Las delegaciones de América, que participan en la III Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas de Abya Yala, elaboran propuestas para emprender acciones políticas y legales que culminen en la recuperación de los patrimonios territoriales, naturales, intelectuales y la identidad. En las mesas de trabajo, instaladas en el sitio sagrado maya Iximché, Tecpán, Chimaltenango, […]
Las delegaciones de América, que participan en la III Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas de Abya Yala, elaboran propuestas para emprender acciones políticas y legales que culminen en la recuperación de los patrimonios territoriales, naturales, intelectuales y la identidad.
En las mesas de trabajo, instaladas en el sitio sagrado maya Iximché, Tecpán, Chimaltenango, donde se abordan las problemáticas que enfrentan los pueblos originarios, se ha coincidido en la necesidad de construir estrategias que posteriormente se conviertan en ‘leyes’ en los territorios nacionales, para reivindicar los derechos arrebatados a esta población hace 514 años.
Daniel Saquic, dirigente indígena y representante del Proyecto Desarrollo Santiago, manifestó que es importante retomar el tema de la diversidad de los pueblos en los estados nacionales, en el caso de Guatemala, las comunidades que coexisten.
Saquic puso como ejemplo el caso de sur de América, donde desde hace años se habla de plurinacionalidad, lograda luego de varios procesos; ahora las nacionalidades indígenas habitan en los países con estados nacionales.
El líder manifestó que es necesario buscar alternativas urgentes al desarrollo integral, porque el que se ha impulsado ha sido orientado a la acumulación y el consumismo, que ha destruido la ecología.
Se considera que los pueblos indígenas entienden la relación entre seres humanos y la madre naturaleza, donde radica la sostenibilidad de la vida y no la económica, indicó Saquic, panelista en la mesa de trabajo sobre Diversidad, Plurinacionalidad y Desarrollo Integral.
Por su parte, Julián Burgos, de la Fundación K´aqchikel, señaló que a los pueblos originarios les fueron arrebatados sus conocimientos y se les ha vedado el derecho a ejercerlos y usarlos libremente.
Varios patrimonios derivados del conocimiento están patentados por los países europeos y occidentales, que posteriormente los traen a estos territorios en forma de productos con precios y valores, que los pueblos deben pagar, por necesidad.
El tema del conocimiento y propiedad intelectual indígena ha sido abordado en las dos primeras cumbres, sin embargo es hasta ahora que se plantea la necesidad de elaborar propuestas concretas, legales, tendientes a recuperar esos derechos colectivos, que actualmente sólo se reconocen como individuales.
Los pueblos originarios jamás produjeron algo en solitario y para el bien de una sola persona, sino en función de la sociedad, agregó Burgos, quien señaló que entre los conocimientos raptados está la cura al paludismo o la malaria, cuyo medicamento es extraído de un árbol que sólo se produce en América; también figuran la conocida aspirina, los tratamientos para el VIH/SIDA y el cáncer, que también están compuestos de residuos de plantas endémicas de este continente, pero que están patentados y regresan a los territorios como medicamentos caros, que únicamente pueden obtener las personas con poder adquisitivo.
III Cumbre Indígena: miembros de asamblea exigen que haya debate de altura
Miembros de la asamblea de la III Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas de Abya Yala, que se celebra en el sitio sagrado Iximché, Tecpán, Guatemala, pidieron este miércoles que haya altura en el debate, ya que se limitan a pronunciar el mismo discurso y a mostrar el divisionismo que existe, principalmente en Guatemala.
Esta posición fue manifestada esta mañana durante el tercer foro panel denominado ‘Democracia: Estado Nación y los Pueblos Indígenas’, donde varios ponentes coincidieron en que no basta en que un Presidente sea indígena o ejerza como autoridad local, para decir que esta población ha tomado el poder y que representa a las mayorías.
Los participantes, especialmente de Sudamérica, sugirieron a sus compañeros que no se enfrasquen en el mismo discurso que se ha escuchado desde hace más de 500 años, porque pasarían otros quinientos, sin que hayan soluciones, por lo que es mejor ser más propositivos.
Que de esta Cumbre salgan propuestas contundentes que lleguen a oídos del mundo, principalmente del ‘imperio’ y de las Naciones Unidas (ONU), para que se empiecen a aplicar los instrumentos internacionales relativos a los pueblos originarios, cuyos mandatos incumplen, coincidieron líderes de Ecuador.
En las intervenciones, luego de las ponencias en el panel foro, que deberían enfocarse en el tema central abordado por los expertos y expertas, destacaron quejas como, ‘denunciamos que el alcalde es un vende patrias’, ‘ya no queremos que se nos califique como indios’, ‘hemos estado oprimidos por más de 500 años’ y ‘no nos tomaron en cuenta en esta cumbre, por lo que estamos aquí de metiches’, entre otros, que según los participantes extranjeros, no tienen un nivel de altura.
