El presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, quien tomará posesión de su cargo el 15 de enero próximo, levanta actualmente una fuerte expectativa en su país, donde un mayoritario sector poblacional sufre de gran pobreza y se manifestó mediante el voto a favor del joven abogado que prometió cambios sustanciales en la sociedad nacional. Correa […]
El presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, quien tomará posesión de su cargo el 15 de enero próximo, levanta actualmente una fuerte expectativa en su país, donde un mayoritario sector poblacional sufre de gran pobreza y se manifestó mediante el voto a favor del joven abogado que prometió cambios sustanciales en la sociedad nacional.
Correa adelantó que tras su asunción a la presidencia comenzará un proceso de ofensiva democrática en el país, reiteró que convocará a una Asamblea Constituyente para aprobar una nueva Carta Magna y rechazó posiciones de sus opositores, que ya anunciaron que trabajarán en contra de tales proyectos.
«Iniciamos una ofensiva democrática para que se cumpla la voluntad soberana del pueblo. El pueblo votó por esa Asamblea Constituyente, el pueblo ordenó la consulta popular y la Asamblea Constituyente y eso es precisamente lo que haremos», dijo a la prensa tras reunirse en Quito, capital del país, con sectores indígenas. En ese encuentro, líderes como el presidente de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas y ex candidato presidencial, Luis Macas y la dirigencia del brazo político indígena en el Congreso, el movimiento Pachakutik, la manifestaron su respaldo.
«Ojalá nuestra clase política anquilosada … entienda que no son trece millones de ecuatorianos que se tienen que someter a sus caprichos, sino que democracia significa que ellos se tienen que someter a la voluntad soberana del pueblo», expuso el presidente electo.
La prensa quiteña pronosticó, por su parte, que el plan de Correa de llamar a una Asamblea Constituyente será obstaculizado en el Congreso. «Los 70 diputados del PRIAN, PSC, PSP y UDC (partidos tradicionales) están por impedir y bloquear una Asamblea Constituyente a través de la ruptura del candado constitucional inmediato (sábado 6 o lunes 8), para reducir de un año a dos meses el plazo entre el primero y segundo debates (el proyecto pasó el primer debate el año 2000), para cambiar algunos aspectos de la Carta Magna», comentó el diario La Razón.
Por su parte, los legisladores que apoyan el proyecto, los cuales están en minoría en el órgano legislativo, anunciaron movilizaciones sociales en favor de la Asamblea.
De acuerdo con la constitución ecuatoriana actual, el Congreso Nacional «conocerá y discutirá los proyectos de reforma constitucional, mediante el mismo trámite previsto para la aprobación de las leyes. El segundo debate, en el que se requerirá del voto favorable de las dos terceras partes de la totalidad de miembros del Congreso, no podrá efectuarse sino luego de transcurrido un año a partir de la realización del primero», citó el mismo periódico. Agregó que una vez aprobado el proyecto, el Congreso lo remitirá al Presidente de la República para su sanción u objeción, conforme a las disposiciones de esta Constitución.
El artículo 283 de la Ley de Leyes expone, no obstante, que «el Presidente de la República, en los casos de urgencia, calificados previamente por el Congreso Nacional con el voto de la mayoría de sus integrantes, podrá someter a consulta popular la aprobación de reformas constitucionales. En los demás casos, la consulta procederá cuando el Congreso Nacional no haya conocido, aprobado o negado las reformas en el término de ciento veinte días contados a partir del vencimiento del plazo de un año, referido en el artículo anterior».
«En ambos eventos se pondrán en consideración del electorado textos concretos de reforma constitucional que, de ser aprobados, se incorporarán inmediatamente a la Constitución», estipula el artículo constitucional.En medio de estos preparativos, el director de la firma de encuestas, Informe Confidencial, Santiago Nieto, declaró públicamente a partir de un análisis de opinión que «la gente está esperando que (Correa) haga muchísimo más de lo que en la realidad puede hacer» en un inicio de su gobierno.
Sobre la convocatoria a una Asamblea Constituyente, Nieto dijo que un 75 por ciento de la población está de acuerdo. Sin embargo, manifestó que existe la idea de que tal asamblea sería una «varita mágica» para resolver los acuciantes problemas nacionales.