Los bancos éticos destacan además por tener tres grandes ámbitos de actividad: Por un lado, la economía social ; por otro, el medio ambiente, finalmente, una vertiente cultural y educativa…
En medio de una gravísima crisis económica, provocada en gran medida por los excesos del mundo financiero, hay cada vez más personas que se plantean qué hacen los bancos y cajas con sus ahorros. En este sentido, parece abrirse una oportunidad para un tipo diferente de entidades, que hagan más énfasis en la transparencia y la participación horizontal en actividad y que, a ser posible, vinculen sus inversiones a actividades socialmente sostenibles. Quizá haya llegado, para muchos, la hora de los denominados bancos éticos.
¿Qué es un banco ético? ¿Es posible compaginar la actividad bancaria y crediticia con los principios solidarios? Arcadi Oliveres, Profesor de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Catalunya, diferencia las actividades de estos bancos de las del resto de entidades privadas, que en su opinión se han pervertido en las últimas décadas. Para Oliveres, en la banca ética, «la característica más importante es la transparencia, que la gente sepa en todo momento qué se está haciendo con su dinero».
Los bancos éticos destacan además por tener tres grandes ámbitos de actividad, tres áreas en la que invertir prioritariamente el dinero de sus clientes: «Por un lado, la economía social, cooperativa, como empresas para discapacitados, iniciativas para gente sin empleo, etc.; por otro, el medio ambiente, con entidades de carácter ecológico, de conservación de los bosques…; finalmente, una vertiente cultural y educativa».
Un banco con las ideas muy claras
Estos son precisamente los principios fundadores de Triodos Bank, que lleva más de treinta años trabajando en Europa y, desde 2004, en España. Su director, Esteban Barroso, nos explica por qué Triodos no ha necesitado de las ayudas estatales ante la crisis financiera: «Fundamentalmente, por el modelo de negocio que desarrollamos: solo invertimos en economía real, en organizaciones que generan productos y servicios necesarios en clave de sostenibilidad: agricultura ecológica, energías renovables, comercio justo, apoyo a grupos en riesgo de exclusión social…»
Otra de las claves de su autonomía es su estructura internacional: «Al abarcar a países como Bélgica, Holanda o el Reino Unido, que captan más fondos de los que invierten, podemos realizar inversiones en un país deficitario como España sin tener que recurrir a endeudarnos en el mercado interbancario. Por todo ello, el banco está en una fuerte situación de liquidez».
España, un campo con muchas oportunidades de inversión
En un contexto en el que el crédito a la economía real está prácticamente paralizado, destaca el posicionamiento de Triodos sobre España: «En España hay muchas oportunidades de inversión en lo medioambiental, en lo cultural, en lo social, etc. En nuestro país somos deficitarios en términos de recursos, pero el banco crece a más del 50% anual en volumen de clientes». Un aumento más que notable, que quizá se podría achacar a una reacción de la opinión pública a raíz de la crisis: «Parece que cada vez son más las personas que quieren saber mejor de qué modo se gestiona su dinero y en qué actividades se está invirtiendo este».
No les obsesiona el crecimiento: «Simplemente es una señal de que lo estamos haciendo bien. No es un objetivo en sí mismo, lo que pasa es que lo que hacemos tiene sentido para mucha gente y muchas empresas, que deciden gestionar su tesorería con una institución como la nuestra».
No hay solo una forma de entender las finanzas éticas
Triodos Bank no es el único modelo de banca o finanzas éticas existente en España. El otro ejemplo reseñable, al margen de alguna cooperativa con fines estrictamente sociales, es el de la Fundación Inversión Ahorro Responsable (FIARE), establecida en España desde 2003, cuando un grupo de personas y movimientos sociales, concienciados sobre las carencias existentes, decidieron poner en marcha una iniciativa financiera bastante diferente a las predominantes.
