
En un mundo de libre comercio y democracia no hay incentivo para la guerra (Ludwig von Mises)
En un mundo de libre comercio y democracia no hay incentivo para la guerra (Ludwig von Mises)
La caída del salario real en las economías está llamando la atención.
A menudo se ha acusado a Marx y Engels de defender un doble rasero y de tener una doble moral. Se supone que ambos se oponían a aplicar a la lucha de clases los mismos principios éticos que suelen regular las relaciones entre individuos. De ahí la acusación de que ellos y sus discípulos (Lenin y Trotsky, entre otros) propugnaban el principio de que en la lucha de clases “el fin justifica los medios”. De donde se deriva el reproche aún más fuerte de que el germen de las distorsiones estalinistas está ya contenido en las enseñanzas de los propios Marx y Engels[1].
En 1974, hace casi medio siglo, cualquier ingreso ordinario superior a 200.000 dólares -el equivalente a algo más de 1,2 millones de dólares en la actualidad- se enfrentaba a un tipo impositivo federal del 70%. Hoy en día, un bolsillo holgado se enfrenta a un tipo máximo del 37% en ese mismo rango. ¿Cuál es la repercusión de este impresionante hundimiento? Los hogares del 0,01% más rico de Estados Unidos han cuadruplicado con creces su participación en la riqueza del país desde 1974.
La Comisión Europea ha decidido poner fin a la “fiesta” y ha avisado a los Estados miembros que tendrán que apretarse de nuevo el cinturón a partir de 2024
Antaño se veía en ello algo virtuoso. Antes de recibir pitanza, los necesitados tenían que sufrir el oprobio de la mendicidad. Se les obligaba a darse codazos frente a las casas de caridad, a esperar bajo el frío y ante la mirada despectiva de los transeúntes. De ese modo, tratarían de cambiar su situación.
Dar alas a los buitres o cortárselas es una cuestión de voluntad política. Buitres entendidos como fondos usureros. El ejemplo lo tenemos no muy lejos de aquí, en un país que está en el corazón de la Unión Europea como es Bélgica. Bélgica disfruta, desde el año 2015 de una Ley contra los fondos buitre. En el Estado español… ¿Cuánto dinero público podríamos destinar al “interés general” con una ley similar a la belga contra los fondos buitre?
Los migrantes representan una oportunidad de sostener el desarrollo en naciones de destino cuya población envejece y de obtener recursos para los países emisores, debiendo unos y otros ajustar sus políticas para obtener beneficios sin situaciones de maltrato para las personas que migran, plantea el Banco Mundial.