Desde el pasado 17 de septiembre se han vuelto a producir tensiones de liquidez en el mercado interbancario [i]. Hay pánico en la Reserva Federal y tensiones en el Banco Central Europeo [ii]. Escenario que recuerda a lo acaecido en 2007 como preámbulo a la profunda crisis de 2008 de la que aún no hemos […]
Desde el pasado 17 de septiembre se han vuelto a producir tensiones de liquidez en el mercado interbancario [i]. Hay pánico en la Reserva Federal y tensiones en el Banco Central Europeo [ii]. Escenario que recuerda a lo acaecido en 2007 como preámbulo a la profunda crisis de 2008 de la que aún no hemos salido. La Reserva Federal ha implementado un programa de compra de bonos soberanos y corporativos por 60.000 millones de dólares mensuales [iii], mientras el BCE mantiene el suyo por 20.000 millones mensuales. Inyecciones que se quedan apalancados entre los integrantes de las Juntas Directivas de los bancos y grandes corporaciones sin llegar al sistema productivo real. Una nueva situación de caos y bifurcación en la historia de la Humanidad. Ante esta situación Albert Recio se pregunta si plantearemos algo o dejaremos que sean otra vez las élites oligárquicas internacionales quienes controlen el proceso [iv]. La EBC dispone de un modelo a desarrollar entre tod@s.
La existencia de la EBC tiene como fin promover el conocimiento, perfeccionamiento, aplicación, difusión y fomento del modelo de Economía del Bien Común propuesto por Christian Felber, desarrollado por la asociación internacional para el Fomento de la Economía del Bien Común, con sede en Viena desde julio 2011, que no es otro que el que permite la convivencia en una sociedad cohesionada en armonía con la naturaleza de la que procedemos y formamos parte, basada en los valores de dignidad, solidaridad y justicia, sostenibilidad medioambiental, transparencia y democracia participativa.
Para entender los motivos, el contexto histórico en el que aparece la EBC, tenemos que partir de 2007/8 cuando comienza la Larga Depresión Económica Mundial, crisis del sistema capitalista en la globalización neoliberal que se compara por su alcance y profundidad con la crisis de 1929 superándola. Nicolas Sarkozy habla de «refundar el capitalismo» (2009); Christian Felber publica sus libros «Nuevos valores para la economía» (2008) y «La economía del Bien Común» (2010); el 15 de mayo surge en España el movimiento del 15M, y se estaba organizando Occupy Wall Strett que se inicia dos meses después de constituir la asociación internacional de la EBC el 17 de septiembre 2011. De forma paralela surge la propuesta de «D
eclaración del Bien Común de la Tierra y la Humanidad por la ONU» planteada por Francois Houtart (2008) y presentada en la ONU el 28 de febrero de 2010 por el que fuera Precidente de su Asamblea General en 2009 Miguel D´Escoto junto al teólogo Leonardo Boff. Christian Felber plantea una herramienta y una metodología para la consecución del Bien Común en el ámbito local, en el quehacer diario de empresas y entidades públicas locales; mientras que el planteamiento de Francois Houtart, Miguel D´Escoto y Leonardo Boff es la búsqueda del Bien Común global, un nuevo internacionalismo que permita a través de este Bien Común el reequilibrio entre lo económico, social y político en la esfera internacional.
La EBC introduce una nueva escala de valores sobre la que referenciar la economía en general y el funcionamiento de las empresas en particular, alejándose del valor monetario para enfatizar el valor social. Los mismos valores que hacen florecer nuestras relaciones interhumanas: confianza, cooperación, aprecio, co-determinación, solidaridad y acción de compartir. A los objetivos, motivaciones y valores del capital financiero internacional se le contraponen los objetivos, motivaciones y valores de las personas y los pueblos . Al crecimiento del beneficio del capital, autonomía para sus gestores y supervivencia del sistema del capital financiero especulativo internacional, se le contrapone desde la EBC la supervivencia de la vida, la humanidad y las personas, la seguridad del futuro sostenible y la participación en la determinación de sus vidas con la democracia participativa. Al deseo de acumular riquezas y poder en un individualismo competitivo irreal y suicida como motivación del sistema del capitalismo financiero internacional, se contrapone la motivación de una sociedad inclusiva e integradora de personas felices y cooperadoras que comparten la satisfacción de sus necesidades con bienes y servicios públicos gestionados y compartidos democráticamente. A los valores de egoísmo, avaricia y vanidad del sistema actual se le contraponen los de dignidad, igualdad, solidaridad, sostenibilidad medioambiental, cooperación y respeto.
En la grave situación de crisis sistémica y civilizatoria en la que nos encontramos a causa del sistema capitalista en el que nos desenvolvemos, este se convierte en caótico con dos posibles desenlaces: o se reajusta a la vez que se defiende asumiendo los costes humanos y medioambientales que fueren necesarios; o se dirige conscientemente hacia un proceso de transformación dentro del sendero evolutivo de la historia de la Humanidad [v]. Es la ventana de oportunidad que se abre en el límite del caos. Hay que tomar una decisión y avanzar con consciencia y entusiasmo por ella.
La cuarta revolución industrial, y especialmente la revolución digital dentro de ella, provoca cambios telúricos en la realidad socioeconómica. La sociedad que se vislumbra, tras el explosivo desarrollo de las fuerzas productivas, tiene que basarse en el Bien Común, incompatible con la maximización del beneficio privado a corto plazo propio del sistema capitalista actual. El modelo de la EBC es el sistema socioeconómico para esta cuarta revolución industrial y la sociedad del conocimiento viable en una sociedad cohesionada e inclusiva que permita su supervivencia como sociedad. Se trata de ofrecer una alternativa necesaria socialmente, viable empresarialmente y vital medioambientalmente. Y vuelve a poner de manifiesto la urgente necesidad de una coordinación internacional, el equilibrio entre lo económico, social y político en la globalización y nuestra responsabilidad medioambiental. La Economía del Bien Común implica un cambio profundo:
Elevar la conciencia de pertenecer a la gran familia que es la humanidad, de ser fruto y parte consciente de la Vida con mayúsculas en este sistema integrado que es nuestra aldea común, Gaia, que tenemos que defender y respetar. En su desarrollo coherente surgen dos conceptos jurídicos nuevos: 1) Ciudadanía universal 2) Reconocimiento de la Madre Tierra como persona jurídica sujeto de derechos.
Es en torno a la idea-fuerza del Bien Común, que es el bien del 99% de la población, donde se pueden unir los movimientos sociales para la transformación profunda que requiere en este tiempo la Humanidad.
Notas:
[i] Toussaint, Eric. «Pánico en la Reserva Federal y retorno del Credit Crunch sobre un mar de deudas» www.rebelion.org 27/09/2019 https://www.rebelion.org/
[ii] Gutiérrez, Ingrid. «La división en el BCE se agudiza por la compra de bonos y la tasa a los depósitos» La Información 10/10/2019 https://www.lainformacion.com/
[iii] Agencia Finanzas.com 11/10/2019 http://www.finanzas.com/
[iv] Recio Andreu, Albert. «¿Vamos a proponer algo ante una nueva recesión?». www.attac.es 09/10/2019 https://www.attac.es/2019/10/
Fernando Moreno Bernal. Campo de Energía EBC Cádiz
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