Hacer realidad los sueños de sistematizar los estudios de las masculinidades fue el propósito fundamental del Foro Universitario de Masculinidades y Cultura de Paz, realizado los días 21 y 22 de noviembre en esta capital. Organizado por el profesor de la Universidad de La Habana, Julio César González Pagés, el encuentro reunió a jóvenes profesionales […]
Hacer realidad los sueños de sistematizar los estudios de las masculinidades fue el propósito fundamental del Foro Universitario de Masculinidades y Cultura de Paz, realizado los días 21 y 22 de noviembre en esta capital.
Organizado por el profesor de la Universidad de La Habana, Julio César González Pagés, el encuentro reunió a jóvenes profesionales que, desde su etapa estudiantil, trabajan este tema, al que le dan continuidad ahora en sus diferentes posiciones laborales: el Instituto Superior de Arte, el Tribunal Provincial, la Fiscalía, la Universidad de Ciencias Informáticas o el Ministerio del Interior, entre otros.
«Queremos hacer realidad algo de lo que tanto se habla en los eventos teóricos: sistematizar los estudios de género y masculinidades, para que el trabajo pase de ser un sueño. Esta es una acción específica, que llevan adelante personas con ganas de hacer, como requisito indispensable para promover cambios», explica.
«El encuentro antecede a la Semana Nacional de la Lucha contra la Violencia porque quisimos, desde antes, promover la cultura de paz, como una forma de alentar pequeñas acciones capaces de cambiar el estado actual de las cosas en el tema de la violencia, que rompan con el inmovilismo y la idea preconcebida que los problemas no tienen solución», añade González Pagés.
El lugar escogido, un politécnico con más de 1.000 alumnos situado en el barrio del Cerro, en el centro de la ciudad, donde radica la Sede Municipal Universitaria, también tiene una explicación.
Según este especialista que desde hace 20 años se dedica a los estudios de género, «de aquí saldrá un proyecto que podría involucrar, aunque sea, a 100 estudiantes, los cuales mañana podrían estar transmitiendo a sus familias conocimientos para romper el círculo de la violencia».
A la vez, considera esencial acercarse a los sujetos de las investigaciones y hacerlo más allá de las teorías y los libros.
«Para promover la cultura de paz, es preciso asimilar conceptos tan elementales como que el respeto no es subordinación, sino equidad, y que la paz hay que negociarla desde la casa y evitar reproducir constantemente las relaciones de violencia en las relaciones de pareja y en el trabajo», señala González Pagés.
Para el profesor de la Universidad de La Habana, se dan situaciones de violencia de los hombres sobre las mujeres, de los hombres contra sus semejantes y del hombre contra sí mismo, por lo que en cada uno de estos casos es necesario rediseñar la solidaridad y reconstruir los modelos de masculinidades.
Variedad temática
En el foro fueron abordados temas como la inmigración canaria hacia Cuba a inicios del siglo XX, vista desde los estudios de género y masculinidad; un análisis crítico de la propuesta de modificación al Código de la Familia sobre las uniones entre personas del mismo sexo; los vacíos existentes en la legislación vigente para transexuales y travestís, o la epidemia de sida entre hombres que tienen sexo con hombres, segmento con mayor número de contagios en la isla.
Según expuso Ada Lara Sanabria, del Tribunal Provincial, incluso en las propuestas de modificaciones al Código de Familia, vigente desde 1975, existen aspectos que vulneran la voluntad de las personas y desnaturalizan lo que se entiende por unión no matrimonial.
Sobre la base de ejemplos que encuentran en la actualidad en su vida profesional, en la Fiscalía general, los licenciados Aramís Milán y Ahmed Correa expusieron la necesidad de que las leyes reconozcan la diversidad sexual y pasen a darle una protección positiva a estas personas.
Para estos jóvenes profesionales, se debe romper con los cánones tradicionales para dar a conocer los deberes y derechos de los individuos como ciudadanos, y les permita defenderse ante la discriminación.
Incluso, describieron hechos que ocurren en el país, en los cuales las personas son discriminadas no sólo por su preferencia sexual, sino hasta por su procedencia, como sucede en el caso de las oriundas de las provincias orientales y que son, en la actualidad, un tema recurrente en el humor dentro de la isla.
Uno de los ejemplos expuestos por los ponentes se refirió a una transexual que fue detenida y, como no se entendía que debía estar en una prisión de mujeres, se le ubicó en una de hombres, donde terminó suicidándose.
Casos como estos se atribuyen al desconocimiento, a la falta de normativas para estos casos y a la homofobia aún existente en una sociedad que, «desde siempre, ha sido tradicionalmente homofóbica», de acuerdo con González Pagés.
Según trascendió, los suicidios son la segunda causa de muerte joven, después de los accidentes, y de ellos, un porcentaje significativo corresponde a homosexuales.
Trascender y sistematizar
A diferencia de otros encuentros, este no reunió a estudiosos consagrados en los temas de género. Sin embargo, a juicio del profesor González Pagés, participaron las personas que, por su juventud e interés, mantendrán vivos los estudios de género y masculinidades.
No son palabras lanzadas al viento. En el encuentro se presentaron interesantes proyectos investigativos de alumnos de cuarto año de la universidad que, desde distintas ópticas, abordan el tema central: desde la raza, el deporte, la prostitución y la pornografía.
Esto permite ampliar el diapasón de la investigación y hacerlo desde aspectos tal vez nunca antes estudiados, como es el caso de la emigración de peloteros o las sociedades secretas y cerradas.