A un año de haber recuperado el proceso democrático en Bolivia, el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), bajo la conducción del presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca, ha conseguido superar la profunda crisis económica y enfrentar planificadamente la pandemia del COVID 19, continúa sufriendo la conspiración desestabilizadora de la oposición cívica, política y mediática conservadora y tiene desafíos importantes para profundizar el proceso revolucionario con la industrialización, la redistribución social de recursos y la aceleración de la democracia participativa de autodeterminación nacional-popular.