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Una respuesta ecomunitaria a la Operación militar yanqui “Lanza del Sur”

Ecomunitarismo y Nuestramérica

Fuentes: Rebelión [Imagen: Las plazas Bolivar de todas las comunas de Venezuela se han convertido en puntos de alistamiento nacional en las Milicias Bolivarianas. Créditos: TeleSur]

En este artículo el autor defiende el derecho que tienen los pueblos de Nuestramérica a la defensa de su soberanía y sostiene que de esa defensa, que describe como se debe de articular siguiendo los principios del ecomunitarismo, depende si Nuestramérica continuará siendo o será el ‘patio trasero’ yanqui o se enrumbará hacia una integración solidaria y soberana ecomunitarista en el contexto geopolítico mundial.


El 25 de agosto de 2025 publicamos un breve artículo intitulado “Notas ecomunitaristas sobre la defensa contra una invasión militar imperialista en Nuestramérica”. Allí, tras advertir que nuestra brevísima y pequeñísima experiencia político-militar data de 50 años, y que la misma se vio reducida exclusivamente a contextos urbanos, expresábamos: “La invasión militar directa con acción de fuerzas terrestres ha sido la última opción que han usado las potencias imperialistas (en especial EEUU, en Nuestramérica) para sacar un Gobierno que no les agrada y poner otro que responda a sus intereses”. Y advertíamos que EEUU ya usó el pretexto del combate al narcotráfico para lograr ese objetivo.

Pues bien, el 13 de noviembre de 2025 el Gobierno de EEUU acaba de lanzar (a cargo del Comando Sur) la Operación “Southern Spear”  (Lanza del Sur), que el Secretario de Guerra de los EEUU Peter Hegseth presentó como sigue: “Esta misión defiende nuestra patria, expulsa a los narcoterroristas de nuestro hemisferio y protege a nuestra patria de las drogas que están matando a nuestra gente. El hemisferio occidental es la vecindad de Estados Unidos y la protegeremos”.

Desvelando la intención real de tal Operación (que ahora cuenta con el mayor portaviones del mundo, que vino a sumarse en el Caribe a una poderosa flota de ataque yanqui ya desplegada en las cercanías de Venezuela), el Almirante yanqui retirado Jim Stavridis,  que supervisó las operaciones en la región de 2006 a 2009, manifestó: “Espere ataques cinéticos de precisión contra blancos relacionados al narcotráfico y a la capacidad militar (venezolana)…, creo que el objetivo es convencer a Maduro de que sus días están contados, pero convencerlo de eso exigirá una cantidad considerable de ataques contra la infraestructura de Venezuela”. Y agregó que en caso de que Maduro se atrinchere, el gobierno de Trump podría deliberar si debe realizar ataques contra la seguridad de Maduro o hacer una misión de Operaciones Especiales para capturarlo o matarlo. Dijo aún que los EEUU podrían comenzar la acción con ataques a aeropuertos y puertos marítimos (identificados como potenciales centros de distribución de drogas, claro!!!, como si fuera posible, en este mundo donde las drogas circulan en grandes cargueros y aviones a través de los continentes, distinguir una instalación de ese tipo “normal” de otra que trafique drogas).  Y concluyó diciendo que al Pentágono también le gustaría atacar las defensas aéreas venezolanas para proteger a sus propias aeronaves.

Más claro, echarle agua, como decía mi abuelo Emilio.

Notemos por nuestra parte que el portaviones recién llegado al Caribe posee una flota de aviones de combate que duplica a toda la Fuerza Aérea de Venezuela. Y a ello se agrega su armamento misilístico de largo alcance, que viene a sumarse al de los otros buques que lo acompañan (incluyendo a un submarino nuclear), con helicópteros y un total de unos 10.000 soldados.

