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Desaparecidos y desplazados: monedas de cambio en los diseños imperialistas (I)

Fuentes: Rebelión

«La impaciencia revolucionaria ha reflejado siempre por parte del militante un conocimiento insuficiente  del sistema que combate. Esta insuficiencia conduce a la elaboración de estrategias y tácticas proyectadas sobre la evolución de factores objetivos de los que no se conoce ni el sentido ni las leyes. Conocer el sistema que se combate es una necesidad […]

«La impaciencia revolucionaria ha reflejado siempre

por parte del militante un conocimiento insuficiente

 del sistema que combate. Esta insuficiencia conduce

a la elaboración de estrategias y tácticas proyectadas

sobre la evolución de factores objetivos de los que no se

conoce ni el sentido ni las leyes.

Conocer el sistema que se combate es una necesidad

por la que se debe pasar».

Pierre Salama-Jacques Valier.

En la actual lógica imperialista de acumulación de capital emprendida sobre África, Medio Oriente y América Latina, parece ser que el capital global y los Estados nación detrás de ellos han decidido optar por la línea expuesta por un comandante estadounidense en 2003, quien afirmaba: «con una fuerte dosis de miedo y violencia, y mucho dinero para los proyectos, creo podemos convencer a esta gente de que estamos aquí para ayudarles.»1

Más aun, ante la pérdida de los tradicionales lazos creados por EEUU y la UE en regiones como África, manifiestos en la constante entrada de nuevos actores en la explotación de recursos estratégico (minería, petróleo, gas y madera), agricultura y algunos servicios (financieros, TIC e infraestructuras). En éste continente desde 2007 se observa que los 20 países más ricos todavía acaparan el 80% del total. Los inversores tradicionales se mantienen, incluyendo a EEUU, los países de la UE, Japón, Canadá y Australia.

Sin embargo, el aumento de su presencia se ha reducido en alrededor de un 8%. Un elemento nuevo es el alza del 21% en el volumen de inversiones realizado por las llamadas economías emergentes. Entre ellos, se pueden establecer tres grupos: los países más industrializados, como India, China y Corea del Sur; los propios países africanos, como Sudáfrica, Kenia y Nigeria; y países del Golfo, como Arabia Saudí y Emiratos Árabes. Entre bastidores y aún poco prominentes figuran otros actores, como Brasil, con una presencia en alza, junto a Malasia y Turquía2.

Vista África por Occidente, desde las primeras expediciones portuguesas, como un lugar de riquezas preciosas y aparentemente ilimitadas; oro, diamantes y otros materiales preciosos, así como energía y fuerza de trabajo. Y en el momento actual por las impresionantes tasas de crecimiento que genera y vista como un lugar de baja población, baja contaminación, baja regulación, repleto de recursos hídricos y tierra cultivable ha sido convertida en el destino de muchas inversiones europeas (y recientemente estadounidenses).

Así, África viene siendo sometida a un nuevo saqueo3, similar a la reestructuración neoliberal de América Latina afianzada desde los años 80 mediante un patrón de especialización exportadora. Recreándose en ambos casos, la inserción internacional de ambas regiones como proveedoras de productos básicos. Con una renovada gravitación de commodities4, lo que ha implicado una profunda transformación del agro, basado en la promoción de cultivos de exportación en desmedro del abastecimiento local. Reforzándose con esto, un empresariado que maneja los negocios rurales con criterios capitalistas de acumulación intensiva. Siendo la vieja oligarquía quien encabeza esta reconversión, en estrecha asociación con las grandes compañías del «agrobusiness»5.

Siendo África para Francia, Alemania y los mismos EEUU, lo que México ha sido históricamente para Washington, en esta competición del siglo XXI para explotarla en beneficio propio, dentro de las cínicas ambiciones, descaradamente imperialistas, que han permanecido en el centro de la estrategia occidental al igual que en América Latina.6 No están dispuestas a tolerar la constante penetración económica de países como India, que demanda productos africanos, principalmente petróleo, con un menor comercio de anacardos, algodón, fosfatos, medicamentos genéricos, carbón y oro. Y a su vez, exportando automóviles, maquinaria y servicios, afirmando su dominio en la cadena de valor hacia productos manufacturados. Ni el comercio Chino en África, que se viene concentrando especialmente en bienes manufacturados baratos; confección, zapatos, textil y de fabricación de enseres para el hogar.

