Aunque el régimen dólar-Wall Street sigue siendo muy poderoso, la desdolarización y las posibilidades de un orden mundial cambiante están siendo impulsadas por la debilidad económica de Estados Unidos, el uso agresivo de sanciones ilegales por parte de dicho país y sus aliados del Norte Global, y la creciente fuerza política y económica del Sur Global a través de plataformas como los BRICS.