En la famosa fábula del flautista de Hamelín, el encantador sonido de su instrumento produjo mágica o misteriosamente que las ratas y los niños lo siguieran, llevándolos a un final trágico y funesto. Sin embargo, nadie, en ningún momento, pudo explicar por qué, en ciertas ocasiones, existen fuerzas misteriosas, paranormales o esotéricas capaces de conducir a grupos hacia su propia destrucción.