Y siéndoles nada gratos acuerdos como el realizado en la República Democrática del Congo (RDC) en 2007-08, en los que China accedió a realizar mejoras de las infraestructuras locales a cambio de obtener derechos para la extracción de minerales. Como tampoco la llamada ayuda China a partidos políticos africanos para cubrir campañas electorales. Uno de ellos es el African National Congress (ANC) de Sudáfrica. Con lo cual, el Estado sudafricano ha sido reacio a contradecir a China en asuntos de política internacional7. Medio por el cual ha venido ha ejercer poder, a través de la creación de dependencia política, sin limitarse solamente al comercio y la inversión, lo cual detestan las otras potencias imperialistas.

Por tales motivos se ha venido exacerbando tanto en África como en América Latina, lo que David Harvey denomino en 2003 un «estado de inseguridad crónica». Francia, Alemania y EEUU, considerando a África como su zona de dominio, vista como una potencial fuente de riqueza y poder, han tomado estas potencias posicionamientos. Francia se ha establecido de nuevo en sus antiguas colonias en África Occidental como poder militar y, quizá mucho más importante, como poder económico. Utilizando los pretextos gemelos del terrorismo y humanitarismo, de igual manera que Washington en zonas de América Latina bajo la guerra al narcotráfico, ha conseguido velar con éxito sus verdaderas intenciones en la región, es decir, el saqueo de los recursos minerales y energéticos.

Debido a que el imperialismo rampante del Imperio Colonial Francés es políticamente inaceptable para los estándares actuales, Francia se ha presentado a sí misma como patrón benevolente, un poder altruista que quiere sencillamente ayudar a que se pongan en pie sus antiguos niños coloniales. Sin embargo, cuando uno rasca un poco más profundamente, se hace evidente que la Francia que en otro tiempo esclavizó a Haití, colonizó Argelia y gran parte de África del Norte y explotó sin piedad África Occidental, sigue viva8.

En tanto que Alemania ha saltado a la palestra vislumbrando potenciales beneficios económicos en África Occidental, dejando claro que intenta tener mayor presencia militar y económica en la región. Como principal motor económico de Europa, se halla en una posición privilegiada para sacar el máximo provecho de la inseguridad y del tremendo crecimiento demográfico de África Occidental. En Ghana, Nigeria y otros lugares, considera desaprovechados para sus exportaciones los potenciales mercados, también como baluartes de apoyo militar.

De esta forma, la Unión Europea, a la que Alemania considera cada vez más como su instrumento, se coloca en el centro de una creciente competición en la región. Ambas potencias, están encabezadas por Washington, ineludible e intratable centro neurálgico militar, que ha ido aumentando calladamente, aunque de forma significativa, sus capacidades militares -su «huella», utilizando la forma de hablar del AFRICOM y sus planificadores estratégicos- por todo el continente.

En África Occidental, ha establecido una red extensamente dispersa, aunque obviamente coordinada, de pequeñas instalaciones militares que confía en utilizar para ampliar su hegemonía sobre el espacio africano con las proverbiales «botas sobre el terreno». Redes que responden con precisión a las funciones asignadas al AFRICOM desde 2007, a saber, mantener la presencia militar estadounidense sin invertir en un despliegue a gran escala9.

Estado e imperialismo

Tal como indica David Harvey, en esta lógica es el Estado la entidad política, el organismo político, más capacitado para orquestar los dispositivos institucionales y manipular las fuerzas moleculares de acumulación de capital a fin de preservar la pauta de asimetrías en el intercambio más provechoso para los intereses capitalistas dominantes que funcionan en su marco10.

Esto es así porque lo países del centro primero han producido y luego han controlado el desembolso de capitales excedentes. Ejerciendo de esta manera una influencia desproporcionada sobre la arquitectura financiera mediante la que se aplican las soluciones espacio-temporales y están, por lo tanto, en condiciones de inclinar en su propio beneficio las inevitables asimetrías que se producen en el intercambio espacial. El surgimiento de un complejo Wall Street-Departamento del Tesoro en Estados Unidos, capaz de controlar instituciones como el FMI y de proyectar un enorme poder financiero sobre todo el mundo mediante una red de instituciones financieras y gubernamentales, ha ejercido una influencia enorme sobre la dinámica del capitalismo global en los últimos años.

Pero este centro de poder sólo puede operar como lo hace porque el resto del mundo está «enredado» y «enganchado» (de hecho «encadenado» por los grilletes de la deuda) en un marco estructurado de instituciones financieras y gubernamentales (supranacionales) férreamente controladas11. Esto se puede observar en la manera que el sistema financiero internacional, con los dólares obtenidos del alza del petróleo, luego de los procesos nacionalizadores de mediados de los años 70, construyó un esquema de préstamos a los Estado Latinoamericanos con lo que dio vida a la insaciable deuda externa.