Ante todo ese panorama, a la luz de las muchas invasiones de EEUU a países de Nuestramérica a lo largo de la Historia, y pensando ahora en Venezuela (pero también en un posible mañana de Colombia y/o México, y un pasado mañana de Brasil, si Lula es reelecto en 2026, y un traspasado mañana de cualquier otro país de Nuestramérica, cuyos bienes codicie EEUU, y/o que esa potencia imperial quiera mantener o atraer hacia su dominio geopolítico), nos parece pertinente reiterar algunos conceptos centrales expresados con óptica ecomunitarista en aquel texto del 25 de agosto de 2025, en el que presenté resumidamente algunas medidas que considero fundamentales que implemente un país que en Nuestramérica quiera encaminarse hacia el Ecomunitarismo para: 1)  intentar evitar una invasión terrestre imperialista, y, 2) enfrentarla con chances de victoria, si esa invasión se produce. [Aclaramos otra vez que aquí nos limitamos a la solución militar para ambas cuestiones, dando por descontado que dicho país también ha implementado las medidas comunitario-ambientales relativas a las otras dimensiones interconectadas constitutivas del Ecomunitarismo, todas tendiendo a aplicar diariamente el principio rector del Ecomunitarismo que reza “De cada un@ según sus capacidades y a cada un@ según sus necesidades, respetando los equilibrios ecológicos y la interculturalidad”].

1. Para prevenir y enfrentar la ocurrencia de las otras formas de agresión militar imperialista citadas por Stavridis, y especialmente para tratar de impedir la invasión, el país que se enrumbe hacia el Ecomunitarismo en Nuestramérica, como prolongación de la educación ambiental ecomunitarista y de la política de tod@s que practica, debe:

  • a) Crear la Doctrina militar de defensa que consiste en la Guerra de todo el Pueblo, que estriba esencialmente en el hecho de que la defensa del país no es tarea exclusiva de los cuerpos especializados de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y de Policía (mientras éstos existan, pues en el camino hacia el Ecomunitarismo éstas habrán de desaparecer), sino que es responsabilidad (libremente asumida) de toda la ciudadanía.
  • b) Tal responsabilidad se concreta en el alistamiento voluntario a las Milicias Populares, que funcionarán como fuerzas complementarias de las fuerzas especializadas antes mencionadas (como se verá más abajo, mientras el invasor no haya ocupado partes del territorio agredido).
  • c) La Fuerzas especializadas deben ser educadas en la contribución (incluso en actividades productivas) al Buen Vivir del pueblo, en el respeto y servicio hacia éste, en la defensa de la soberanía del país y de la integración solidaria, soberana e independiente de todos los países de Nuestramérica, incluso en el área de Defensa y Seguridad.
  • d) Tanto las fuerzas especializadas como las milicianas deben tener un relevamiento de las personas que desde dentro del país pudieran apoyar la invasión imperialista, a fin de neutralizarlas, apresándolas, cuando haya pruebas de su colaboración con el enemigo, y, aun sin evidencias, cuando la invasión parezca inminente.
  • e) Cuanto más avanzado se muestre el país en todos esos aspectos, más disuadirá al potencial invasor imperialista de sus intenciones invasoras, en la medida en que calculará el costo en vidas que le significaría esa operación militar (y su consecuente efecto socio-político negativo dentro de su propio país, para las autoridades imperialistas que la ordenaran).
  • f) Estrechar lazos solidarios con todos los pueblos y países de Nuestramérica, tratando de que esa fuerza popular y diplomática unida evite la agresión militar imperial, y logrando que esos otros pueblos y países se sumen activamente a la defensa del país agredido, en caso de que aquella agresión se produzca. El ALBA y la CELAC son dos de los mecanismos institucionales ya existentes para la concreción de esa unidad de acción.

2. Para enfrentar la invasión, si la misma no pudo ser evitada, los países de Nuestramérica deben preparar y disponerse a practicar la Guerra de todo el Pueblo, sabiendo que el agresor imperialista (en especial EEUU, pero también Francia o Inglaterra, aliados de EEUU en la OTAN, que aún mantienen colonias y/o semicolonias en Nuestramérica):

  • a) tiene un poderío tecnológico-militar para la guerra convencional infinitamente superior a la poseída por cada país nuestroamericano,
  • b) que en base a ese poderío, con bombardeos lejanos (con misiles, aviones, barcos, submarinos, y drones) el agresor puede en poco tiempo asesinar algun@s líderes-as del país agredido, y destruir los principales centros de comando (incluyendo su personal), las principales bases militares y la aviación del país agredido, y,
  • c) puede en un ataque terrestre ocupar en poco tiempo (de corto o mediano plazo)  importantes enclaves de importancia militar-política-sicológica del país agredido, como pueden serlo su capital y-u otras ciudades.

