El gasto militar mundial de dos días permitiría escolarizar a todos los niños del mundo. Es posible convertir la educación en un bien gratuito y universal y evitar la exclusión de millones de personas que no conocen sus derechos. Más de 15 millones de niños de entre 3 y 6 años no acuden a la […]
El gasto militar mundial de dos días permitiría escolarizar a todos los niños del mundo. Es posible convertir la educación en un bien gratuito y universal y evitar la exclusión de millones de personas que no conocen sus derechos.
Más de 15 millones de niños de entre 3 y 6 años no acuden a la escuela en América Latina, según los últimos datos ofrecidos por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). El analfabetismo en la región asciende a más de treinta millones de personas. La falta de educación es uno de los problemas para el desarrollo humano y colectivo de los pueblos y es fundamental para tener oportunidades de desarrollo vital. Una persona que no sabe leer ni escribir tendrá problemas para encontrar un trabajo, para mejorar sus aptitudes y desarrollarlas. Así, la falta de educación es uno de los elementos que hacen que las comunidades se estanquen en la pobreza.
La escolarización en los primeros años resulta fundamental para los resultados posteriores del alumno en grados superiores. Un niño que acude al colegio en esos primeros años adquiere una disciplina escolar, aprende más rápido, desarrolla habilidades sociales y mejora su comprensión.
Para asegurar la escolarización de todos los niños, los jefes de Estado y de Gobierno firmaron en el año 2000 los Objetivos del Milenio (ODM). A pesar de los esfuerzos realizados, se necesita una inversión anual de 5.400 millones de dólares más que en la actualidad, según la «Campaña Global para la Educación». La plataforma está compuesta por más de 180 países que explican que el importe adicional equivale al gasto militar mundial que se realiza en tan sólo dos días.
La falta de educación convierte a millones de personas en excluidos y limita sus posibilidades y su crecimiento personal. Además, crea situaciones de desamparo ante injusticias y agresiones a los derechos fundamentales. No obstante, la falta de educación también cuesta.
Una población formada lleva consigo el desarrollo de la comunidad, que entra en un círculo virtuoso: más poder económico, distribución de la riqueza, participación de las personas en la vida pública, control de la natalidad, mejora de la salud pública… «La cultura da lugar a cambios en las personas necesarios para garantizar la paz y el desarrollo», sostiene Federico Mayor Zaragoza, ex director de la Unesco.
Desde la (OEI) no sólo se apuesta por llenar las aulas y que los menores acudan a la escuela, se habla de una escuela integral y de articular políticas de alimentación, prevención de enfermedades, campañas de vacunación y desarrollo psicomotor.
Naciones Unidas quiere dar una toque optimista y explica que, en menos de 50 años, los países del Sur han conseguido avances en educación que a los países del Norte les llevó más de 200 años conseguir.
Un aspecto fundamental para conseguir el éxito en la formación de los alumnos es el profesorado. Los Estados tienen también, en este aspecto, un reto por delante. La OEI también ve necesario la creación de planes de formación para los docentes, mejorar su selección, diseñar currículas y editar textos adecuados para cada nivel escolar.
El profesorado de algunos países se forma es Escuelas Normales que están mal equipadas. Esta debería ser una de las prioridades de la cooperación al desarrollo, como lo es para organizaciones como SOLIDARIOS para el Desarrollo que, desde 1998, envía bibliotecas con literatura universal, libros de consulta, diccionarios… para la formación de los maestros.
Tampoco podemos olvidarnos de la remuneración de estos profesionales. En muchos países de la región, un maestro tiene un sueldo que ni siquiera le permite comprar un libro y difícilmente pueden llevar una vida digna.
El mundo tendrá que hacer un esfuerzo para conseguir una educación gratuita y universal. Es un mandato de 1948 cuando se firmó la Declaración Universal de Derechos Humanos. «Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental». Que así sea.
Fuente: http://www.adital.org.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=45244