Esta deuda fue el resultado de un muy bien elaborado esquema de pago de intereses, por colocación de depósitos en los países productores de petróleo, otorgamiento masivo de crédito con poco respaldo de los Estados receptores de los mismos y el cobro de deuda con altas tasas de interés. Dentro este esquema se tomó ventaja de los desórdenes burocráticos de los Estados receptores de crédito y de la traición corrupta de ciertos altos Funcionarios Públicos.

Resultando de dicha mezcla las condiciones y acciones para una transferencia de recursos nacionales de los países endeudados al sistema financiero internacional (o imperialismo). Proceso de transferencia, que se produjo luego de reducir el gasto social y de inversión productiva en cada País. Este esquema permitió que el sistema financiero internacional tomara control indirecto de las industrias productivas y extractoras de estos Estados endeudados. Control que se da a través de sus guardianes (o perros de presa) el Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial.

Tales organismos comenzaron a imponer a los Estado, a cambio de mejores condiciones de pago o nuevos préstamos, políticas públicas en materia monetaria, fiscal y desregulación del sistema financiero. Este esquema de apropiación de riquezas se complementó con el llamado consenso de Washington que transfería ya no recursos dinerarios sino activos y riquezas de los países deudores. El proceso de apropiación se justificó mediante la reducción del Estado y avalado e implementado por la llamada tecnocracia. Las políticas públicas «propuestas» por esta tecnocracia indicaban cambiar deuda externa con activos del país, permitir la inversión directa de capital extranjero, des regularizar el sistema financiero, otorgar incentivos tributarios a la capital extranjero; así como, permitir la libre salida de utilidades por dicho capital extranjero12.

Todo lo cual ha hecho posible implementar el «extractivismo» que padece actualmente América Latina y África: minería a cielo abierto, privatización de tierras, construcción de represas, implementación de la agricultura industrial, el monocultivo de soja, la explotación hidrocarburífera, los proyectos previstos por la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) en materia de transporte, energía y comunicaciones, y los biocombustibles (etanol y biodiesel). Teniendo como consecuencia enormes cambios y transformaciones que destruyen por completo economías, condiciones y estilos de vida de pueblos enteros

Dinámicas que, unidas al objetivo de bloquear la penetración económica China y la India en África y Latinoamérica, por parte de EEUU, Alemania, Francia e Inglaterra, estas potencias reorganizan un imperialismo adoc , para lo cual han reforzando una tendencia preocupante: en la medida en que aumentan los intereses geopolíticos y económicos de Occidente en la región, crece la inestabilidad en África y América Latina. Tendencia que cobra sentido cuando el caos y la inestabilidad se adecuan perfectamente a sus objetivos imperialistas.

Mientras EEUU y Europa invocan ad nauseam el término «estabilidad», en realidad vienen transformando ambos continentes en un campo de batalla, teniendo en la desestabilización un arma poderosa. Mientras que los pueblos africanos y latinoamericanos, son los que pagan con sangre las ambiciones geopolíticas y económicas de los Imperios. A lo cual también la vieja oligarquía presta sus servicios, en estrecha asociación con las grandes compañías del «agrobusiness, convirtiéndose en socia minoritaria en la explotación de la población local y a menudo actuando a favor de los intereses de los proyectos imperialistas.

Observándose así, en este marco de globalización, consolidación del libre mercado e ideología neoliberal, una mayor complicidad entre el Estado y el capital global. Implementada a menudo a través de programas de ámbito local, indigenización o «empoderamiento económico negro». Pese a ciertas diferencias en los procesos: en África pocas compañías, a excepción de un puñado de empresas sudafricanas, se han convertido en actores globales, aunque existe una porción creciente de políticos y empresarios africanos que forman parte de lo que Susan George ha denominado «la clase de Davos»13.

