Recomiendo:
0

Aumenta el sentimiento antiestadounidense en Asia del Sur

Campaña del terror de EE.UU. atascada en Pakistán

Fuentes: Asia Times

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

El sentimiento antiestadounidense está aumentando en el teatro de la «guerra contra el terror» en Asia meridional, dejando a Washington ante un dilema sobre cómo intervenir y preservar sus intereses.

Un discurso del ex primer ministro Nawaz Sharif en Youm-e-Takbeer (el 10º aniversario del ensayo paquistaní de un artefacto nuclear el 28 de mayo de 1998) ilustra como los sentimientos contra EE.UU. se han convertido en un instrumento de los políticos para movilizar a las masas. Declaró:

«No absolveré al [presidente Pervez] Musharraf de las acusaciones en su contra por devastar el país al venderlo a potencias extranjeras, al realizar la masacre de Lal Masjid, al encarcelar al científico nuclear Dr. [Abdul Qadeer] Khan y a jueces de la Corte Suprema y al entregar paquistaníes a las agencias estadounidenses a cambio de dólares.»

Sharif se refería a al apoyo de Musharraf a la «guerra contra el terror» dirigida por EE.UU. después del 11 de septiembre de 2001, al inicio de la incursión militar contra la Mezquita Roja (Lal Masjid) radical, favorable a los talibanes, en Islamabad el año pasado, al encarcelamiento de Khan, el padre del programa de la bomba paquistaní, y a la destitución el año pasado de jueces opuestos a la continuación en la presidencia de Musharraf.

Es obvio que Sharif, que dirige la Liga Musulmana Nawaz de Pakistán (PML-N), no quiere que Musharraf desaparezca tranquilamente. Quiere que se le responsabilice por sus años en el poder después de realizar un golpe militar en 1999. La PML-N ayudó a formar un gobierno de coalición después de las elecciones de febrero, con el dominante Partido Popular de Pakistán (PPP), pero desde entonces ha tenido una relación difícil con su nuevo asociado político.

El discurso de Sharif tuvo lugar antes de una visita programada a Pakistán de Richard Boucher, secretario adjunto de estado de EE.UU. para Asuntos de Asia del Sur y Central. Boucher debía coordinar con el gobierno encabezado por el PPP, con la presidencia y los militares, una mejor estrategia en la «guerra contra el terror.»

Sin embargo, el viaje de Boucher fue postergado por el embajador paquistaní en EE.UU., Husain Haqqani, por el fuerte sentimiento antiestadounidense en las calles y el plan de la PML-N de organizar manifestaciones ante su llegada – lo que podría haber resultado embarazoso para las relaciones entre Pakistán y EE.UU.

Probablemente no sea por coincidencia que redes locales de televisión seleccionadas, hayan transmitido una serie de entrevistas telefónicas con Khan, que está bajo arresto domiciliario. Khan arremetió contra EE.UU., así como contra Musharraf, por su detención. En enero de 2004, Khan confesó haber estado involucrado en una red clandestina internacional de proliferación de tecnología de armas nucleares de Pakistán a Libia, Irán y Corea del Norte. Fue perdonado por Musharraf, pero colocado en arresto domiciliario.

Khan niega ahora haber filtrado secretos atómicos, según la BBC, citando una entrevista telefónica con el científico, cuyos detalles fueron publicados el jueves. Khan dijo que se le presionó para que aceptara las acusaciones «en función del interés nacional,» dijo la BBC en su sitio en la Red. «Son afirmaciones falsas,» dijo al servicio urdu de la emisora. Cuando se le preguntó por qué fue presionado para que confesara, Khan dijo: «Si una persona acepta la responsabilidad, se salva al país.»

Anteriormente, en una iniciativa que atrajo poca atención, un ex responsable de la Inteligencia Inter-servicios (ISI), el comandante en retiro de la aviación, Khalid Khawaja, solicitó que se abriera un caso policial contra Musharraf, el general Tariq Majeed, el comandante de cuerpo de entonces y actual jefe del Comité del Estado Mayor Conjunto, Rawalpindi, así como otros responsables civiles, en conexión con asesinatos durante el asalto de Lal Masjid.

Khalid se mostró otrora amistoso hacia Osama bin Laden y ayudó a organizar las numerosas reuniones de Sharif con el líder de al Qaeda en un intento de derrocar el gobierno de Benazir Bhutto en 1989. Después de numerosos desmentidos, Sharif terminó por admitir esas reuniones en un reciente programa de la televisión, diciendo que en esos días incluso los estadounidenses se reunían con bin Laden.

