El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, pidió a los mandatarios y jefes de estado de los países de Iberoamérica reunidos en Santiago de Chile, a no pedir que se borre la historia de iniquidades y saqueos que por siglos sufrieron los países latinoamericanos y del mundo en general, y pidió […]
El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, pidió a los mandatarios y jefes de estado de los países de Iberoamérica reunidos en Santiago de Chile, a no pedir que se borre la historia de iniquidades y saqueos que por siglos sufrieron los países latinoamericanos y del mundo en general, y pidió una acción unitaria contra las pretensiones del gobierno imperialista de EEUU que continúa su deseo de seguir dominando con violencia e imponer sus intereses.
«A mí me derrocaron. Aquí mismo (en Chile) derrocaron al presidente mártir, Salvador Allende. Los Estados Unidos no dejaron descansar al pueblo chileno»- recordó con contundencia, al advertir que Venezuela sigue siendo atacada por los intereses imperiales para propiciar un nuevo golpe de estado o un magnicidio.
El presidente Chávez refirió la historia reciente sobre Venezuela, al comentar la conducta fascista del ex presidente español, José María Aznar, quien tal como hizo durante su gobierno en 2002 apoyando el golpe de Carmona Estanga, ataca al país propiciando una intervención extranjera. Relató el intento de chantaje que hizo en 1998 cuando intentó comprarlo después de las elecciones. Me pidió que para entrar al club de países desarrollados, cambiara el discurso, recordó Chávez en relación a su intención de solicitar una constituyente y comandar una revolución pacífica en Venezuela. «Aquel hombre develó todo el rostro horrible del fascismo y racismo…En Venezuela seguimos nuestro camino, no entramos al club».
«Los revolucionarios somos humanos…Los fascistas no son humanos», dijo sobre Aznar y gente como él, y advirtió que a partir de allí comenzó la conspiración contra Venezuela, que culminó con el golpe apoyado por la Unión Europea, las oligarquías nacionales, el Gobierno de EEUU y de la iglesia católica, incluso con la bendición del estado Vaticano.
«Estoy hablando de historia reciente. El que quiera pruebas yo las tengo»-acotó, al insistir que los dos embajadores que se presentaron ante el usurpador Carmona en Miraflores, fueron precisamente el representantes de Estados Unidos y el del entonces gobierno español de Aznar».
«Eso ocurrió hace 5 años…»-dijo sobre la conspiración para el derrocamiento de 2002. «Pero hoy sigue viva y coleando. No ha terminado. El gobierno de EEUU continúa financiando movimientos golpistas en Venezuela…Y los pitiyanquis son peores que los yanquis».
«No nos pidan que borremos la historia….Lo último que uno puede hacer es borrarse», dijo sobre estos hechos históricos contemporáneos, e incluso sobre los desastres registrados en el continente durante la conquista española y alos cuales también se refirió.
Llamado a defender a Bolivia de la conspiración imperial:
El presidente Chávez alertó sobre la conspiración que recrudece sobre Bolivia y contra el mandato popular para hacer una constituyente que ha sido saboteada mediante instrucciones provenientes de la embajada de EEUU en La Paz. «Está la llama prendida. El pueblo eligió una Asamblea Constituyente…No se ha permitido que funcione».
«Los factores de la oligarquía boliviana, apoyados por EEUU, están tratando de frenar algo que es como un volcán. Son millones de bolivianos, cansados del saqueo, las privatizaciones, de la entrega al capital privado de hasta el agua».
«Hay que tomar en cuenta los factores que hoy actúan y tratarán de evitar por violencia los cambios en Venezuela, en Bolivia, en Nicaragua. Ni que decir en Cuba»-reflexionó.
El presidente venezolano expuso claramente sus diferencias sobre las bondades de las privatizaciones que defendió en parte Rodríguez Zapatero, y alertó sobre el cuidado necesario ante las fórmulas de libre comercio que se aplicaron y se siguen aplicando en la región. Nuevamente retomó la grave experiencia en Venezuela en este aspecto, tomando como ejemplo la empresa aérea Viasa, que absorbida por una empresa española, desapareció para siempre a desmedro de los miles de trabajadores y del turismo nacional.
«En Venezuela, los sectores privados -que conocemos- sólo tienen interés de lucro y ganancia rápida».
Puso el ejemplo del venezolano universal Simón Rodríguez, quien vivió en Chile por muchos años, sobre su trascendental frase «O inventamos o erramos».