Pero, es dentro de este esquema que se explica la creciente inestabilidad en África y América Latina. La instauración del imperialismo actual, no como el producto de una aberración de los extremistas que tomaron el poder de la Casa Blanca con Bush, Cheney y Rumsfeld, sino la manifestación institucional de una realidad sistemática proveniente de la naturaleza misma del desarrollo capitalista, aunque el régimen de excepción instaurado después del 11-9 exponencia la usurpación presidencial con funciones legislativas y judiciales a niveles dictatoriales. 14

Esto debido a que la construcción imperial que había estado a cargo de los «componentes económicos» es sustituida por doctrinarios de la guerra permanente, conquistas militares y promoción colonialista. Y siendo así, debemos seguir la misma idea expresada por David Harvey, al indicar que en la lógica de acumulación de capital, es el Estado la entidad política, el organismo político, más capacitado para orquestar los dispositivos institucionales y manipular las fuerzas moleculares de acumulación de capital a fin de preservar la pauta de asimetrías en el intercambio más provechoso para los intereses capitalistas dominantes que funcionan en su marco. Lo que es observable al analizar con detenimiento lo que han venido llamando los medios de comunicación como <anaquía>, los nombrados <estallido de violencia irracionales> y >.

Lejos de los llamados estallidos de violencia irracionales, se puede observar una reformulación contrainsurgente, donde se ha hecho cada vez más importante la participación de actores «militares privados» de Estados como el estadounidense y también los de las élites u oligarquías nacionales para asegurar su dominio (que en realidad son viejos modelos paramilitares). Ya que tras el sistema se encuentran colocados; bancos e instituciones financieras internacionales, el complejo de la industria militar, los magnates del petróleo y la energía, los grandes consorcios de la biotecnología y los poderes gigantes de los medios y las comunicaciones, que fabrican las noticias y abiertamente influyen en el curso de los acontecimientos.15

Invasiones y rediseño imperialista

Las directrices de la guerra Norteamericana han extendió el sistema de mercado y abierto nuevas «fronteras económicas» para el capital estadounidense. Claro ejemplo de esto, fue la invasión «humanitaria» emprendida en Yugoslavia por la OTAN, el 24 de marzo de 1999. Organismo que bajo el liderazgo de Washington y de la mano de Boeing, Daimler-Chrysler, General Motors, Ford, IBM, Motorola, Microsoft, Seagram y Sony, decidieron invadir a la Republica Federal de Yugoslavia, «preocupados» por la tiranía en eses país de Slobodan Misolevic. Así, proporcionaron millones de dólares en efectivo, además de computadoras, vehículos y equipo de sonido. Sentando las bases de modelos «humanitarios» de guerra contra el «terrorismo» o el «narcotráfico» que actualmente padecemos.

Sembrando a Yugoslavia de civiles asesinados mediante bombardeos aéreos, considerados desde entonces «daños colaterales». Y a consecuencia de la importancia que para el Pentágono tiene la «estabilidad internacional» para desarrollar fuertes relaciones económicas, así como ampliar sus posibilidades de vender en el mundo entero sus mercancías, según indico el mismo presidente Bill Clinton.

Así, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados informo el 27 de marzo de 1999 sobre 4 mil refugiados. Cifra que se incrementó para el 4 de junio a un total de 670 mil refugiados en los países vecinos de Albania y Macedonia, 70 mil en Montenegro y 75 mil que se dirigieron a otros países. Datos que no incluían a los desplazados internos de Kosovo, no obstante la OTAN calculó que fueron entre 200 mil y 300 mil, tan solo el año anterior a que iniciaran los bombardeos16.

Sucesos que, más allá de la supuesta intervención humanitaria, tuvieron su origen en el hecho de que la administración Clinton durante los diez años previos a la invasión de Kosovo, se dedico a ampliar alianzas militares en Europa. Además de intensificar sus actividades militares en Oriente Próximo, todo a la par de la promoción de los intereses de las multinacionales norteamericanas. Razones mismas por las cuales, después de los ataques a la RFY, la OTAN pudo ampliar su influencia hasta la frontera rusa y Europa Occidental participa en dichos actos como socio subordinado. Además, Clinton también logro subordinar a regímenes de Europa Oriental como; Polonia, República Checa y Hungría, bajo el domino también de la OTAN. En tanto que España y Grecia se alinearon como dóciles colaboradores.

Mientras que, Turquía e Israel se constituyen como bases de la supremacía de Washington en el Oriente Próximo. Toda vez que Estados Unidos a parece por primera vez como protagonista en la región de los Balcanes. Teniendo también como premisas, mediante la guerra a Serbia desestabilizar a la unidad europea de aquel momento. Particularmente a los sectores democráticos y la izquierda, puesto que estos sectores eran enemigos de la resolución de problemas con métodos de guerra y de las políticas de libre mercado impulsadas por el capital norteamericano.