3. De todo lo anterior se deduce que la única posibilidad que le queda al país agredido para resistir a la invasión terrestre con alguna chance de vencerla, es prepararse con la mayor anticipación posible e implementar cuando ocurra la invasión, la guerra popular prolongada de guerrillas (ya que vari@s líderes-as habrán sido asesinad@s o aprisionad@s por el invasor, y que las fuerzas de defensa especializadas del país agredido serán fuertemente menguadas por el ataque del imperialismo, cuando no completamente desarticuladas). Esta guerrilla popular prolongada puede y debe tener por escenario tanto los espacios rurales como las áreas urbanas, como lo hizo victoriosamente el heroico Vietnam que venció sucesivamente a los imperios japonés, francés y estadounidense. Para tanto, las Milicias Populares creadas en tiempos anteriores a la invasión deben ser entrenadas con tiempo y minuciosidad, ANTES de la invasión, a la práctica de esa guerra de guerrillas; para la cual deberán haber sido escondidos antes de la invasión, depósitos secretos y descentralizados de armas y demás implementos, a los efectos de que las Milicias los usen cuando llegue el momento. Y también antes de la invasión las Milicias deben haber establecido los mecanismos para aprovechar la ayuda solidaria que puede venir desde fuera del país, en especial de algún país vecino que pueda servir de retaguardia a la lucha de guerrillas.

Ahora, para concluir provisoriamente estas breves líneas, enfatizamos que: 4)  En óptica ecomunitarista siempre hemos defendido y defendemos la necesidad de una integración solidaria y soberana entre los pueblos de Nuestramérica, libre de cualquier dominio o injerencia imperial, para que Nuestramérica ocupe un lugar con voz y acción propia en el concierto geopolítico mundial; y hemos dicho que esa voz y acción ha de propender a la constitución de una Organización de los Pueblos Unidos (que promueva la cooperación mutuamente solidaria para satisfacer las necesidades de cada ser humano del Planeta y cuidar a la Pachamama), que, a diferencia de la actual ONU, reconocerá a todos los pueblos en pie de igualdad, con decisiones tomadas en su Asamblea General, y en la que no existirá el poder de veto del que hoy gozan cinco países dotados del arma nuclear. 

5) Que lo que está en juego para Nuestramérica ante la operación yanqui “Lanza del Sur” va muchísimo más allá de la opinión que nos merezcan los gobiernos de Maduro, Lula, Petro y Sheinbaum (o de cualquier país nuestroamericano en el presente o en el futuro). Pues lo que se decide es si Nuestramérica continuará siendo o será el “patio trasero” yanqui (al que alude el pronunciamiento de Peter Hegseth arriba citado), o se enrumbará hacia una integración solidaria y soberana ecomunitarista en el contexto geopolítico mundial. Pues, como ya lo dijimos, la agresión militar yanqui (con o sin el apoyo de sus socios de la OTAN), hoy en curso contra Venezuela, orientada al control de la reserva petrolífera de ese país (que es la mayor del mundo), y de otras tantas riquezas que alberga el territorio venezolano, ya ayer se ha abatido, y mañana puede abatirse, contra cualquier otro pueblo-país de la región, como consecuencia de la misma codicia y ambición de dominio imperial. Por eso, todos los pueblos, países y personas nuestroamerican@s deben cerrar filas con el pueblo agredido y defenderlo activamente, incluso para prevenirse de posibles futuros ataques imperiales que pudieran afectarlos a ell@s. Y conste que lo que aquí decimos en relación a una agresión yanqui-OTAN, vale, también lo hemos dicho (en el contexto de la postura soberana y solidaria que defendemos), en lo que respecta a cualquier otra agresión imperial contra algún pueblo-país de Nuestramérica (llámese el imperio en cuestión, Rusia, China, o como sea).


«Lo que se decide es si Nuestramérica continuará siendo o será el “patio trasero” yanqui o se enrumbará hacia una integración solidaria y soberana ecomunitarista en el contexto geopolítico mundial»


Bibliografía Mínima sobre el Ecomunitarismo

Sirio López Velasco, Decálogo, Manifiesto y Compendio Ecomunitarista, Ed. Fi, 2025, gratuitamente disponible en https://www.editorafi.org/ebook/c054-decalogo-manifiesto-compendio-ecomunitarista

Sirio López Velasco, Filosofía Ecomunitarista Aplicada, vol. 1 (2023, Ed. Fi, P. Alegre), vol. 2 y vol. 3 (2024 y 2025, Ed. Quero Saber, Toledo), respectivamente disponibles en https://www.editorafi.org/ebook/a042-filosofia-ecomunitarista-aplicada, https://doi.org/10.58942/eqs.108https://doi.org/10.58942/eqs.145.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.