La Casa Blanca rechazó ayer la propuesta lanzada por el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, de mantener un debate televisado con el presidente estadounidense George W. Bush, y describió la propuesta de «distracción» del mandatario persa. Ahmadineyad también criticó el derecho de veto de los cicno miembros permanente del Consejo. Ahmadineyad propuso que se celebre […]
La Casa Blanca rechazó ayer la propuesta lanzada por el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, de mantener un debate televisado con el presidente estadounidense George W. Bush, y describió la propuesta de «distracción» del mandatario persa. Ahmadineyad también criticó el derecho de veto de los cicno miembros permanente del Consejo.
Ahmadineyad propuso que se celebre un debate televisado en directo entre él y Bush, para que ambos presenten sus ideas sobre un «nuevo sistema global». «Sugiero que se encuentren otros modos de gobernar el sistema mundial en lugar del
método injusto con el que EEUU y Gran Bretaña tratan de controlar, incluso por la fuerza. Por eso propongo que se celebre un debate televisado con Bush para que cada uno presente sus ideas de cómo crear un nuevo sistema global basado en la justicia y en la dignidad humana», indicó.
Ahmadineyad acusó a los gobierno de Washington y Londres de buscar imponer su hegemonía en todo el mundo y otorgándose el derecho de hacer concesiones al resto de países. El presidente iraní utilizó la mayor parte de su aparición pública para criticar la política internacional de EEUU y Gran Bretaña, y a exigir un «nuevo orden mundial» que reemplace el creado por los países vencedores de la II Guerra Mundial.
«La brecha entre países ricas y pobres se ha ampliado. Este sistema injusto tiene que ser reemplazado por uno justo para que los pueblos obtengan sus derechos legítimos», explicó.
El presidente dijo que EEUU y Gran Bretaña prolongaron la guerra entre Israel y el grupo chií libanés Hizbula de «forma deliberada» dentro de un plan elaborado antes de que se iniciaran los enfrentamientos.
Por eso, prosiguió Ahmadineyad, Washington y Londres rechazaron un alto el fuego, que sólo aceptaron por la presión del Estado francés.
«En nuestro mundo de hoy, encontramos algunos países que creen que tienen el derecho de disponer de concesiones especiales en el Consejo de Seguridad, en particular EEUU y Gran Bretaña. Pero esos dos países, en lugar de promover la paz y seguridad mundial, insisten en pasar resoluciones que sirven a sus intereses». Y se preguntó «¿quién puede preguntar a esos dos países sobre sus crímenes en Irak? ¿cómo pueden algunos estados considerarse tutores del mundo?».
El líder iraní se mostró confiado en que el Consejo no apruebe una resolución en contra de su país porque «el tiempo de usar ese instrumento ya pasó» e «Irán ha dado a Europa una oportunidad única para resolver la cuestión, si lo desean, mediante la justicia».