En Francia así como en Italia, el entonces ministro del interior, Jean Pierre Chevnement, y el gobierno centrista de D´Alema, respectivamente, protestaron vivamente. Así como los comunistas, troskistas y los verdes contra el hecho de que la decisión de bombardear Serbia no haya sido discutida por ningún pueblo, ni por ningún parlamento, sino que por el contrario solo haya sido avalada por los jefes de Estado, en flagrante violación de las constituciones respectivas, así como Washington violó la Carta de la ONU.

Finalmente, se debe tener en cuenta que en el territorio montañoso invadido, entre la capital, Pristina y la frontera con Montenegro, se encuentra los terrenos más valiosos de los Balcanes. Con un enorme filón de minas ricas en plomo, cadmio, oro, plata, cromo, manganeso, cobre y otros minerales, que ayudaron en su momento al régimen de Misolevic. Tan sólo en 1997, las ventas de zinc del pueblo de Trepca, le proporcionaron a las arcas del gobierno mil millones de dólares. Además dicha región contaba en esas fechas con el 70 por ciento de las 18 mil millones de reservas de Yugoslavia17.

En este mismo sentido, después de la invasión de Afganistán en 2001, la Casa Blanca en estrecha relación con Gran Bretaña, lograron posicionar los intereses de los grandes petroleros angloamericanos, en contubernio con los mayores fabricantes de armas en Estados Unidos: Lockheed Martin, Raytheon, Northrop Grumman, Boeing y General Dynamics.

Pero más aun, dentro de la lógica del posicionamiento de fuerza en Medio Oriente, Estados Unidos y su aliado Israel, en la Franja de Gaza en 2008, mediante la operación Plomo Endurecido aterrorizaron a la población palestina, así como a sus líderes. Aniquilando toda la infraestructura que pudieron y no solamente era la intención destrozar a Hamas. Para lo cual Estados Unidos sostuvo incondicionalmente a Israel, imponiendo su veto en el consejo de Seguridad de Naciones Unidas – que supuestamente quería condenar la operación plomo endurecido – mientras que por otra parte freno todo tipo de iniciativas que estuvieran a favor de los palestinos.

Pero tal operación, además les dejo como lección a los estrategas israelíes, así como a los estadounidenses (así como la derrota israelí en Líbano en 2006), la de ser bastante vagos en sus declaraciones. En 2006, las más altas autoridades militares y políticas se jactaban de poder acabar de una vez por todas con Hezbolah. Y ante su fracaso rotundo de ese momento, aprendieron ha hablar solo de «erradicación» de Hamas, o cualquier otro grupo denominado terrorista o narcotraficante, hasta llegar con el tiempo a decir que sólo los quieren «debilitar»18.

Y ante el desastre humanitario causado por las mismas guerras, como son las migraciones y desplazados en masa, aprendieron acerrar las fronteras, al igual que ocurrió en 2008 en Gaza, donde los palestinos no podían huir de la guerra, sino que fueron colocados en una trampa, dentro de un territorio muy pequeño (360 kilómetros cuadrados) y las fronteras fueron cerradas por el ejército israelí. De forma que hoy el pueblo sirio y muchos más, se pretende también sean encerrados en trampas echas por enormes cercos y bardas.

Razones por las cuales, el ejército y otros grupos armados tienen rodeados y atrapados alrededor de un millón y medio de personas dentro de Siria. La mayoría de las fronteras de Siria están cerradas para aquellos que pretenden escapar de la violencia. En este mismo sentido genocida, Europa está construyendo vallas cada vez más altas y poniendo en marcha una serie de políticas aberrantes diseñadas para dejar fuera a los desplazados por la guerra.

Teniendo como objetivo el uso de fuerzas armadas, impedir que lleguen suministros y evitar que la gente pueda salir del lugar de conflicto. Así, grupos armados utilizan controles militares, francotiradores y artillería para mantener atrapadas a las personas, en tanto que algunos Estados europeos cierran sus fronteras, usan vallas cada vez más altas y ponen en marcha obstáculos políticos para que la gente no pueda entrar.

Pero Siria no es el único país en sufrir dicha situación. Arabia Saudí ha puesto en marcha un bloqueo sobre Yemen, restringiendo el flujo de ayuda y el movimiento de personas dentro y fuera del país. El ejército iraquí ha puesto a Faluya y otras ciudades bajo la misma presión militar en su batalla contra el Estado Islámico. Y el bloqueo de Israel contra Gaza desde 2008, es la jaula de mayor duración en la historia moderna, mientras el muro construido en Cisjordania cerca literalmente a las comunidades. Mientras que Australia al igual que Europa, está haciendo grandes esfuerzos para echar de sus costas a las personas que buscan refugio19.

