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Batalla obrera en Haití

Fuentes: El Nacional

Batalla Obrera (Batay Ouvriye, en creole) es el nombre de un movimiento sindical clasista haitiano. Batalla Obrera está empeñada en organizar sindicalmente y defender los derechos de los trabajadores haitianos y ha logrado crear una «intersindical» que enlaza diversos sindicatos y proyectos de sindicatos. La intersindical de Batalla Obrera asesora el sindicato formado recientemente en […]

Batalla Obrera (Batay Ouvriye, en creole) es el nombre de un movimiento sindical clasista haitiano.

Batalla Obrera está empeñada en organizar sindicalmente y defender los derechos de los trabajadores haitianos y ha logrado crear una «intersindical» que enlaza diversos sindicatos y proyectos de sindicatos.

La intersindical de Batalla Obrera asesora el sindicato formado recientemente en las empresas del «Grupo M» en Juana Méndez, Haití.

Y en estos días sus dirigentes han hecho denuncias preocupantes, que ya repercutieron en la prensa nacional.

Intimidaciones patronales, insultos, amenazas, acoso sexual, golpes, vejaciones a trabajadoras, vacunas de origen desconocido que han provocado abortos a nueve mujeres en avanzado estado de embarazo, despidos ilegales, uso de la fuerza.

¿Programas de esterilización? Hay serias sospechas al respecto.

Plan para desconocer los derechos laborales, violando el Código de Trabajo de Haití y los derechos del conglomerado laboral.

Esto sucede en un país que, sacudiéndose de los abusos de un régimen corrupto y despótico, cayó en brazos de una ocupación militar extranjera.

Allí se combina la impronta liberatoria desatada después de la salida de Aristide con los intentos del régimen de ocupación de maniatar nuevamente las ansias de libertad del pueblo haitiano.

La ocupación extranjera es fundamentalmente estadounidense, pero en estos días le han puesto el traje de la Onu y, además de Francia y Canadá, una serie de países latinoamericanos han asumido esa vergonzosa responsabilidad.

República Dominicana, a pesar de que durante la gran crisis de gobierno envió 50 soldados, no forma parte del ejército de ocupación y ojalá que a nadie se le ocurra empujar el país a esa aventura. El tema domínico haitiano es demasiado sensible como para decidirse a maltratarlo de esa manera.

Sin embargo, alrededor del conflicto obrero patronal en las empresas del Grupo M radicadas en Juana Méndez, han ocurrido hechos que, de continuar, podrían tener efectos desastrosos para las relaciones entre ambos pueblos y naciones.

Batalla Obrera y periodistas que han visitado Juana Méndez dan cuenta que tropas dominicanas han intervenido en ese conflicto y han sido empleadas por los ejecutivos de esa empresa para reprimir, vejar y abusar contra obreras y obreros haitianos.

Se dice incluso que en su presencia y bajo su presión fueron desnudadas tres trabajadoras integrantes de la directiva del sindicato.

¿Quién y cuándo se ordenó la presencia de soldados dominicanos en Haití para tales faenas?

¿Quién le prestó esa unidad militar a empresarios zonafranqueros?

¿El presidente de la República? ¿El secretario de las Fuerzas Armadas? ¿El jefe del Ejército? ¿El jefe del Departamento Noroeste de la zona fronteriza con asiento en Dajabón?

¿Cómo puede justificarse esa barbaridad?

¿Deben los intereses particulares de una empresa determinar que unidades militares dominicanas sean usadas a su favor fuera de nuestras fronteras?

¿Los responsables de esa decisión meditaron sobre sus consecuencias?

¿Evaluaron cómo puede esto envenenar aún más las relaciones dominico haitianas, y traducirse en confrontaciones mayores?

¿Deben ser manejados los militares de nuestro país como «guachimanes» al servicio de empresas dominicanas radicadas fuera del territorio?

¿Hasta dónde seguirá siendo el Estado dominicano presa de la ambición de dinero, de la insensatez y del empleo de sus medios coercitivos como patrimonio de particulares?

¿Se inició ya la privatización de las Fuerzas Armadas Dominicanas?

Si es así, deben comunicárselo oficialmente a nuestra sociedad.