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Plazos geopolíticos urgentes

Fuentes: Rebelión - Imagen: Detalle del mural "Guerra y Paz" de Cándido Portinari (donado por Brasil a la ONU, Nueva York).

Por la paz mundial y el no alineamiento

Se acercan plazos estratégicos. Las elecciones presidenciales de Estados Unidos se celebrarán el martes 5 de noviembre de 2024. Dos semanas antes, el 23 y 24 de octubre se celebrará en Rusia la Cumbre de los BRICS. Dos fechas límite en el reordenamiento mundial.

En la batalla por la Presidencia de Estados Unidos, la posibilidad del triunfo de Donald Trump es vista como una amenaza extrema por los globalistas a nivel mundial. Se ha construido un clima de guerra civil, que pone en juego operativos de atentados contra el enemigo interno. Los demócratas han removido al decadente Joe Biden y han proclamado a Kamala Harris como la candidata para derrotar a Trump. Robert Kennedy declara el apoyo a Trump en los estados claves.

Este plazo es visto por la OTAN como un condicionante para acelerar la guerra en Ucrania, a fin de enfrentar una posible victoria de Trump con hechos consumados. Trump ha anunciado que la respuesta ante la guerra de Ucrania le corresponde a Europa, con un posible distanciamiento de la participación bélica y financiera de Estados Unidos. La incursión en territorio ruso en Kursk, con el objetivo de controlar la central nuclear y obligar a Rusia a una negociación de intercambio de territorios, escala el conflicto al borde de la respuesta con armas nucleares tácticas. El desplazamiento de efectivos y armamento del teatro del Donbass hacia Kursk, ha debilitado las posiciones ucranianas y ha acelerado el avance de las fuerzas rusas. La estrategia de guerra de desgaste impulsada por Putin es respondida desde el lado de la OTAN con una estrategia de guerra interminable y el escalamiento armamentístico. 

La dinámica de la Guerra en Gaza va en dirección contrapuesta. Kamala Harris está urgida por una posición de algún distanciamiento ante la estrategia de Netanyahu de ampliación hacia una guerra regional, pues requiere asegurar la votación de los movimientos que exigen detener el genocidio en Gaza. Antes del plazo, Netanyahu escala el conflicto con el asesinato de Ismail Haniya, líder de Hamas, en Teherán. Las represalias y contrarepresalias están al orden del día, con el riesgo de una guerra regional.

Al frente se coloca el fortalecimiento de los BRICS, encabezados por China y Rusia, con una estrategia de paso al multilateralismo y una dinámica de guerra económica, en particular, la disputa sobre la primacía del dólar. Después de la aceptación este año de cinco nuevos miembros, Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán, en la Cumbre que se celebrará en Octubre en Kazán se ampliará la presencia con 24 países que han solicitado formalmente su ingreso, entre los cuales están Venezuela, Cuba y Honduras de América Latina.

El escalamiento, buscado por los halcones y las transnacionales armamentísticas, apunta a llevar el conflicto a Taiwán, para enfrentar la expansión china. Con este paso, la Tercera Guerra Mundial que ya vivimos bajo la forma de una guerra proxi en Ucrania y una guerra regional en Medio Oriente, puede convertirse en un enfrentamiento directo entre las grandes potencias.

Como dice Helga Zepp-Larouche, “los próximos seis meses pueden ser los más peligrosos de la historia de la humanidad.” En el reloj del juicio final apenas faltan 90 segundos para la media noche.

Es necesario juntar las voces por una salida de paz mundial y no alineamiento, para evitar la destrucción de nuestra Casa Común.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.