Y para justificar que todas estas personas sufran dicho encierro genocida, que implica estar rodeado principalmente por las fuerzas del gobierno, morir de inanición, no poder acceder a alimentos ni a tratamientos médicos y no poder escapar de la violencia. Y que los guardias fronterizos puedan dispararte o someterte a abusos mientras intentas cruzar a un lugar seguro (un poco de lo cual vivimos los latinoamericanos al querer pasar hacia EE.UU). Sin contar con un estatuto legal en los países vecinos, donde la movilidad para los inmigrantes, desplazados y refugiados de distintas nacionalidades, está restringida. La retórica de los imperialistas y sus aliados, señalan que el gobierno sirio o el mexicano, están combatiendo a «terroristas» o «narcotraficantes».

A este respecto, Rusia ha hecho otro tanto afirmando que actúa en apoyo de un «Estado soberano». Que los vecinos de Siria están «desestabilizados» y Europa trata de cerrar sus fronteras por razones de «seguridad nacional». Refiriéndose a los refugiados como una «carga»20.

En este marco catastrófico, Médicos Sin Fronteras (MSF), apoyando a más de 150 instalaciones médicas dentro de Siria, a documentado que en los alrededores de Damasco, por sus instalaciones pasaron 93.162 heridos de guerra en 2015 y registraron 4.634 muertes a causa de la guerra. En las zonas bajo asedio, MSF también ha informado sobre 49 casos de muerte por inanición. Además de que 63 instalaciones sanitarias apoyadas por MSF fueron bombardeadas en ataques aéreos sólo en 2015.

Y en este mismo tenor, en Europa desplazados que llegan a tierras griegas son enviados a centros donde les mantienen detenidos en condiciones de hacinamiento. Donde son sometidos a un trato inhumano y degradante. En tanto que algunos serán enviados de vuelta a Turquía (bastión e los Estados Unidos en Medio Oriente) en función del acuerdo recientemente firmado entre la Unión Europea y ese país21.

Así, en Europa donde se canalizan inmensos recursos financieros y de seguridad hacia los países vecinos a cambio de que contengan el flujo de refugiados. La ayuda humanitaria se manipula para mantener a la gente fuera de Europa y se pervierte utilizándola como herramienta de gestión de la crisis de la política exterior de la U.E. Convierte a los refugiados en moneda de cambio político y en sujetos de múltiples intereses políticos internos e internacionales. Mientras que en otras zonas como en África o México, los desparecidos, desplazados y asesinados, queriéndolo o no, también juegan el papel de moneda de cambio al permitir la intervención extranjera, disfrazada de «ayuda humanitaria» o «guerra contra las drogas».

Siendo que en realidad, el gobierno de Estados Unidos, el cual se atreve a etiquetar de amenazas a su seguridad nacional a los mismos pueblos en los que ha venido causando muertes y devastación, el derrocamiento de autoridades democráticamente electas, promoviendo la tortura, el encarcelamiento de líderes políticos, la desaparición forzada y, sin titubeos, el asesinato. Viene echando mano de organizaciones «humanitarias» que, según Washington, fomentan la democracia, el desarrollo y el respeto a los derechos humanos, pero que en verdad son las causantes de inestabilidad política y coadyuvan al terrorismo de Estado.

Tal es el caso de la USAID, que han llevado a cabo sus acciones letales Desde Argentina hasta México pasando por el Caribe, y alrededor del mundo, la CIA usa a la USAID22 para intervenir en la soberanía de los países Latinoamericanos y de otras regiones para expandir sus intereses, dominar y controlar riquezas que no le pertenecen, y cuando se topan con resistencia, no titubean en corromper a políticos, financiar disturbios y derrocamientos de gobiernos electos democráticamente, asesinar si lo consideran pertinente y socavar la paz de los pueblos.

Recientemente se reveló que USAID financió un proyecto tipo Twitter llamado ZunZuneo – un modismo cubano que significa colibrí – con el fin de fomentar la rebelión en Cuba. Dicho proyecto se lanzó en 2009 a través de una empresa frente llamada Creative​, Inc. (CAI), misma que se encargó de lanzar el proyecto en 2009 desde Costa Rica tras el arresto de Alan Gross, espía estadounidense que encabezaba esfuerzos por parte de la CIA en Cuba para derrocar al gobierno cubano y perturbar la paz de su pueblo.

