Traducido del ruso para Rebelión por Josafat S. Comín
El principal contrincante de «Rusia Unida» en las elecciones a la Duma del 2007 será el PCFR. No cuesta trabajo imaginar que todo el poderío de los recursos del aparato estatal, televisivos, financieros y administrativos será puesto a trabajar a favor del «partido del poder».
Oleg Kulikov responsable en el CC del PCFR para temas de información y análisis, comparte con Janna Kostina, corresponsal de «Kontinent Sibir», sus impresiones sobre las posibilidades del PCFR y la capacidad para competir con «RU».
— Oleg Anatólievich, queda un año para las próximas legislativas. Por vez primera se van a celebrar por el sistema proporcional. ¿Hasta que punto favorece esto a «Rusia Unida»?
— Creo que les favorece. «RU» prácticamente agrupa a la élite política tanto a nivel regional como estatal. Sin pertenecer a «RU» no se puede hacer carrera política ni prosperar en el mundo de los negocios.
Si ya antes controlaba todas las circunscripciones únicas, ahora van a poder incorporar a su estructura a todos los representantes de pequeños partidos, que anteriormente acababan tarde o temprano igualmente integrados en le grupo parlamentario de «RU». Por lo tanto, con la introducción del sistema proporcional «RU» no pierde nada.
Recientemente fue aprobada en primera lectura la ley que prohíbe incluir en las listas a representantes de otros partidos. Si una persona quiere figurar en las listas de «RU» necesita militar en el partido, o ser independiente.
— A día de hoy la barrera del 7% (necesaria para obtener representación en la Duma. N del T) solo la podrían superar 3 partidos: RU, PCFR y PLDR. ¿Qué partido podría ser el cuarto? ¿Cree que pueda haber un cuarto partido que supere el corte?
— La cantidad de partidos en la futura Duma no se va a definir ya en el ámbito de los procesos electorales, sino en el terreno político.
Si hablamos del proceso electoral en sí, podría haber una cuarta y una quinta fuerza, y quien sabe si alguna más. Pero como va a depender de una decisión política, pienso que en la situación actual no parece probable que pueda haber una cuarta fuerza. Lo único seguro es que la barrera del 7% la superarán solo 3 partidos: RU, PCFR y PLDR («Liberal-Demócratas» del ultra Zhirinovsky, aliados de Putin en la práctica. N del T). Para el cuarto puesto se ha abierto un ténder, al que pueden aspirar: el Partido de los Pensionistas, el Partido de la Vida, «Rodina» (si es que se recompone, aunque creo que el proyecto ya está agotado). En el espectro político de la derecha no habrá sitio para nadie más.
Pienso que lo más probable es que la Administración del Presidente apueste por un sistema de dos o tres partidos. No interesa un cuarto jugador, con el que tener que alcanzar acuerdos. Les es más fácil asimilarlos a todos dentro de «Rusia Unida».
— Las elecciones en la región de Krasnoyarsk siempre han servido de referente para las elecciones generales. ¿Piensa que las elecciones al nuevo parlamento unificado de Krasnoyarsk, en abril del año que viene, se puedan considerar un ensayo de las elecciones a la Duma?
— No creo que las elecciones en una región sirvan de calco para todo el país. A los parlamentos regionales acceden un gran número de partidos, 5 ó 6 de media, mientras que a nivel federal ya solo hablamos de 4. En la región de Krasnoyarsk la estructura poblacional se distingue por su alta concentración de población urbana. Las condiciones climatológicas se diferencian claramente de las del resto del país.
En las últimas elecciones, Krasnoyarsk no fue ya referente para el resto de Rusia. Tanto «Rodina» como el PCFR recibieron muchos más votos que la media en el resto del país, mientras que Rusia Unida obtuvo un 8% menos.
–Sin embargo en Krasnoyarsk, «RU» cuenta con un enorme recurso administrativo; El gobernador Alexander Jloponin, es miembro del Consejo de Estado.
–El recurso administrativo será empleado, pero la particularidad aquí es que no es demasiado efectivo (es un hecho diferencial de la región). En Siberia este tipo de palancas funcionan peor que en el territorio europeo. En Siberia la gente es más independiente, más emancipada, lo que se refleja en el comportamiento a la hora de acudir a las urnas.
–Por ahora «RU» está retrocediendo en todas las regiones siberianas. Pero todavía confían en la eficacia de todo el aparato que tendrán a su disposición (recursos financieros y organizativos, televisión) ¿Cómo puede el PCFR hacerles frente en estas condiciones?
–«RU» sigue siendo débil en las ciudades importantes, donde prácticamente empatamos con ellos en porcentaje de voto (20-25%).
Pero debido a nuestra escasa implantación en el medio rural, tenemos las de perder fuera de los núcleos urbanos.
Pese a que el campo aporta menos de una tercera parte de los electores, «RU» alcanza allí unos apoyos cercanos al 70%, con una alta participación que ronda el 80%.
Por eso en el próximo pleno del CC nos hemos fijado la tarea de desarrollar nuestra organización en el campo. Como mínimo deberemos tener una mínima organización en cada región, una agrupación en los núcleos rurales importantes.
Nuestra prensa sigue siendo nuestro principal instrumento. Debemos hacer hincapié en el trabajo puerta a puerta, ampliar la distribución de nuestro periódico, de nuestros materiales.
Ya estamos acostumbrados a hacer campaña sin contar con la televisión.
A fin de cuentas, como demuestra la práctica, la TV no es un elemento determinante. En las zonas rurales, la gente ve mucho menos la televisión y vota mucho más por «RU», mientras que en las ciudades ocurre justo lo contrario. Nos infunde esperanza comprobar que cada vez recibimos más votos de gente joven y con formación.
El año pasado en las elecciones de la región autónoma Nenetsky, ocupamos el primer lugar. En el centro petrolífero de Naryan-Mar, donde el salario medio no baja de los 1000 dólares, obtuvimos un 35%. En los barrios elitistas de Moscú, donde viven las capas intelectuales, hemos crecido en 2’5 veces.
Así es que no solo nos votan los abuelos, los jubilados. La gente entiende a qué se les ha relegado y quién lleva la batuta en el país, quién es el dueño de Rusia.
Cuanto más pobre es el pueblo, más fácil es comprarlo. Cuanto más culto, más difícil someterlo. Esto nos invita a ser optimistas.