Entre otros llamados que hacen los miembros de la asamblea de la III Cumbre Continental está que al final de este evento, debe quedar articulada la plataforma de acción conjunta, ‘sí o sí’, que permita iniciar la recuperación de los patrimonios de los pueblos indígenas, de lo contrario se llegará a la Cuarta actividad, sin nada alcanzado.
No hay gobierno indígena sin reforma al sistema de poder
No puede hablarse de un gobierno, que represente a los indígenas mientras no se reforme el sistema de poder, porque éste está basado en normas excluyentes, indicaron expertos durante el panel foro ‘Democracia: Estado Nación y los Pueblos Indígenas’, en el marco de la III Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas de Abya Yala.
La actividad, que se desarrolla en Tecpán Guatemala, Chimaltenango, alberga a por lo menos 2 mil personas, de 18 delegaciones del Norte, Centro y Sudamérica, de diferentes comunidades étnicas, reunidas para construir una plataforma de acción conjunta, de cara a las luchas reivindicativas de las poblaciones originarias de América.
La estructura del estado y del poder debe ser transformada, para poder hablar de representatividad y una de las acciones tendientes a alcanzar este objetivo es la implementación de nuevas Constituciones en las naciones, como empieza a ocurrir en el sur, donde se busca incorporara todos los sectores en el ejercicio del poder, incluso, los llamados criollos o mestizos, que también han pagado el precio de las facturas del sistema neoliberal, fue una de las conclusiones de los panelistas.
Demetrio Cojtí, académico indígena guatemalteco, expuso que la participación de los sectores indígenas en los Consejos de Desarrollo o en las municipalidades, en el caso de Guatemala, no significa que se haya tomado el poder, porque se siguen utilizando instrumentos o leyes que únicamente favorecen a un determinado grupo.
Una municipalidad oficial puede estar dirigida por una corporación eminentemente indígena, pero las normas actuales son las que dictan u orientan el rumbo de sus acciones, que tradicionalmente son excluyentes, agregó Cojtí, quien durante el gobierno del fallecido Presidente Ramiro De León Carpio, fungió como Ministro de Educación.
En este caso se estaría hablando de la toma de la alcaldía y no del poder local, agregó el ponente, al recalcar que mientras se apliquen las leyes oficiales, construidas cuidadosamente de manera de que no se afecten los intereses de las clases tradicionales, no puede hablarse de que las poblaciones originarias hayan tomado el control de un estado.
Por su parte, Araceli Burgueti, conocedora de las culturas indígenas de América y originaria de México, dijo que cuando se elaboren propuestas o normas, es necesario tener cuidado de que no se esté dando un cheque en blanco a los sectores que históricamente han ejercido el control, sino que las propuestas deben ir acompañadas de ‘candados’ o agendas, que orienten el que hacer de un gobierno.
Cumbre indígena no es una reunión de ‘expertos’, es un evento de protagonistas
La III Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas de Latinoamérica no es una reunión tradicional de expertos, académicos y ongs, discutiendo sobre los ‘otros’, sino que es un evento en el que los protagonistas colocan los temas y las agendas sobre sus propios intereses, destacó la periodista Ileana Alamilla.
En su columna ‘Eclipse’, titulada ‘Abya Yala’, publicada por Prensa Libre, Alamilla señaló que los debates programados tienen como fin discutir sobre cómo frenar el despojo, la injusticia, el abandono, la invisibilización y la asimilación de que han sido víctimas los pueblos indígenas en el continente americano.
La periodista indicó que uno de los objetivos estratégicos del evento tiene que ver con un tema actual en Guatemala: la refundación del Estado, con las consiguientes reformas que tendrán que abordar el problema de la exclusión de los grupos étnicos.
Las y los organizadores de la Cumbre esperan que uno de los resultados sea construir la palanca del movimiento indígena del Continente, para ser un actor político en las definiciones de las políticas de Estado, recordó Alamilla.
La agenda del encuentro, que inició el 26 de marzo y concluirá el próximo viernes 30, incluye temas relativos a la tierra y el territorio, la participación política de las mujeres, la criminalización de las luchas de los pueblos indígenas, la niñez y la juventud indígena, los sistemas jurídicos indígenas y el acceso a la justicia, entre otros, agregó.
El significativo contenido que desarrollan las y los asistentes en Iximulew (Iximché), lugar recientemente visitado por George Bush, presidente de Estados Unidos, y posteriormente ‘limpiado’ por sacerdotes mayas, adelanta la importancia que tendrán los resultados de la Cumbre para el futuro de la cambiante Abya Yala (América Latina), pronosticó la columnista.
Alamilla concluyó que las delegaciones no plantean únicamente reivindicaciones culturales, sino que se trata de estar presentes en los espacios de poder con niveles de decisión, que es lo que realmente garantiza la consecución de los derechos económicos, sociales, políticos y culturales que les corresponden a los pueblos indígenas.