Cuando viajé desde Manila hasta Australia, me compré en el aeropuerto un libro de bolsillo para leer en el avión. Fue la novela de Dan Brown titulada Infierno. Cuando la edición de tapa dura de este libro llegó a las librerías, en las Filipinas la gente se volvió loca con una pequeña parte de la […]
Cuando viajé desde Manila hasta Australia, me compré en el aeropuerto un libro de bolsillo para leer en el avión. Fue la novela de Dan Brown titulada Infierno. Cuando la edición de tapa dura de este libro llegó a las librerías, en las Filipinas la gente se volvió loca con una pequeña parte de la novela que se refería a Manila como la «puerta del infierno».
Después de leer el libro, pensé que lo que la novela dice sobre Manila es verdad. Es la ciudad más densamente poblada de la tierra, con enormes atascos de tráfico, una contaminación sofocante, casas hechas de metal corrugado y cartones, comunidades que apestan y un horrible comercio sexual y tráfico de mujeres, jóvenes y niños.
Me acordé de la novela de Dan Brown hoy porque, a pesar del infierno que es actualmente Manila, nuestro gobierno habla de un paraíso que se construirá en las Filipinas durante este «siglo de Asia».
El siglo de Asia
Permítanme hablar primero de este siglo de Asia.
En primer lugar, desde el punto de vista de las potencias imperialistas, especialmente Estados Unidos, Asia y el Pacífico es actualmente un área clave de crecimiento económico. Los tentáculos del poder económico de EE.UU. hace mucho que se han debilitado en Europa con la formación de la Unión Europea. En Oriente Medio, los EE.UU. está encontrando dificultades para mantener su dominio en una región que es inestable desde hace bastante tiempo. En América Latina, varios países han resistido el dominio económico y político de los EE.UU. y están uniéndose para levantar de nuevo la bandera del socialismo.
En segundo lugar, en la región de la Asociación de las Naciones del Sudeste de Asia (o ASEAN), el siglo de Asia se caracteriza por las negociaciones sobre la integración de las economías de los 10 países de la ASEAN.
La ASEAN tiene como objetivo la integración de las economías de los países de la ASEAN en la economía capitalista neoliberal global. Dado que la ASEAN-6 (Singapur, Filipinas, Tailandia, Indonesia, Malasia y Brunei) han sido durante mucho tiempo parte de la economía capitalista global, la integración se centra en las «economías en transición» de los nuevos Estados miembros: Camboya, Laos, Myanmar y Vietnam, que también se conocen como los países CLMV.
La integración no es ni siquiera un intento de «regionalizar» las economías de los países de la ASEAN siguiendo el modelo de la Unión Europea, sino un esquema mediante el cual la ASEAN se desarrollará como una base de producción para satisfacer las necesidades del mercado capitalista mundial, en especial las potencias imperialistas y las grandes naciones industrializadas.
Incluso en términos de beneficios económicos para la región de la ASEAN, sea la que sea industrialización resultado de la integración será demasiado débil, demasiado limitado y al servicio ante todo de las grandes potencias imperialistas y las grandes corporaciones. Lo que también llevará a que el capital busque los costes laborales más bajos en la región. De ahí que la industrialización será a expensas de las clases trabajadoras de la región.
En tercer lugar, el siglo de Asia se desarrollará con el intento de EE.UU. de militarizar y vigilar la región con su plan de «reequilibrio» o «recentralización», de manera que el 60% de los buques de guerra de Estados Unidos, que ahora navegan en otras aguas, patrullaran Asia. También implica la construcción de nuevas bases estadounidenses en Japón, Corea del Sur y Guam, y el despliegue de un número creciente de «tropas de rotación» y de material de guerra en Australia y Filipinas. Sólo este año, los EE.UU. desplegaran 1150 tropas en Australia, que se espera que aumenten a 2.500 en 2016.
Así que bienvenidos al siglo asiático. De acuerdo con Dante, el infierno tiene 9 puertas. En ASEAN, tenemos 10 países, y cada uno de ellos puede hacer gala de un tipo de infierno de Dante. Tailandia se encuentra ahora en el infierno bajo el dominio de los militares. Filipinas es el infierno con la corrupción generalizada de todo el gobierno. Malasia se encuentra ahora en el infierno, no sólo porque todavía no se ha recuperado el avión MH 370, sino porque está sometida a un gobierno dinástico que limita la democracia en ese país. Indonesia ha sido desde hace mucho tiempo un infierno para sus trabajadores fabriles sobreexplotados y los pobres.
Por último, en este siglo de Asia, tenemos que prepararnos para un desastre ambiental que hará que nuestra región se convierta en un infierno aun peor. Según un reciente estudio del Banco Asiático de Desarrollo, la región, especialmente en China y Asia oriental, ya está consumiendo hoy aproximadamente un tercio de la energía mundial. La previsión es que este consumo de energía se multiplicará por dos el año 2035. Asia es el hogar de dos tercios de todos los pobres del mundo, y con muchas de sus megaciudades pudriéndose por la contaminación del aire y el agua, ¿dónde creen que nos va a llevar todo ello?
Ya hemos experimentado el infierno con una serie de mega-tifones nunca antes vistos en Filipinas, como el Haiyan o el tifón Yolanda que arrasó 10.000 personas en un instante en Tacloban, Leyte, en noviembre del año pasado. En Australia ya han sufrido los horrores del cambio climático y los incendios forestales sin igual en los últimos años. Da miedo pensar lo que puede pasar en este siglo de Asia.
