La industria turística dejará de ser en Cuba el principal y más importante recurso económico y el rubro que encabeza la tasa de ingresos del Producto Interno Bruto de la Isla. Los 1.800 millones de dólares que produce la industria sin chimeneas serán superados por el comercio internacional de los productos derivados de la investigación […]
La industria turística dejará de ser en Cuba el principal y más importante recurso económico y el rubro que encabeza la tasa de ingresos del Producto Interno Bruto de la Isla. Los 1.800 millones de dólares que produce la industria sin chimeneas serán superados por el comercio internacional de los productos derivados de la investigación científica cubana. Las principales áreas de investigación son la producción de vacunas, la farmacopea, la industria derivada de la Ingeniería Molecular y la Biotecnología, aplicadas al campo médico humano, veterinario y agrícola. En el año que acaba de terminar, Cuba llegó a exportar productos biotecnológicos por 300 millones de dólares, una suma impensada hace poco tiempo atrás.
También se unen en este frente, que podríamos denominar como la Industria CI plus (de alto coeficiente intelectual), los servicios que en el área de la salud Cuba presta a otros países, como por ejemplo en el área de la investigación y tratamiento del cáncer. En el tema Cuba es líder mundial tanto en la investigación como en el tratamiento de esta enfermedad.
A pocos años de pasado el período más duro del «período especial», la pequeña Isla del Caribe, bloqueada económica, comercial y financieramente por la potencia militar más agresiva de la historia, se codea a nivel científico con potencias como China, Alemania y los mismos Usamérica (USA) En el gigante asiático un proyecto conjunto inauguró una planta de desarrollo e investigación donde Cuba proveerá a China la tecnología para el tratamiento del cáncer. Para el 2006 Cuba está mirando a Occidente. Alemania y Usamérica ya están interesados en productos cubanos de altísima tecnología y complejidad científica. El Dr. Rolando Pérez, científico del Centro de Inmunología Molecular de La Habana fue categórico, «si se logra entrar en los mercados occidentales, entonces este sector cubano de la alta tecnología será el motor de toda la economía del país».
Cuba es el primer país en desarrollar y poner en el mercado una vacuna contra la Meningitis B, la cual exporta a países como China, India, Rusia, Pakistán y países de América Latina, donde esta enfermedad tienen una incidencia muy importante en la población marginalizada y empobrecida.
Cuba mantiene Misiones Médicas Internacionalistas en 68 países, 25 mil médicos y personal médico cubano asistieron a las víctimas del Tsunami de diciembre del 2004 y del terremoto de Pakistán del 2005. El año pasado se graduaron en Cuba 1.800 médicos de 47 países empobrecidos por las políticas de los que quieren destruir a la Isla. Si hay paradojas, esa es una bien grande. Mientras tanto Cuba desarrolla proyectos para brindar becas a futuros galenos de esos países para que estudien en sus lugares de origen. Con Venezuela, Cuba logró un acuerdo de voluntad política para llevar adelante un agresivo plan de política sanitaria y de salud que ponga al país sudamericano y a su población en condiciones para el gran reto del siglo 21. En Venezuela hay trabajando 14 mil especialistas cubanos en las áreas de la medicina abocados al Programa Barrio Adentro.
En cuanto a la pandemia del siglo 20 y lo que va del 21, el Sida, Cuba es otro ejemplo donde ciencia, conciencia y solidaridad son la fórmula del éxito. La mayor de las Antillas, a pesar del bloqueo usamericano, del cual no sobreviviría ningún país, ni los desarrollados; produce sus propios medicamentos antirretrovirales para sus enfermos de Sida y está en capacidad de exportarlos. La tasa de infección en la Isla es la más baja del mundo, debido a la extraordinaria respuesta del pueblo, alertado desde principios de la década del 80 por unos medios al servicio de la ciudadanía y no de intereses comerciales. La tasa de mortalidad de pacientes de Sida es también la más baja del mundo con un 7% cuando la media es de 25%. La voluntad política de la dirigencia cubana estableció en 1983 la Comisión Nacional contra el Sida, dos años antes de la aparición del primer caso de Sida en la Isla y cuando Ronald Reagan tenía prohibido nombrar la palabra Sida en sus discursos.
La ciencia cubana es una herramienta al servicio de establecer los más altos estándares de salud y por lo tanto de felicidad general. Por lo tanto ciencia y política de la administración de salud tienen en Cuba un trabajo mancomunado y coherente con una altísima eficiencia en los resultados obtenidos. El Ministerio de Salud Pública provee a toda la población de un servicio de inmunización masivo y gratuito contra 13 enfermedades por medio de 10 vacunas, 7 de las cuales son desarrolladas y producidas en la Isla.
Ciencia, conciencia y justicia también nacen del trabajo agotador de 15 años de investigación científica. Ese es el caso, entre tantos, del descubrimiento del nematicida biológico HeberNem, por el equipo del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Camagüey. En los países centroamericanos las bananeras usamericanas como la Standard Fruit, hacen su agosto destruyendo el medio ambiente con sistemas de explotación agrícola no sustentables y envenenando a sus trabajadores con productos de alta toxicidad como el Dibromo Cloropropano DBCP, más conocido como Nemagón. Este nematicida químico, prohibido en Usamérica y Europa, es el terror de decenas de miles de trabajadores de las bananeras en Centroamérica. El veneno causa infertilidad, malformaciones congénitas, cáncer, aborto, enfermedades de la piel, estomacales y gastrointestinales. Cuba ha desarrollado un método de control del nematodo, la plaga agrícola, por medio de una bacteria que lo destruye sin efectos colaterales nocivos hacia el medio ambiente ni hacia los seres humanos.
Otro reciente descubrimiento en el área de la medicina y de la biotecnología fue el de la vacuna contra la bacteria Haemophilus influenzae B, causante de meningitis, neumonías y de la muerte anual de 500 mil niños en todo el mundo. El Dr. Vicente Vérez Bencomo, jefe del equipo de científicos que trabajaron en el proyecto, fue declarado por Usamérica «persona peligrosa para los intereses ‘americanos'». Aunque el Dr. Vérez no se explica cómo se puede ser peligroso trabajando 15 años en un laboratorio para salvar vidas de niños; para los intereses fascistas de Usamérica los científicos con ciencia, conciencia y solidaridad son extremadamente peligrosos.//pll www.porlalibre.org
* Productor de medios radiales alternativos en la Provincia de Ontario, Canadá. University of Guelph