El II Foro Mundial Social de Migraciones, que se celebró desde desde el día 22 en Rivas-Vaciamadrid, reiteró en sus conclusiones el derecho inalienable de los pueblos a luchar por un mundo mejor que es posible, necesario y urgente. El comunicado final destaca que las deliberaciones de delegados de 1193 organizaciones de 84 países de […]
El II Foro Mundial Social de Migraciones, que se celebró desde desde el día 22 en Rivas-Vaciamadrid, reiteró en sus conclusiones el derecho inalienable de los pueblos a luchar por un mundo mejor que es posible, necesario y urgente.
El comunicado final destaca que las deliberaciones de delegados de 1193 organizaciones de 84 países de todo el planeta pusieron en el candelero los principales temas que agobian a la humanidad en torno a la migración.
Los migrantes somos sujetos y agentes de transformación de las sociedades a las que llegamos y de las que salimos y se debe reconocer ese papel, señala el texto y advierte que es un proceso que tiene lugar en la globalización y no puede ser analizado fuera de ésta.
Añade que las políticas migratorias no pueden estar al margen de los derechos humanos; estos son patrimonio común de la humanidad y se debe asegurar su interdependencia, integralidad y universalidad.
La ciudadanía universal es una necesidad para los procesos de convivencia y todas las personas que llegan a un nuevo país deben tener todos los derechos inherentes a la condición de ciudadano sin vincularse a la nacionalidad, incluido el voto, precisa.
Los delegados denunciaron que las políticas económicas, sociales y culturales, base de la actual globalización, impiden un desarrollo humano y sostenible desde los propios intereses y necesidades de todas las sociedades.
La acción de las empresas multinacionales, la deuda externa, la pérdida de soberanía alimentaría, el comercio injusto, la expoliación de los recursos naturales y los conflictos armados son causa de que las personas se vean forzadas a emigrar.
El Foro denunció que existe una visión reduccionista del migrante como fuerza de trabajo. Por tanto deben garantizarle los derechos que le permitan desarrollarse y ser ciudadano con obligaciones laborales, sociales, culturales, económicas, civiles y políticas.
El evento denunció todas las formas de racismo, xenofobia, islamofobia y antisemitismo. Exigió, además, que el desarrollo global como responsabilidad pública sea asumido por los estados y organismos multilaterales con la participación de la ciudadanía.
Los derechos humanos deben estar garantizados en todas las sociedades, más allá de la situación administrativa de las personas y en todas las etapas de los procesos migratorios: origen, tránsito, destino y retorno, señala el texto.
Exigimos que no se criminalice a los migrantes por no tener papeles, que se deroguen leyes de extranjería que contradigan los derechos internacional, humanos y el de la libre circulación y se firmen o ratifiquen los convenios internacionales sobre el tema.
El derecho a vivir en familia es fundamental para todas las personas migrantes. Exigimos que sea garantizado, agrega el documento.
Los delegados se comprometieron a hacer de la Declaración de Rivas una agenda que permita un trabajo conjunto en los ámbitos internacionales, nacionales y locales, a realizar el III Foro en Nairobi, Kenya, en 2007, y a dar continuidad a las acciones acordadas.
También a realizar una movilización mundial una vez al año como elemento denuncia, redactar la Carta Mundial de los Migrantes que será discutida en Nairobi, y crear un Comité Internacional Permanente del Foro Social Mundial de las Migraciones.