La justicia birmana condenó este lunes a siete años de cárcel a dos periodistas de la agencia Reuters acusados de «vulnerar el secreto de Estado» tras haber investigado sobre una masacre de los rohinyás perpetrada por el ejército de Birmania. «Como ambos vulneraron el secreto de Estado, se les condena a siete años de cárcel […]
La justicia birmana condenó este lunes a siete años de cárcel a dos periodistas de la agencia Reuters acusados de «vulnerar el secreto de Estado» tras haber investigado sobre una masacre de los rohinyás perpetrada por el ejército de Birmania.
Los reporteros investigaban el asesinato de una decena de rohinyás de la minoría musulmana descubiertos en una fosa común en la aldea Inn Din en el estado Rakáin, masacre por la que siete soldados birmanos fueron más tarde condenados a diez años de prisión.
El embajador británico en Birmania (Myanmar), Dan Chugg, se mostró «extremadamente decepcionado» con el veredicto. «La libertad de expresión y el estado de derecho son fundamentales en una democracia y este caso ha dejado hoy una larga sombra en ambos», dijo Chuug a la prensa.
El ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, también dejó constancia de su rechazo a la resolución judicial a través de su perfil oficial en la red social Twitter. «Encarcelar a periodistas que escriben sobre verdades inconvenientes es un golpe desmedido a la libertad de prensa y, de hecho, a la libertad de todos», precisó.
El gobierno de Estados Unidos expresó «la condena de Wa Lone y Kyaw Soe Oo (…) es profundamente inquietante para todos los que defienden la libertad de prensa», escribió en su página web la embajada estadounidense en Birmania. Y exhortó «al gobierno de Birmania a liberar inmediatamente (a los dos periodistas) y a poner fin a las persecuciones arbitrarias de los periodistas que hacen su trabajo».
El lunes 27 de agosto, investigadores de la ONU publicaron un informe en el que califican de «genocidio» la persecución contra los rohinyás, acusan directamente al ejército y critican el silencio de la dirigente birmana Aung San Suu Kyi, que recibió el Premio Nobel de la Paz.
El martes 28 de agosto, el Consejo de Seguridad de la ONU debatió la posibilidad de denunciar al ejército birmano ante la justicia internacional. El sábado pasado, una centena de manifestantes exigió la liberación de los dos periodistas en nombre de la libertad de prensa.
Más de 700.000 rohinyás tuvieron que huir de Birmania entre agosto y diciembre de 2017, tras una ofensiva del ejército birmano iniciada en represalia a los ataques de rebeldes rohinyás contra puestos fronterizos, una persecución que la ONU calificó, primero, como «limpieza étnica» y ahora como «genocidio».