Nada más comenzar a hablar con su director, Peru Sasia, comenzamos a ver las diferencias con las entidades tradicionales, pero también con otros bancos éticos: «Nosotros no somos un grupo de emprendedores que ha visto un nicho de mercado; entendemos que el reto de la actividad financiera trae implícita la banca ética como un proyecto político». De este modo, el servicio del crédito se convierte en una herramienta con la que esta fundación, constituida por más de 600 movimientos sociales, aspira a transformar la realidad.
Participación, además de la transparencia
Aparte, por supuesto, de la mencionada transparencia, en FIARE cuentan con otro pilar: la participación. «Como buscamos orientar la intermediación financiera al servicio de sociedades más justas, tenemos muy claro que necesitamos del concurso de los movimientos sociales para definir ese objetivo de justicia: para nosotros puede ser más importante luchar contra el desempleo o los problemas de los inmigrantes que asuntos, por ejemplo, como la agricultura ecológica. Conocer los retos existentes exige además cercanía al territorio y, sobre todo, fiarse de los movimientos sociales, cosa que no han hecho las cajas de ahorro, que siempre los han considerado flojos, débiles o poco constantes».
Pese a que los dos modelos de banca ética expuestos entienden que la actividad financiera ha de estar al servicio de la economía real, en FIARE encontramos, además, un proyecto político ideológicamente muy definido: «Este sistema nos mueve a sentirnos inseguros, muy frágiles en nuestro trabajo, a buscar mayor consumo y seguridad, etc. Lo que hemos conseguido es, creando las condiciones adecuadas, rescatar valores que estaban enterrados. Y con ello comprobamos que podemos ofrecer depósitos en los que el cliente puede llegar a renunciar al tipo de interés; y vemos que hay mucha gente que no se muere por un bolígrafo o por un punto más de rentabilidad y que puede ser solidaria, cooperadora y austera en el consumo».
«Un proyecto tan a contracorriente tiene que estar basado en redes concéntricas de confianza, de boca a boca, etc. Retribuimos poco el ahorro, pero somos muy competitivos en los préstamos, porque entendemos que es el área en la que más tenemos que ayudar».
De un modo u otro, parece que en el panorama español hay una oportunidad para determinadas entidades financieras que estén dispuestas a hacer algo diferente. Pero cabría preguntarse lo siguiente: ¿por qué tienen una existencia marginal a pesar de su teórico buen hacer?
Prejuicios y barreras de entrada
Para Esteban Barroso, se trata de una cuestión de hábitos: «Uno va al banco, como mucho, una vez al año a pedir un préstamo. Pero lo financiero no ocupa un lugar central en nuestra actividad diaria, como el consumo o el trabajo». Además, «falta la proximidad física, el reconocimiento e imagen de marca -si no ves todos los días un banco en la calle es como si este no existiera-, etc. Necesitamos por ello una mayor «cultura financiera», por llamarlo de alguna forma.
Barroso ejemplifica este deseable nivel de cultura financiera con un ejemplo gráfico: «Cuando vas al banco, no preguntas al empleado cuándo te van a devolver el dinero depositado, cómo van a generar el beneficio para poder devolverlo en su momento, qué tipo de interés aplicarán en otras operaciones para ello… Sin embargo, cuando el banco te lo presta, a ti te hace muchas preguntas». ¿Por qué no hacer que las cosas sean de otra manera?
Cuando se va más allá de la información superficial, se encuentran muchas ventajas en este tipo de sector. El Profesor Arcadi Oliveres hace referencia a la elevada solvencia de estas entidades como uno de sus principales activos: «Estos bancos tienen mucha mayor solvencia de la que pueda tener un gran banco o una caja de ahorros. No especulan con el dinero de los depósitos, cuando los grandes problemas de la crisis financiera han venido de la especulación inmobiliaria». Todo parece indicar que la actual arquitectura financiera tiene fallos muy importantes. Quizá sea el momento de probar algo diferente, por el bien de todos.
Fuente: http://www.kaosenlared.net/noticia/banca-etica-la-otra-economia