«No copiemos modelos. El mundo debe aceptar nuestros inventos. Es una falacia, no existe el libre comercio. Comercio justo quisiéramos. Pero lo que hay es una competencia feroz donde el más débil sale perdiendo».
«Las realidades de nuestros países son producto de nuestra historia, que hay que reconocer».
«Kennedy dijo alguna vez: los que cierran el camino a las revoluciones pacíficas, al mismo tiempo no se dan cuenta que le abren el camino a las revoluciones violentas».
«Queremos paz…»-aseguró vehementemente, ejemplarizando con el hecho que el presidente Uribe de Colombia pidió la mediación de Venezuela en el acuerdo humanitario de su país.
«Quisiéramos paz para todos nosotros…Al menos esa paz donde no suenen las ametralladoras, porque sabemos que la verdadera paz será el día cuando haya justicia».
Advirtió que los ataques contra los gobiernos progresistas de América, buscan frenar la época de cambios del siglo 21. Por esto llamó la atención sobre los intentos de derrocar o matar al presidente de Bolivia, y hacer lo mismo otra vez en Venezuela. «Ojalá que no ocurra en ninguna parte, donde los pueblos despertaron de un sueño de siglos…», augurando que lo contrario haría que la consigna del Ché Guevara sobre el encendido de uno, dos o tres Vietnam en América Latina, se haría realidad sin que nadie la haya planificado.
«Hago un llamado del alma, yo que estuve a punto de morir por los golpistas, para evitar que se repita lo que ocurrió en Venezuela y todavía quieren que ocurra».
«Esta comunidad, su majestad (dirigiéndose al Rey de España), deberían al menos tomar nota de esto…y cada uno, para su conocimiento y fines. Pudiera explotar este continente, si las clases oligárquicas y los pitiyanquis pretendieran oponerse con la violencia y por métodos ilegítimos a los cambios que surgen como volcanes…»
Tras el discurso sincero y contundente del presidente Chávez, intervino una vez más el jefe de gobierno español, quien visiblemente enojado, pidió «respeto» a la figura del ex presidente Aznar, señalando que calificarlo como fascista no era lo diplomáticamente correcto.
El comandante Chávez, aplomado y sereno y gracias al tiempo cedido por el Presidente de Nicaragua en su turno de palabra, respondió con una frase inmortal de la humanidad: «Con la verdad ni ofendo ni temo», dijo, dirigiéndose cortésmente a su amigo Rodríguez Zapatero, y agregó al resto del auditorio que Venezuela, ante los ataques de figuras como Aznar, se reserva el derecho de responder cualquier agresión, en cualquier lugar y en cualquier situación o circunstancia.
«A mí me derrocaron. Aquí mismo (en Chile) derrocaron al presidente mártir, Salvador Allende. Los Estados Unidos no dejaron descansar al pueblo chileno»- recordó con contundencia, al advertir que Venezuela sigue siendo atacada por los intereses imperiales para propiciar un nuevo golpe de estado o un magnicidio.
El presidente Chávez refirió la historia reciente sobre Venezuela, al comentar la conducta fascista del ex presidente español, José María Aznar, quien tal como hizo durante su gobierno en 2002 apoyando el golpe de Carmona Estanga, ataca al país propiciando una intervención extranjera. Relató el intento de chantaje que hizo en 1998 cuando intentó comprarlo después de las elecciones. Me pidió que para entrar al club de países desarrollados, cambiara el discurso, recordó Chávez en relación a su intención de solicitar una constituyente y comandar una revolución pacífica en Venezuela. «Aquel hombre develó todo el rostro horrible del fascismo y racismo…En Venezuela seguimos nuestro camino, no entramos al club».
«Los revolucionarios somos humanos…Los fascistas no son humanos», dijo sobre Aznar y gente como él, y advirtió que a partir de allí comenzó la conspiración contra Venezuela, que culminó con el golpe apoyado por la Unión Europea, las oligarquías nacionales, el Gobierno de EEUU y de la iglesia católica, incluso con la bendición del estado Vaticano.
«Estoy hablando de historia reciente. El que quiera pruebas yo las tengo»-acotó, al insistir que los dos embajadores que se presentaron ante el usurpador Carmona en Miraflores, fueron precisamente el representantes de Estados Unidos y el del entonces gobierno español de Aznar».
«Eso ocurrió hace 5 años…»-dijo sobre la conspiración para el derrocamiento de 2002. «Pero hoy sigue viva y coleando. No ha terminado. El gobierno de EEUU continúa financiando movimientos golpistas en Venezuela…Y los pitiyanquis son peores que los yanquis».
