grupos abusen de la libertad en forma flagrante hay que ser firmes, apretar las clavijas y hacer hincapié en el orden», declaró.
Otros incidentes se produjeron el viernes en Indonesia, el país con mayor número de mahometanos del mundo, donde unas cuantas decenas de manifestantes quemaron banderas y denunciaron a Estados Unidos, Francia e Israel en protestas llevadas a cabo en Medan (Sumatra) y Surabaya (Java). «Exhortamos a Estados Unidos y Francia a dejar de insultar a nuestro profeta», dijo un orador en Surabaya, al tiempo que la multitud le respondía «Alá Akbar» (Dios es el más grande).
YouTube restringió en los últimos días el acceso al video de «La Inocencia de los musulmanes» a numerosos países donde es considerado ilegal, entre ellos Libia y Egipto, donde se iniciaron las protestas. Otros países, como Pakistán y Sudán, bloquearon por iniciativa propia la difusión.
El video panfletario fue atribuido a integristas cristianos de Estados Unidos, aunque el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, ve en ella una «conspiración israelí» que pretende «dividir (a los musulmanes) y provocar un conflicto sectario».
Pero en Estados Unidos se seguirá difundiendo, según determinó el jueves un juez de Los Angeles, al rechazar la solicitud de una actriz que alegaba haber sido engañada por los realizadores de la película.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, criticó con dureza la película islamófoba. La libertad de expresión es un derecho «inalienable», pero cuando se usa «para provocar o humillar a otras personas en sus valores y creencias, no puede ser protegida de la misma forma», declaró a la prensa en Nueva York.
Y el secretario general de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), Ekmeleddin Ihsanoglu, advirtió sobre el riesgo de que las caricaturas «exacerben los disturbios y la violencia provocadas por la película antiislámica».
La publicación de las caricaturas de Mahoma generó un amplio debate en Francia sobre la libertad de expresión. «La libertad de caricaturizar forma parte de ese derecho fundamental», dijo el ministro del Interior del gobierno socialista francés, Manuel Valls.
Pero el canciller Laurent Fabius considera que la revista Charlie Hebdo no hizo más que «echar leña al fuego». La policía francesa prohibió una manifestación convocada para el sábado ante la Gran Mezquita de París, bajo el lema «No toques a mi Profeta». Francia cuenta con la mayor comunidad musulmana de Europa, evaluada en cuatro a seis millones de fieles.