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Cumbre de Viena UE-ALC enfrenta numerosos retos

Fuentes: Prensa Latina

Los retos que enfrenta la IV Cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe (UE-ALC) pueden marcar un hito en las relaciones biregionales si la reunión es capaz de concretar las metas propuestas, indican hoy observadores. Entre los desafíos que tienen ante sí los jefes de Estado y Gobierno de los 25 países de la Unión […]

Los retos que enfrenta la IV Cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe (UE-ALC) pueden marcar un hito en las relaciones biregionales si la reunión es capaz de concretar las metas propuestas, indican hoy observadores.
Entre los desafíos que tienen ante sí los jefes de Estado y Gobierno de los 25 países de la Unión Europea y los líderes de Latinoamérica y el Caribe, se cuentan la situación de los procesos de integración de Latinoamérica y la voluntad de concertación en los asuntos internacionales, como los más trascendentes.
En ese sentido los latinoamericanos están dando los pasos más decisivos con la creación de nuevos mecanismos de integración como la Alternativa Bolivariana de Nuestra América (ALBA), y el fortalecimiento de otros ya existentes como el MERCOSUR.
Con esa misma fuerza cuestionan también los órganos e instrumentos integracionistas que no cumplen las expectativas, como la Comunidad Andina de Naciones (CAN) puesta en crisis por los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos firmados por Perú y Colombia.
Sin embargo, Europa no ha respondido consecuentemente a esos pasos y todavía prevalece la retórica por encima de acciones concretas demandadas por el grupo latinoamericano, como el abandono de la posición común respecto de Cuba, así como la tolerancia a medidas extraterritoriales, en particular la ley Helms Burton.
La distribución de poderes en Naciones Unidas, el Protocolo de Kyoto, el Tribunal Penal Internacional, la intensificación del dialogo político y la promoción de la integración regional y subregional de América latina, son temas presentes en el cónclave.
La Unión Europea ha dicho que favorece el proceso de integración regional y subregional que acelere el crecimiento económico y facilite el progreso hacia un sistema multilateral internacional efectivo, pero aún le queda el decisivo camino de probar y convencer a sus interlocutores que es así.
Latinoamérica y el Caribe demandan un aumento de la ayuda a la región para mejorar su potencial, concretar la interconectividad de sus redes de infraestructuras y facilitar la integración de cada uno de los países en los mercados internacionales.
Europa estima que la integración regional y subregional permitirá a esa parte del nuevo mundo convertirse en un actor político más influyente en la escena global, y esa es posiblemente una de las pocas coincidencias de criterio en este IV Encuentro.
Sin embargo, los enfoques varían, pues mientras en América Latina gana terreno un criterio más aglutinador en el que el multilateralismo efectivo es muy importante, en Europa se estimulan los TLC, lo cual limita el lema de esta cumbre: reforzar la asociación estratégica entre ambas partes.
Los gobernantes latinoamericanos y caribeños pedirán a los europeos que dejen a un lado la retórica, que sean efectivamente más europeos y europeizantes que lo que se proclaman frente a Estados Unidos, y jueguen el papel que les corresponde en la nueva situación latinoamericana.
En suma, los visitantes del otro lado del Atlántico tratarán de dejar caer el balón en la cancha de Europa para que cambie su manera de pensar y actuar, y comprenda que América Latina y el Caribe son vitales para su geoestrategia.