La crisis financiera internacional vista por los movimientos sociales. Crónica de un encuentro realizado en el Chaco argentino por la Unión de Campesinos Poriajhú.
Integrante de la Vía Campesina y de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC), la Unión de Campesinos Poriajhú -movimiento que nace como continuación de las luchas políticas y sociales de los años `30 y `40 y de las Ligas Agrarias en la provincia de Chaco-, organizó su tradicional encuentro anual durante los días 24 y 25 de julio pasados, durante el cual se analizó la crisis financiera internacional y se delinearon propuestas de acción.
El IV Encuentro Nacional de Organizaciones Campesinas y del Campo Popular «Por la Soberanía Política y del Campo Popular», realizado en la localidad Presidencia Roque Sáenz Peña -alguna vez corazón algodonero de la Argentina, hoy devenido en periferia sojera-, expresó que las minorías poderosas continuarán trasladando las consecuencias de la crisis financiera hacia las mayorías empobrecidas del mundo, prolongando la misma fórmula neoliberal impuesta desde hace más de dos décadas, remarcando que la situación de indigencia y hambre se profundizará.
Las organizaciones participantes propusieron como respuesta a ese escenario una fuerte articulación entre los trabajadores del campo y la ciudad en la construcción de Soberanía Alimentaria, para una justa y equitativa distribución de alimentos genuinos, mediante una reforma agraria integral, promoviendo la agricultura familiar y campesina, y fomentando el sistema cooperativo en la producción y comercialización.
La Declaración Final fue elaborada por la Unión de Campesinos Poriajhú, junto al Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil, la Unión de Trabajadores Rurales (UTR), los Productores Unidos de Santiago de Liniers (PUSALI), los Productores Independientes de Piray (PIP), los Trabajadores Motosierristas (Neyke), la Organización de Pequeños Productores El Soberbio (OPPES), de la provincia de Misiones, la Asociación Productores del Chaco (APROCHA), el Frente Popular Darío Santillán (FPDS), la Fundación de Investigación Sociales y Políticas (FISyP), la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares (CEIP), la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), los Pequeños Productores de El Nochero y Villa Minetti, de la provincia de Santa Fe, y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) de Argentina.
Ese documento sostiene que «la profundización de la actual crisis del capitalismo global supone gravísimas consecuencias para todos los pueblos del planeta. Es de esperar que en cuanto avanza la crisis, las minorías poderosas continuarán trasladando las consecuencias hacia las mayorías empobrecidas del mundo, aumentando todavía más el desempleo, la exclusión, la pobreza y la indigencia, una situación que resulta inmoral como parte del malestar mundial e históricamente provocado por el sistema capitalista.»
«Esta crisis no tiene antecedentes en la historia, y por su carácter integral afecta a todo el sistema económico, político, ecológico y social a escala global; difícilmente se superará en el corto plazo, mucho menos con las medidas que han venido siendo aplicadas. Hay que advertir que las salidas que se plantean sólo seguirán empeorando la situación, pues las potencias hegemónicas aliadas con los organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial, con el único objetivo de mantener sus intereses, insisten en prolongar la misma fórmula neoliberal impuesta desde hace más de dos décadas. Así, seguirán traspasándonos lo peor del problema hacia los países pobres y, principalmente, a los pobres de todas las naciones. Con esto, una vez más se demuestra que el capitalismo no resuelve los problemas de los pueblos ni aquellos de las gentes del común de todas partes, sino que existe para favorecer exclusivamente a unos pocos», destacaron los movimientos congregados en el Chaco.
«En consecuencia, la situación de indigencia y hambre continuará profundizándose. Por ejemplo Argentina, que tendría el potencial para producir alimentos suficientes para cubrir las necesidades alimentarias de su población con base en modelos alternativos como la agricultura campesina, hoy registra niveles alarmantes de pobreza y desnutrición. Una situación similar la comparten los pueblos de Nuestra América Latina y el Caribe», añadió el documento.
También sostuvo que «vale la pena resaltar las problemáticas específicas, rurales y urbanas, planteadas por nuestras organizaciones, como ser: el avance de los monocultivos destinados predominantemente hacia la producción de agro-combustibles y forrajes; serias afecciones a la salud de los pobladores, fruto del uso masivo e inescrupuloso de agro-tóxicos; desplazamiento de los pueblos originarios y expulsión de campesinos; la destrucción del medio ambiente y la biodiversidad; extinción de la pequeña agricultura y desvalorización de sus prácticas culturales, producto de la concentración de la tierra y del capital en pocas manos. De continuar el rumbo de esta crisis, será irreversible el agravamiento de las condiciones socioeconómicas de nuestros pueblos y de la región».
Ante esas perspectivas los movimientos sociales propusieron: «promover la fuerte articulación entre los trabajadores del campo y la ciudad; consolidar los esfuerzos organizativos en el campo popular y avanzar en las luchas por las reivindicaciones de los/as trabajadoras y de los pueblos en general. Construir la Soberanía Alimentaria -derecho inalienable de los pueblos- para una justa y equitativa distribución de los alimentos mediante una reforma agraria integral, promoviendo la agricultura familiar y fomentando el sistema cooperativo en la producción y comercialización.»
«En este sentido, el papel de las organizaciones del campo popular y de la sociedad en general para lograr alternativas reales al modelo de desarrollo hegemónico, es fundamental y urgente. Resulta entonces necesaria la unidad en la lucha de la clase trabajadora por el camino de transformación profunda, bajo un horizonte anticapitalista de soberanía política con propuestas que respondan definitivamente a los intereses populares y posibiliten auténticas salidas a la crisis», puntualizó el documento de Presidente Roque Sáenz Peña.