En estos entretejes, la mamá de Barack Obama, Ann Dunham Sutoro, también se ve involucrada en las sucias operaciones encubiertas de la USAID. Ella trabajó para Gross. Y ambos han sido acusados de apoyar el golpe de Estado de 2002 en contra del presidente venezolano Hugo Chávez, según la agencia noticiosa AP. Esta misma agencia ha indicado que la USAID reclutó a ex oficiales militares venezolanos para que desde Colombia planearan el golpe contra Chávez. Todo con la anuencia del entonces presidente Álvaro Uribe23.

Pero aun más, la mamá de Obama no sólo se involucró en el golpe contra Chávez, sino que también bajo órdenes de la CIA participó en operativos destinados a instalar dictaduras sangrientas y represivas en Indonesia y Paquistán. La carrera de doña Obama (Dunham Sutoro) data desde 1965. De manera que en los ochentas, Obama y su mamá se encontraban en Paquistán para la apertura de una oficina de USAID en la capital Islamabad con el fin de financiar armas para los mujaidines y sus esfuerzos para derrocar al presidente paquistaní Muhammad Zia-ul Haq.

Y de igual modo, en Haití, la USAID y la CIA financiaron golpes de Estado en contra del presidente Jean-Bertrand Aristide en 1991 y 2004. Cuando Aristide regresó al poder en 1994, también financiaron esfuerzos en su contra a través del Proyecto Democracia. Además en 2013, el presidente Evo Morales expulsa a USAID de su país. Puesto que allí, la agencia operaba con un presupuesto anual de unos 50 millones de dólares con el fin de socavar a su gobierno. Siendo que cinco años antes, Morales ya había sacado al embajador de Estados Unidos y a la DEA por lo mismo24.

De tal manera, hoy en día USAID mina esfuerzos sociales y democráticos en Nicaragua y a su presidente Daniel Ortega. Debido a que Ortega ha preferido trabajar con China, de forma que allí se construye un canal interoceánico que va a afectar a las grandes corporaciones de Estados Unidos. Contexto en cual se debe recordar que una de las razones por las cuales Obama instruyó a Hillary Clinton para dirigir el derrocamiento en contra del presidente hondureño Manuel Zelaya fue el hecho de que éste elevó el salario mínimo, lo cual afectaba las ganancias de las multinacionales estadounidenses.

Además USAID, según un reporte de la agencia de noticias estadounidense AP y la CIA, siempre ha ayudado a las grandes empresas petroleras estadounidenses como Exxon, Chevron y Texaco a explotar recursos en muchos países, y en los casos cuyos gobiernos se oponían, se planeaban operativos desestabilizadores con el fin de derrocarlos. Tal ha sido el caso en Ecuador, Bolivia y Venezuela.

Más todavía, USAID cuenta con el apoyo de NED25. Agencia que trabaja estrechamente con los partidos políticos estadounidenses Democrático y Republicano. Y que durante la administración del Presidente estadounidense Ronald Reagan, intervino en Nicaragua con apoyos financieros para los contras. El dinero provenía de la CIA, lo cual estaba prohibido por el congreso estadounidense. Mediante un intrincado financiamiento que los contras recibieron por parte de la CIA, mediante un sistema de tráfico de cocaína, articulado a partir de la venta de drogas en comunidades enteras de Afro-Americanos en el condado de Los Ángeles. Y luego, con el dinero obtenido por estas ventas, se podía comprar armas en Irán, mismas que luego eran entregadas a los contras nicaragüenses26.

Asimismo, NED tuvo una importante participación entre 1975 y 1978 en la creación e implementación de la sonada Operación Cóndor. Esta operación que Estados Unidos utilizó para proveer regímenes dictatoriales en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, Colombia, Perú, Venezuela y Ecuador. Mediante un importante apoyo militar para cazar y matar a izquierdistas. De lo cual se estima fueron asesinadas unas 80 mil personas.

Dentro de esta misma lógica, NED fue denunciada por el presidente ecuatoriano Rafael Correa y otros jefes de estado izquierdistas porque detectaron que subrepticiamente se dedica a desestabilizar a sus gobiernos. Siendo lo más reciente hecho por NED, financiar a grupos que impulsaron el golpe parlamentario en contra de la hoy ex presidenta Dilma de Brasil27.

En este mismo sentido, otro tanto ha hecho el Instituto Republicano Internacional (IRI). Al fomentar golpe militar en Honduras contra el presidente Manuel Zelaya y en el golpe contra Chávez hace 14 años. Asimismo, el IRI tuvo una participación clave en el golpe de 2004 contra Aristide en Haití.