Khalid también solicitó que se registraran varios otros casos en conexión con secuestros – gente sospechada de tener vínculos con al Qaeda y el talibán detenida por las fuerzas de seguridad sin ningún caso policial presentado en su contra.

Musharraf fue citado a declarar en esos casos y si renunciara a la presidencia, se activarían de inmediato los casos en su contra, lo que podría llevar a su arresto y procesamiento, que es lo que Sharif insinuó en su discurso de Youm-e-Takbeer. Han circulado rumores en Pakistán durante los últimos días de que Musharraf estaría a punto de dimitir.

Otro enfrentamiento involucra al teniente general en retiro Hamid Gul, ex jefe de la ISI- Varios oficiales militares en retiro planean sitiar el alojamiento del presidente el 10 de junio, exigiendo que Musharraf desocupe la casa y renuncie a la presidencia. Conocida anteriormente como Army House [Casa del Ejército], la residencia en Rawalpindi recibió el nuevo nombre de President’s Lodge [Casa del Presidente] una vez que Musharraf dejó de ser jefe del ejército en noviembre pasado y decidió seguir viviendo allí por motivos de seguridad.

Los abogados dicen que volverán a iniciar un movimiento el 12 de junio para obtener la restauración del poder judicial, y Sharif ha declarado que estará con ellos.

Misterio respecto a Musharraf

Los rumores sobre la posible renuncia de Musharraf aumentaron esta semana cuando un ex jefe del ejército, el general en retiro Aslam Beg – islamista autoproclamado – afirmó que los militares ya han puesto a Musharraf bajo custodia y que pronto presentaría su renuncia y organizaría su exilio en Turquía, EE.UU,.o Gran Bretaña. (Beg retractó posteriormente esa declaración.)

Esta incertidumbre ha colocado a los aliados proestadounidenses en el país – el gobierno dirigido por el PPP, el propio Musharraf y los militares – bajo inmensa presión y ha detenido efectivamente cualesquiera iniciativas que quisieran tomar siguiendo las políticas regionales de EE.UU.

Esto coincide, crucialmente, con la ofensiva de los talibanes en Afganistán. El martes, los talibanes derribaron un helicóptero de EE.UU. en el área Yakoobia de la provincia Khost, y murieron varios soldados afganos, y lanzaron varios ataques en Farah, provincia de Herat, en la capital Kabul y en las provincias Helmand y Nangarhar.

Incapacitado por sus problemas internos, el gobierno de Pakistán no tiene otra opción que mantener sus acuerdos de paz con el talibán en las regiones tribales del país, los que les permiten ir libremente a Afganistán.

Asia Times Online ha recibido información de que el señor de la guerra paquistaní favorable a los talibanes, Baitullah Mehsud – contra quien se presentó un caso en conexión con el asesinato de Bhutto en diciembre pasado – recibirá dinero de compensación para su distribución entre tribales que perdieron propiedades y hombres durante recientes batallas con las fuerzas de seguridad paquistaníes. El dinero será probablemente entregado en la próxima semana, después de lo cual se firmará formalmente un acuerdo entre Pakistán y Baitullah Behsud.

Incluso si Musharraf renuncia, es probable que haya un enfrentamiento entre la PML-N y el movimiento de los abogados por una parte y el PPP por la otra, reduciendo una vez más la capacidad del país de cooperar en la «guerra contra el terror.»

En otro acontecimiento en Afganistán, el talibán y dirigentes del Frente Nacional Afgano, dirigido por Burhanuddin Rabbani, ex presidente y jefe muyahidín y actual líder opositor, admitieron que realizan negociaciones. Señores de la guerra asociados con el grupo de Rabbani se han sentido siempre dejados de lado por el gobierno del presidente Hamid Karzai y buscan un nuevo papel.

Como en Pakistán, los eventos interiores en Afganistán han adquirido vida propia más allá de los dictados de EE.UU. y sus aliados locales.

————

Syed Saleem Shahzad es jefe del Buró de Pakistán de Asia Times Online. Para contactos escriba a: [email protected]

(Copyright 2008 Asia Times Online Ltd. All rights reserved.

http://www.atimes.com/atimes/South_Asia/JE31Df01.html