
En Brasil se conoció en medio de un escándalo la presunta promoción de poco más que dos centenares de altos oficiales de las Fuerzas Armadas a la jerarquía más alta de la carrera militar, la de mariscal. Entre ellos aparece el coronel torturador Carlos Alberto Brilhante Ustra. Todos ganan sumas considerables en actividad o en retiro. Y si murieron las pensiones que cobran sus familiares son de privilegio.