Es notoria y notable la diferencia entre un Presidente de la República con ideología conservadora o neoliberal o neoporfirista, y otro de pensamiento liberal, revolucionario o patriótico.
Categoría: México

Primera parte
El decreto de López Obrador del 14 de febrero pasado es un hecho histórico: prohíbe el uso de maíz transgénico para el consumo humano de masa y tortilla y ratifica la voluntad del gobierno mexicano, de seguir en la eliminación paulatina del herbicida glifosato, agroquímico utilizado en gran escala en los cultivos de maíz transgénico, declarado cancerígeno por organizaciones internacionales como la OMS, e importado de otros países. Establece una fecha límite para su eliminación total: 31 de marzo de 2024. Las semillas transgénicas requieren grandes cantidades de glifosato.
Colectivas, feministas, separatistas y mujeres se movilizarán hoy 8 de marzo, en 53 ciudades del territorio nacional de 29 estados de la República para celebrar el 113 aniversario del Día Internacional de la Mujer en demanda de la igualdad, los derechos sexuales y reproductivos, contra la impunidad y las violencias contra las mujeres que cobra a diario vidas; porque, según los llamados en redes sociales y pronunciamientos, se vive un retroceso en el gobierno de la 4T.
En una medida histórica, México confirmó la prohibición de importar maíz transgénico para alimentación humana y no utilizar más glifosato. Ante la presión de Estados Unidos y del agronegocio, el presidente López Obrador flexibilizó el decreto de 2020, pero mantuvo las prohibiciones a partir de 2024. Organizaciones socioambientales marcaron los claroscuros de la medida.

¿Qué se quiere ocultar del caso de la ominosa Noche de Iguala y la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa?
La militarización del país, iniciada durante el Gobierno de Calderón, continuada por el de Peña Nieto, y reforzada por el actual gobierno del Presidente López Obrador es inaceptable, y debemos persistir con más firmeza en la lucha por el regreso del Ejército a los cuarteles.
El caso García Luna ha resultado un golpe demoledor para el Partido Acción Nacional (PAN). De sus dirigentes principales, uno (Ricardo Anaya) está auto exiliado en Estados Unidos; el otro (Felipe Calderón) puso pies en polvorosa, y se encuentra en España, bajo la protección del fascismo peninsular.