Sufrir debemos
Con la integración de la ASEAN a toda velocidad el próximo año, se espera que las Filipinas sufran una vez más el colapso de su agricultura, de la industria textil, y de la confección, de la industria automovilística y de otras industrias. Recuerdo que no hace mucho tiempo, en los años 1980 y 1990, la izquierda y la clase obrera en las Filipinas no se habían preparado para el impacto desastroso de la «globalización» que afectó al país.
Mientras hablamos del infierno al que nos quieren condenar a las Filipinas y los países de la ASEAN una vez más en este siglo, soy consciente de que esta situación también se quiere reproducir aquí, en Australia. Los recortes del presupuesto del gobierno neoliberal de Tony Abbot llegan hasta el hueso de los jóvenes, los estudiantes y las personas de la clase trabajadora a los que se hace sufrir como a las almas torturadas con las que se alimenta a los perros en el séptimo círculo del infierno.
El único recurso que les queda a los jóvenes y la clase obrera es prepararse para los desastres. Pero no en términos de «dialogar» con las instituciones capitalistas que empujan la integración, no en términos de «negociar» redes de seguridad con los llamados órganos tripartitos, como están haciendo las ONG. Sino prepararse para acciones masivas y generalizadas de protesta, capaces de frenar y hacer retroceder el cierre masivo de empresas e industrias.
Unidad y estrategia
Por supuesto, esto implica que tenemos que construir la coalición más amplia posible capaz de hacer frente a los desastres que provocará la Integración de la ASEAN y el siglo de Asia. Una coalición que tendrá que movilizarse contra los efectos de la integración y que tendrá que presentar una alternativa antineoliberal al presente esquema neoliberal e imperialista.
Me alegra decir que ha habido algunos avances positivos en la unidad sindical en nuestro país en los últimos tres años. Se ha constituido una confederación sindical amplia, que agrupa desde los sindicatos más tradicionales hasta las corrientes sindicales de izquierda. Se llama Nagkaisa (Unidos), y esta haciendo campaña por una serie de reivindicaciones laborales desde entonces. Este primero de mayo, Nagkaisa ha convocado la mayor manifestación de trabajadores desde 2000.
La consecuencia de la integración de la ASEAN será aumentar las filas de los llamados sectores informales a medida que más fábricas e industrias cierran en el país. Frente a ello, necesitamos una estrategia de izquierda que integre las reivindicaciones y luchas del sector informal como los vendedores ambulantes, los conductores de triciclos, y otros trabajadores autónomos en sus lugares de trabajo precarios. Necesitamos una estrategia que también puede agrupar las reivindicaciones de los millones de trabajadores filipinos en el extranjero, con sus familias, que son los que mantienen a flote la economía mediante el envío de miles de millones de dólares al año a las Filipinas.
También necesitamos una estrategia de izquierda que construya la solidaridad entre los grupos de izquierda y las clases trabajadoras, especialmente en la región. La izquierda debe contrarrestar el clima de competencia alimentada por la Integración de la ASEAN y el siglo de Asia mediante el desarrollo de vínculos de solidaridad y acciones de solidaridad en toda la región.
Para ello, estamos preparando una Conferencia Asiática de la Izquierda en Manila en noviembre de este año para discutir los problemas relacionados con la Integración de la ASEAN, el siglo de Asia, y los preparativos y las estrategias que debemos desarrollar.
Dos tipos de Integración
Vemos en el horizonte dos tipos de integración regional en el mundo de hoy. Uno de ellos es la integración, como la ASEAN, que esta al servicio de las empresas transnacionales y las potencias imperialistas.
Mientras nos preparamos para el infierno que será la integración de la ASEAN en la economía capitalista mundial, soñamos con el paraíso. Y nuestra idea del paraíso es que cada país pueda trabajar por el bienestar de su pueblo, y no para un puñado de empresas, o los multimillonarios y la élite.
Y esto apunta a una integración regional antineoliberal, anticapitalista como la que está teniendo lugar hoy en América Latina, encabezada por los dirigentes socialistas de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Cuba. Una integración como el ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas) en América Latina, que sirva como contrapeso a la agenda pro-empresarial y anti-popular de integración de la ASEAN. Este es el tipo de integración asiática por la que debemos luchar.
Es utópico pensar que los países de la ASEAN pueden ser presionados actualmente para forzarles a seguir un camino similar al ALBA. La ASEAN tiene que ser desmantelada primero. Lo que significa que los regímenes burgueses en los países de la ASEAN deben ser derrocados antes para que el gobierno de las masas en las Filipinas y otros países de la ASEAN puedan establecer una integración socialista tipo ALBA.
Dante recorre su propio infierno para alcanzar el Paraíso. Tal vez tengamos que pasar por el infierno para alcanzar la liberación. Dante fue guiado por Virgilio y su musa para encontrar el camino al paraíso. Tenemos nuestra propia musa en la integración socialista, en el socialismo del siglo XXI, y esta será nuestra guía para encontrar el camino. ¡A luchar, a vencer!. ¡Viva la unidad internacional de los socialistas! Mabuhay tayong lahat!
Sonny Melencio, es uno de los dirigentes más respetados de la izquierda filipina y presidente del Partido Lakas ng Masa. Este es el texto de su intervención en la Conferencia de la Alianza Socialista de Australia en Sydney, el 7 de junio 2014
Fuente: http://links.org.au/node/3910
Traducción para www.sinpermiso.info: Enrique García