«No nos pidan que borremos la historia….Lo último que uno puede hacer es borrarse», dijo sobre estos hechos históricos contemporáneos, e incluso sobre los desastres registrados en el continente durante la conquista española y alos cuales también se refirió.
Llamado a defender a Bolivia de la conspiración imperial:
El presidente Chávez alertó sobre la conspiración que recrudece sobre Bolivia y contra el mandato popular para hacer una constituyente que ha sido saboteada mediante instrucciones provenientes de la embajada de EEUU en La Paz. «Está la llama prendida. El pueblo eligió una Asamblea Constituyente…No se ha permitido que funcione».
«Los factores de la oligarquía boliviana, apoyados por EEUU, están tratando de frenar algo que es como un volcán. Son millones de bolivianos, cansados del saqueo, las privatizaciones, de la entrega al capital privado de hasta el agua».
«Hay que tomar en cuenta los factores que hoy actúan y tratarán de evitar por violencia los cambios en Venezuela, en Bolivia, en Nicaragua. Ni que decir en Cuba»-reflexionó.
El presidente venezolano expuso claramente sus diferencias sobre las bondades de las privatizaciones que defendió en parte Rodríguez Zapatero, y alertó sobre el cuidado necesario ante las fórmulas de libre comercio que se aplicaron y se siguen aplicando en la región. Nuevamente retomó la grave experiencia en Venezuela en este aspecto, tomando como ejemplo la empresa aérea Viasa, que absorbida por una empresa española, desapareció para siempre a desmedro de los miles de trabajadores y del turismo nacional.
«En Venezuela, los sectores privados -que conocemos- sólo tienen interés de lucro y ganancia rápida».
Puso el ejemplo del venezolano universal Simón Rodríguez, quien vivió en Chile por muchos años, sobre su trascendental frase «O inventamos o erramos».
«No copiemos modelos. El mundo debe aceptar nuestros inventos. Es una falacia, no existe el libre comercio. Comercio justo quisiéramos. Pero lo que hay es una competencia feroz donde el más débil sale perdiendo».
«Las realidades de nuestros países son producto de nuestra historia, que hay que reconocer».
«Kennedy dijo alguna vez: los que cierran el camino a las revoluciones pacíficas, al mismo tiempo no se dan cuenta que le abren el camino a las revoluciones violentas».
«Queremos paz…»-aseguró vehementemente, ejemplarizando con el hecho que el presidente Uribe de Colombia pidió la mediación de Venezuela en el acuerdo humanitario de su país.
«Quisiéramos paz para todos nosotros…Al menos esa paz donde no suenen las ametralladoras, porque sabemos que la verdadera paz será el día cuando haya justicia».
Advirtió que los ataques contra los gobiernos progresistas de América, buscan frenar la época de cambios del siglo 21. Por esto llamó la atención sobre los intentos de derrocar o matar al presidente de Bolivia, y hacer lo mismo otra vez en Venezuela. «Ojalá que no ocurra en ninguna parte, donde los pueblos despertaron de un sueño de siglos…», augurando que lo contrario haría que la consigna del Ché Guevara sobre el encendido de uno, dos o tres Vietnam en América Latina, se haría realidad sin que nadie la haya planificado.
«Hago un llamado del alma, yo que estuve a punto de morir por los golpistas, para evitar que se repita lo que ocurrió en Venezuela y todavía quieren que ocurra».
«Esta comunidad, su majestad (dirigiéndose al Rey de España), deberían al menos tomar nota de esto…y cada uno, para su conocimiento y fines. Pudiera explotar este continente, si las clases oligárquicas y los pitiyanquis pretendieran oponerse con la violencia y por métodos ilegítimos a los cambios que surgen como volcanes…»
Tras el discurso sincero y contundente del presidente Chávez, intervino una vez más el jefe de gobierno español, quien visiblemente enojado, pidió «respeto» a la figura del ex presidente Aznar, señalando que calificarlo como fascista no era lo diplomáticamente correcto.
El comandante Chávez, aplomado y sereno y gracias al tiempo cedido por el Presidente de Nicaragua en su turno de palabra, respondió con una frase inmortal de la humanidad: «Con la verdad ni ofendo ni temo», dijo, dirigiéndose cortésmente a su amigo Rodríguez Zapatero, y agregó al resto del auditorio que Venezuela, ante los ataques de figuras como Aznar, se reserva el derecho de responder cualquier agresión, en cualquier lugar y en cualquier situación o circunstancia.