El movimiento indígena ecuatoriano Pachakutik denunció este lunes que «existen planes de la derecha para derrocar al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, con miras a frenar cambios profundos en este país». El coordinador nacional del movimiento indígena ecuatoriano Pachakutik, Gilberto Talahua, alertó este lunes que la oposición de derecha de su país, estaría fraguando un plan […]
El movimiento indígena ecuatoriano Pachakutik denunció este lunes que «existen planes de la derecha para derrocar al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, con miras a frenar cambios profundos en este país».
El coordinador nacional del movimiento indígena ecuatoriano Pachakutik, Gilberto Talahua, alertó este lunes que la oposición de derecha de su país, estaría fraguando un plan para derrocar al presidente Rafael Correa.
«Queremos alertar al pueblo ecuatoriano que algunos sectores de la oligarquía estarían maniobrando para captar el poder fuera de las instituciones democráticas y tal vez hasta asesorados externamente», afirmó Talahua.
El coordinador del movimiento político advirtió que los autores de la conspiración serían los 57 diputados destituidos el miércoles último por el Tribunal Electoral, que los acusó de obstruir la consulta del 15 de abril venidero. Según dijo, estos legisladores «estarían apostando a la ingrata tarea de desestabilizar la democracia».
«Con suma preocupación denuncio ciertas maniobras políticas por parte de los diputados destituidos», resaltó el líder indígena, quien aprovechó la oportunidad para llamar a las bases y mandos medios de las Fuerzas Armadas a mantener su lealtad al jefe de Estado y rechazar las acciones «antidemocráticas» de la oposición.
Teniendo en cuenta que el 80 por ciento de la tropa y mandos medios pertenece a la clase pobre de campesinos e indígenas, «llamamos a escuchar el clamor del pueblo y no a un puñado de oligarcas que quieren manipular los destinos del país», enfatizó.
«Es hora de construir patria y defender la democracia», recalcó el dirigente de Pachakutik, movimiento considerado como el brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE).
Esta agrupación acató la propuesta del mandatario ecuatoriano de realizar movilizaciones y manifestaciones pacíficas para respaldar la consulta popular que pide la instalación de una Asamblea Constituyente.
En tanto, el gobierno ecuatoriano desestimó la evaluación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de que exista en el país un quiebre institucional por el conflicto entre el Congreso y el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
La Cancillería indicó en un comunicado que el conflicto se debe al intento de la mayoría legislativa de impedir la consulta popular para la instalación de una Asamblea Constituyente, convocada por el TSE.