1. El argumento del gobernante ruso de Vladimir Putin, de no dar asilo a Edwar Snowden -el perseguido político del gobierno yanqui- es totalmente violatorio de las leyes internacionales y un insulto a los seres humanos. Sin embargo, en el sistema capitalista e imperialista es muy práctico y beneficioso poner los negocios en primer lugar […]
1. El argumento del gobernante ruso de Vladimir Putin, de no dar asilo a Edwar Snowden -el perseguido político del gobierno yanqui- es totalmente violatorio de las leyes internacionales y un insulto a los seres humanos. Sin embargo, en el sistema capitalista e imperialista es muy práctico y beneficioso poner los negocios en primer lugar y enterrar cualquier asunto que dificulte la buena marcha del sistema político de explotación y opresión. Y no es que Rusia le tenga miedo a los EEUU, pero los negocios que tienen entre ellos: la competencia con el Mercomún, la confrontación con china, sus mercados comerciales, no los quiere descomponer por un simple personaje que puede ponerlo en aprietos. ¿Podemos imaginar las broncas que tiene la Gran Bretaña por mantener en la embajada de Ecuador a Julian Assange, director de Wikileaks?
2. La llamada URSS nunca fue un país socialista. Desde el triunfo de la Revolución Rusa en octubre de 1917 lo dirigentes bolcheviques se propusieron construir un país socialista y nunca lo lograron; decretaron algunas medidas o reformas en ese sentido, pero el cinturón capitalista fue 10 veces superior y lo impidió. A partir de entonces se desarrolló una poderosa burocracia gubernamental que habló de «socialismo», pero hacía lo contrario. Si bien Lenin luchó con todas sus fuerzas para construir una sociedad igualitaria, los nuevos dirigentes encabezados por Stalin (1924-53) sólo instrumentaron un capitalismo de Estado tan corrupto y opresor como los gobiernos de EEUU, México y demás países. Muerto Stalin vendrían cambios cada vez mayores hacia el capitalismo: Kruschov, Brezhnev, Gorbachov, Yeltsin y Putin son parte de la confirmación capitalista.
3. El desplome de la URSS y de todos los llamados «países socialistas» -que en realdad eran capitalismos de Estado, pero al fin y al cabo contrapeso en la escena internacional- permitió el dominio absoluto de los EEUU en las últimas dos décadas. Todo lo que se ha llamado «globalización de la economía» no ha sido otra cosa que el sometimiento de las economías nacionales a los intereses del imperio de los EEUU y los países del G7, provocando la profundización de la pobreza y el desempleo en los países cuyas economías no pueden competir en el mercado mundial. El capitalismo de la URSS, aunque también explotador, era otro modelo que llegaba a la confrontación con EEUU, sobre todo en los países del llamado «tercer mundo» encabezado por los árabes, africanos y asiáticos. Hoy, al parecer es el gobierno chino el que hace el papel de contrapeso.
4. Recuerdan cómo subió el exministro de Inteligencia Vladimir Putin al gobierno de Rusia? Fue a mediados de 1999 cuando el pro yanqui Boris Yeltsin nombró a Putin como Ministro Interior de su gobierno. Desde 1994 Yeltsin había enviado a 40.000 efectivos militares para evitar que Chechenia -territorio predominantemente musulman- región productora de petróleo situada en el Cáucaso- se separara de Rusia. Putin se puso al frente de la segunda guerra a Chechenia y obtuvo la victoria, así fue electo el año 2000 a la Presidencia de Rusia. La guerra continuó y Putin fue brutal. Los radicales chechenos respondieron aumentando las operaciones de guerrilla y endureciendo los ataques a helicópteros federales. En 2004 dos aviones rusos fueron bombardeados. ¿Puede olvidarse que la popularidad de Putin, que proviene de su reputación como líder fuerte y efectivo?
5. Después de que Rusia se hiciera independiente, su política exterior repudió el marxismo-leninismo como ideología y guía, enfatizó la cooperación con Occidente para solucionar conflictos regionales y globales. También ha pedido ayuda económica y humanitaria para apoyar de las reformas económicas internas. A partir del triunfo general yanqui en la II Guerra, la creación del falso «campo socialista» de Europa del Este y la guerra de Corea, se inició lo que se conoce como la «guerra fría». Los yanquis consolidaron su poder y la URSS la política de coexistencia pacífica y competencia económica que encabezaría Kruschov. L a perestroika (se ocupaba de la reestructuración económica de la URSS y la glásnost, pretendía liberalizar el sistema político, fueron las profundas reformas de Gorbachov como (1985-89 secretario general de PCUS 1985-89) y primer ministro de gobierno 1989-91)
6. Hoy Putin, gobernando una Rusia plenamente capitalista, no puede apoyar ni a Snowden ni a ningún movimiento popular porque su dependencia hacia las políticas de los EEUU es determinante. Aquí las leyes internacionales valen un carajo porque por encima de ellas está el poder económico y milita yanqui que manda u vuelve a mandar. El derecho de asilo es universal y a nadie que sea un perseguido político se le puede negar. Hace una semanas se puso en peligro la vida de Evo Morales, presidente de Bolivia, por el sólo hecho de creer que llevaba a Snowden en su avión. No tengo duda de que estas batallas de Assange, Manning y Snowden están desnudando a nivel internacional el comportamiento de los gobiernos; por ello no podemos dejar de aplaudir a Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador que no le han tenido miedo a las amenazas imperialistas.
Blog del autor: http://pedroecheverriav.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.