La CIOSL (Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres) ha sido informada de los múltiples problemas que actualmente confrontan los jóvenes trabajadores del Sindicato Unitario de Trabajadores de Telefónica Servicios Técnicos (SUTTST). En efecto, la política asumida por los directivos de Telefónica del Perú a través de su filial, Telefónica Servicios Técnicos en cuanto se refiere […]
La CIOSL (Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres) ha sido informada de los múltiples problemas que actualmente confrontan los jóvenes trabajadores del Sindicato Unitario de Trabajadores de Telefónica Servicios Técnicos (SUTTST).
En efecto, la política asumida por los directivos de Telefónica del Perú a través de su filial, Telefónica Servicios Técnicos en cuanto se refiere a las condiciones de trabajo, régimen laboral, etc. es sumamente desfavorable y discriminatoria para sus jóvenes trabajadores.
Hace más de diez años, Telefónica del Perú implantó un Programa de Formación Laboral Juvenil que de acuerdo a la empresa «representaban el futuro de Telefónica del Perú»; pero diez años después, los jóvenes que lograron permanecer en sus puestos de trabajo, laboran bajo las órdenes de una filial con contratos a plazo determinado y «con la amenaza de la no renovación de los contratos en condiciones desfavorables y con un futuro incierto».
Durante tres años estuvieron realizando las mismas funciones que un trabajador regular de Telefónica, laborando más de ocho horas diarias, incluso muchos de ellos hasta altas horas de la madrugada con la esperanza de que con el fruto de este esfuerzo pasarían a formar parte de la planilla de la empresa. Sin embargo, nuestras fuentes nos han informado que con el transcurrir de estos años, muchos de sus compañeros fueron despedidos injustamente, entre ellos, OSCAR CANO, premiado por Telefónica como número uno a nivel nacional del Programa Juvenil (PJ) y que al mes siguiente de otorgarle este premio, no le renovaron el contrato. Tiempo después otro de los jóvenes trabajadores, WASHINGTON VALDIVIA, corrió la misma suerte y así cientos de otros.
Los demás, lejos de pasar a planilla fueron trasladados a las cooperativas de trabajo realizando funciones principales en la empresa como siempre lo vinieron haciendo y por primera vez, les concedieron vacaciones después de cinco años de trabajo continuo. Más del 80% de jóvenes estuvieron bajo esta modalidad en la cooperativa durante ocho, nueve y diez años para luego ser trasladados a las diferentes filiales de Telefónica desde donde fueron despedidos.
Por todas estas razones, los jóvenes trabajadores empezaron a gestar la idea de agruparse en un sindicato y es así que 25 de ellos se reunieron el 21 de junio de 2004 (muchos se veían por primera vez) venciendo dudas, temores y sabiendo que el camino no era nada fácil, asumieron el compromiso de formar y defender la única arma que les ayudaría a reivindicar sus derechos: el Sindicato Unitario de Trabajadores de TelefónicaServicios Técnicos (SUTTST).
Todos los afiliados al sindicato, han abierto un proceso judicial en contra de Telefónica pidiendo que se defina quien es su empleador real y que se les abonen los beneficios sociales dejados de percibir ya que Telefónica nunca asumió su responsabilidad como empleador real y que por el contrario siempre buscó la forma de burlar las leyes peruanas y burlarse de los trabajadores. Esta realidad la experimentan miles de jóvenes dentro de otras empresas porque no saben como impedirlo.
Damos a continuación ejemplos de la impositiva política administrativa de Telefónica:
1- El 30 de junio de 2006 fueron despedidos injustamente seis (6) compañeros que realizaban las mismas funciones que el personal de planilla, pero que arbitrariamente estaban bajo la modalidad de cooperativas Los nombres de estos jóvenes trabajadores son: LUDWING CHAVEZ PROA, MELISSA GALARZA LAMAS, ELIZABETH PALOMINO PAREDES, HAROLD VELIZ BARRETO, EDWARD PEREZ LARICO y LUIS PEREZ BENITES. Todos ellos con diez (10) años realizando funciones en Telefónica. Dichos compañeros solicitaron meses atrás una inspección laboral al Ministerio de Trabajo cuyo resultado fue que el trabajo que realizan estos compañeros es equivalente al que realizan los trabajadores que están en planilla y además, están bajo las órdenes del mismo supervisor.
Cansados y desmoralizados por este arbitrario despido, el 3 de julio de 2006, los trabajadores afiliados al sindicato, optaron por hacer un alto en sus funciones y decidieron salir a las calles para protestar y para dar a conocer los abusos que se cometen a diario en Telefónica. Ante la medida tomada por el sindicato, los funcionarios de Telefónica solicitaron a los dirigentes una reunión durante la cual les invitaron a evitar estos incidentes «porque perjudican la imagen de la empresa».
2- Los trabajadores afiliados al sindicato reciben constante amenazas en el sentido de que no les será renovado su contrato.
3- Obligan a los trabajadores a realizar funciones en condiciones deplorables, vale decir, sin herramientas apropiadas o averiadas y en locales de trabajo sin las condiciones mínimas de seguridad. Además, el compañero Walter Díaz de la Vega, secretario general del sindicato es constantemente hostigado por su supervisor más próximo.
4- Las jornadas de trabajo en general son más largas que las habituales. Los operadores telefónicos son obligados a trabajar más de ocho horas diarias a pesar de las exigencias del sindicato que siguiendo directivas de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) le han indicado a Telefónica que las jornadas diarias de los operadores telefónicos no deben ser muy extensas.
5- No se realizan los exámenes médicos periódicos contemplados en el reglamento interno de trabajo.
6- Las remuneraciones están estancadas a pesar de los largos años que están trabajando para Telefónica; el sueldo promedio es de Un mil (S/1.000.00) nuevos soles que son equivalentes a $312 dólares americanos.
La CIOSL considera que este es un caso de suma importancia para los jóvenes agrupados en este sindicato recientemente creado dado que su futuro laboral está ligado de manera directa con el respaldo y apoyo que podemos brindarles las organizaciones sindicales superiores como es el caso de la CIOSL y por supuesto, de la OIT.