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Costa Rica: La debacle moral y politica del campo del «si»

Fuentes: Rebelión

A estas alturas a nadie le puede caber mayor duda de que el único proyecto que tiene la administración de los hermanos Arias es el TLC. Tampoco puede caber mayor duda acerca de la muy seria debacle político-moral del bloque oligárquico que ha hecho de las suyas en Costa Rica durante los últimos años. Para […]

A estas alturas a nadie le puede caber mayor duda de que el único proyecto que tiene la administración de los hermanos Arias es el TLC. Tampoco puede caber mayor duda acerca de la muy seria debacle político-moral del bloque oligárquico que ha hecho de las suyas en Costa Rica durante los últimos años. Para impulsar el TLC, este bloque tuvo que recurrir a una figura como Oscar Arias, torciendo todas las reglas del juego, ante el deterioro irreversible de un bipartidismo decrépito.

La estrategia inicial para promover el TLC de este bloque liderado por los hermanos Arias siempre fue al estilo del «shock and awe» de Donald Rumsfeld para Irak: es decir, poner a jugar, estilo blitzkrieg, los mecanismos político-institucionales controlados férreamente por los sectores en el poder para paralizar y neutralizar cualquier oposición. Es bueno recordar como, de forma prepotente y a fin de cuentas bastante inepta, intentaron forzar procedimientos en la Asamblea Legislativa, atropellando derechos de los diputados opositores, para que el TLC pasara sin mayor discusión. Así mismo, intentaron intimidar a estudiantes, sindicalistas, al PAC, a religiosos, y a las universidades. El mismo efecto de avasallamiento se ha querido lograr mediante una multimillonaria campaña publicitaria que lleva ya al menos tres años, con tantas mentiras como las que tenían las justificaciones de George W.Bush para invadir a un país soberano. Y, al igual que Bush y sus socios criminales, subestimaron a sus contrincantes, y, sobre todo, al pueblo costarricense.

Esta estrategia parecía darles resultados positivos en sus primeros momentos, en tanto el movimiento en contra del TLC tuvo que sortear numerosos obstáculos para irse cristalizando poco a poco, con una solidez y un arraigo de base realmente notable. Y, por supuesto, la gigantesca marcha ciudadana del 26 de febrero ( las » 23,500 personas» que contabilizo La Nazi-on, con su poca disimulada parcialidad y sus muy poderosos intereses) fue un momento determinante para reconfigurar la dinámica existente y para establecer cambios de tácticas, como lo evidencio toda la movida con el referéndum ciudadano propuesto por Don José Miguel Corrales y otras ilustres personalidades.

Pero ni estos reacomodos, ni todas las ventajas institucionales y mediáticas que ha tenido el bando del SI puede ocultar, a estas alturas, su decadencia política y moral, su absoluta incapacidad para articular sobre la base de otra cosa que no sea el dinero, el poder, y el miedo. Con añoranza deben pensar algunos, en la actualidad, en aquellos días en que pregonaban a diestra y siniestra, sin sonrojarse siquiera, que el TLC crearía centenares de miles de empleos, y que poco menos que haría que lloviera no café, sino leche y miel, en el campo.

Hoy, nos dicen Sánchez y Casas, lo que les queda es la intimidación, la manipulación y la estrategia del miedo.

La debacle política y moral de un bloque oligárquico que defiende sus intereses a costa del bienestar de la mayoría de ciudadanos y ciudadanas de nuestra patria es muy, pero muy grande, y el reciente «memorandum« nada menos que del Vicepresidente de la Republica y de un diputado «estrella» del oficialismo es otra muestra mas, inmensa, irrefutable, de este deterioro. ¿Que puede esperar, por ejemplo, la juventud de nuestro país de este tipo de políticos, por mas que Oscar Arias trate de restarle importancia a lo evidenciado, y Julio Rodríguez, tan inclinado a repartir «lecciones morales» a diestra y siniestra, se haga el desentendido?

Lo que dicho memorandum propone es exactamente lo que se ha estado llevando a la práctica todo este tiempo: coacción, mentiras, apelación al miedo, tratamiento absolutamente irrespetuoso y difamatorio de quienes se oponen al tratado. Lo que es incomprensible, quizás, es que estos personajes lo hayan puesto por escrito.

La decaden-SIa política y moral parece no tener límite, y en ese sentido podemos afirmar, ya, que este bloque oligárquico, cuya agenda para el país parece ser la entrega de sus recursos, ya ha sido derrotado, y que, además, el proceso ha servido para que muchos se evidenciaran, para que a muchos se les hayan quitado las caretas. En lo que sigue, al menos, las cosas podrán dirimirse con mayor franqueza.

Lo anterior lo escribo sin triunfalismo electoral alguno, a sabiendas de que hay muchos elementos desarrollándose en este episodio de la vida nacional, y que la lucha de este David que es el movimiento del NO aun tiene que lidiar con ese Goliat del SI que tiene ventajas desproporcionadas. Pero el pueblo-David ha demostrado ya tener su honda, y es poderosa.

Lo que me parece indiscutible, mas allá de los números del referéndum, es que la vida política se ha energizado, y que la iniciativa la tienen amplios sectores de nuestro pueblo.

Del otro lado no hay iniciativa, no hay propuesta. Lo único que hay, y lo dicen con descarada transparencia Sánchez y Casas, son mentiras, manipulaciones, exageraciones, y coacciones..

El corazón del SI, deteriorado por tantos malos hábitos y tantas malas prácticas, parece estar al borde del colapso.