Siendo que IRI se complementa con de NED y USAID, al intervenir mediante entregas de fuertes cantidades de dinero a políticos, periodistas y otras personalidades dentro de los países que Estados Unidos quiere dañar. Así lo hizo en Ecuador, Venezuela y en Haití, entre otros muchos países. De manera tal que su fuerte es en el entrenamiento y consultoría de los líderes de partidos políticos y grupos, incluso mediáticos, que USAID y NED reclutan para llevar a su fin los planes golpistas que les pide Washington. Siempre es contra gobiernos electos por la vía democrática28.

Bibliografía y Hemerografía

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Notas

1 Harvey David. «El nuevo imperialismo.» Akal. 2007. Pág. 10

2 Revista Rebelión. «El estado de la extracción en el mundo. El nuevo saqueo de África«. David Fig. 07-02-2015.

3 Katz Claudio. ALAI, América Latina en Movimiento. «Dualidades de América Latina (I): Economía y clases». 2014-01-27

4 Escala de los proyectos (actividades de tipo «capital intensiva»), el carácter de los actores involucrados (corporaciones trasnacionales) y las consecuencias para la actividad productiva (fortalecen los «enclaves de exportación» y se consolidan bajo lo que denominan «Consenso de los Commodities», es decir la exportación de bienes «sin mayor valor agregado»). En: Grigera Juan y Álvarez Laura. «Extractivismo y acumulación por desposesión. Un análisis de las explicaciones sobre agronegocios, megaminería y territorio en la Argentina de la posconvertibilidad«. Theomai 27-28· Año 2013. Perspectivas diversas sobre la problemática territorial y urbana.

5 Katz Claudio. Ibíd.

6 Fuentes Mares José. «Génesis del expansionismo norteamericano.» El Colegio de México, 1984. Pág. 6 «un país como el que posiblemente no habrá otro en el mundo en el que la naturaleza se haya mostrado tan pródiga», con su imponente capital «situada en medio de un lago, con estupendos palacios adornados con columnas de jade». Tal como indica José Fuentes Mares, mundo mágico cuyo destino parecía trazado por la Providencia, abierto a la ambición y el trabajo de quienes prometíanse una vida mejor de lograr «compartir» las riquezas mineras de México y el Perú. «Si los patriotas coronan con éxito su lucha de independencia, y creemos que para ese fin harán cuanto de ellos esperamos, escribía la Arkansas Gazette, se amasarán inmensas fortunas con sólo invertir un poco de dinero en esas tierras fértiles, productivas en todo género de mercaderías.»

7 Revista Rebelión. «El estado de la extracción en el mundo. El nuevo saqueo de África«. David Fig. 07-02-2015

8 Revista Rebelión. «Desenmarañando el misterio de Boko Haram. En el interior de Boko Haram (II)«. Eric Draitser , 07-02-2015.

9 Ibíd.

10 Harvey David. «El nuevo imperialismo«. Ediciones Akal, 2007. Pág. 109

11 Ibíd.

12 Revista Rebelión. «El engaño del sistema financiero internacional. Despojo y acumulación«.

Néstor Aponte. 08-06-2012

13 Revista Rebelión. «El estado de la extracción en el mundo. El nuevo saqueo de África«. David Fig. 07-02-2015

14 Saxe- Fernández John. » Terror e imperio. La hegemonía política y económica de Estados Unidos.» Debate, 2006. Pág. 15

15 Chossudovsky Michel. «Guerra y globalización. Antes y después del XII/IX/MMI.» Pág. 65

16 Revista Versus, número 1, septiembre de 1999.

17 Revista Versus, número 1, septiembre de 1999. Pág. 17

18 Proceso, número 1680, 11 de enero de 2008.

19 Rebelión. «Una cadena de complicidad que va desde Siria a Europa. Capas de asedio«. Por:
Jonathan Whittall, 08-06-2016.

20 Ibíd.

21 Ibíd.

22 Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, por sus siglas en ingles USAID.

23 Rebelión, «Las agencias de Estados Unidos que sí son amenazas mundiales». Por: Tele Sur. 08-06-2016.

24 Ibíd.

25 Dotación Nacional para la Democracia.

26 Rebelión, «Las agencias de Estados Unidos que sí son amenazas mundiales». Por: Tele Sur. 08-06-2016.

27 Ibíd.

28 Ibíd.

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