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Correa defiende su «revolución ciudadana» ante un millar de estudiantes en Madrid

Fuentes: Europa Press

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, defendió ayer ante un millar de estudiantes españoles la ‘revolución ciudadana’ que comenzó en su país tras su victoria en las elecciones de noviembre de 2006, para poner fin a la ‘larga y triste noche neoliberal’ que azotó a Ecuador y al resto del continente en los años noventa.

‘Nosotros entendemos por revolución ciudadana ese cambio radical, profundo y rápido que necesita nuestro país’, afirmó el presidente Correa durante su discurso en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, en el marco de la visita que realiza a España.

Así, el mandatario consideró que tanto Ecuador como América Latina ‘no tienen tiempo que perder’. ‘Cuántos migrantes más tenemos que soportar, cuántas generaciones perdidas, cuánta pobreza’, se preguntó Correa, cuyo discurso fue interrumpido en varias ocasiones por los aplausos de los asistentes.

En este punto, recordó los ‘vientos de cambio’ que se viven en la región, empezando por la llegada al poder de Hugo Chávez en Venezuela en 1998 y siguiendo con otros gobiernos ‘progresistas, dignos y soberanos’ como los de Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil, Néstor Kirchner en Argentina, o Tabaré Vázquez en Uruguay.

Además, mencionó a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet o la reciente victoria de ‘nuestro amigo’ Fernando Lugo en Paraguay. ‘En 1998 llegó Hugo Chávez a Venezuela y a partir del año 2000 empezaron a caer los gobiernos entreguistas y neoliberaloides (…) que tenían a nuestra región sumida en la pobreza’, añadió.

El jefe de Estado ecuatoriano volvió a condenar el ataque lanzado por Colombia contra su territorio el 1 de marzo. ‘El problema no es Ecuador, el problema es Colombia, que es el foco de inestabilidad en América Latina (…) Si el presidente Alvaro Uribe opta por la vía violenta (…) allá él, pero que no nos exporte su problema’, indicó.

Correa defendió una América Latina más integrada y unida, ‘con las excepciones que todos conocemos’, y no sólo como algo retórico, sino a través de ejemplos concretos como la Unión de Naciones del Sur, formada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Surinam y Guyana, o el Banco del Sur.

‘RESPETAR NUESTRO PAIS’

También lanzó sus dardos contra los representantes de los organismos financieros internacionales, y en particular recordó cómo en sus primeras semanas en el poder tuvo ‘el gusto y el honor’ de expulsar de su país al representante del Banco Mundial (BM) y al del Fondo Monetario Internacional (FMI).

‘Los burócratas de los organismos internacionales tienen que empezar a respetar a nuestros países’, subrayó el presidente Correa, en medio de los aplausos de los estudiantes, tras lo cual relató que tras su victoria en las elecciones también tuvo que enfrentarse a las petroleras extranjeras.

Durante su discurso, también tuvo tiempo para defender la Asamblea Constituyente que está sesionando en su país, de la cual aseguró que es el ‘instrumento fundamental’ para lograr los cambios ‘radicales, profundos y cambios’ a los que se refirió anteriormente, y de la que denunció la ‘feroz y encarnizada’ oposición que está teniendo.

El mandatario ecuatoriano no olvidó de sus críticas a los medios de comunicación de su país, muchos de los cuales están en manos de los grupos financieros que lideran esa oposición a su gobierno. ‘Dicen que recurrir a la justicia (ante informaciones falsas) es perseguir a los medios’, denunció.

En respuesta a la pregunta de uno de los alumnos, el presidente Correa aseguró estar ‘profundamente decepcionado’ por la decisión de la Unión Europea de endurecer las medidas contra la estancia irregular de inmigrantes y que facilita las repatriaciones a los países de origen.

‘Resulta que los mayores propulsores de la globalización ponen cada vez mayores obstáculos para que los seres humanos se movilicen. Estamos totalmente en contra y profundamente decepcionados de ese endurecimiento de las medidas y de la criminalización de la migración.

‘América Latina no está viviendo una época de cambios, como dicen, sino que está viviendo un verdadero cambio de época que esperamos que sea irreversible para buscar esa soberanía, dignidad, superación de la pobreza, equidad y esa justicia social que nuestro pueblos tanto sueñan y tanto merecen’, sentenció.