Estados Unidos e Israel anunciaron el jueves su retiro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, en inglés), acusándola de antiisraelí, lo que provocó críticas en la institución. Tras varios años de tensiones con la UNESCO, con sede en París y actualmente en proceso de elección […]
Estados Unidos e Israel anunciaron el jueves su retiro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, en inglés), acusándola de antiisraelí, lo que provocó críticas en la institución.
Tras varios años de tensiones con la UNESCO, con sede en París y actualmente en proceso de elección de un nuevo director general, la portavoz del departamento de Estado norteamericano, Heather Nauert, anunció que Washington prevé dejar la organización.
«Esta decisión no se tomó a la ligera, y refleja la preocupación de Estados Unidos con los crecientes atrasos en los pagos (de las contribuciones) a la UNESCO, la necesidad de una reforma fundamental en la organización, y el continuo sesgo contra Israel», dijo Nauert.
La salida de Estados Unidos se hará efectiva el 31 de diciembre de 2018, en acuerdo con las normas constitutivas de la UNESCO, añadió el texto.
Poco después del anunció de Washington, Israel indicó por su parte que también iba a abandonar la institución, que calificó de «teatro del absurdo donde se deforma la historia en lugar de preservarla».
«Entramos en una nueva era en las Naciones Unidas: la era en que, cuando se discrimine a Israel, habrá que asumir las consecuencias», señaló el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon.
Estados Unidos ya había advertido, a principios de julio, que revisaría sus relaciones con la UNESCO, tras tachar de «afrenta a la historia» su decisión de declarar al casco antiguo de Hebrón, en Cisjordania ocupada, «zona protegida» del patrimonio mundial.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, afirmó en aquel entonces que esta iniciativa «desacredita todavía más a una agencia de la ONU ya altamente discutible».
Según Nauert, el argumento «financiero» pesó a la hora de decidir la salida de la institución. «Tenemos atrasos de pago del orden de 550 millones de dólares» respecto a la UNESCO. «¿Queremos seguir pagando más dinero» para una organización «anti-Israel?», preguntó.
La portavoz del departamento de Estado también recordó que Washington quiere un reforma en profundidad de la ONU.
Pérdida para el multilateralismo
Estados Unidos ya había abandonado la UNESCO entre 1984 y 2003, después de que el entonces presidente Ronald Reagan acusara a la organización de realizar una mala gestión financiera y de mantener un sesgo antiestadounidense en algunas de sus políticas.
El país volvió a integrar la organización en octubre de 2003, cuando era presidente George W. Bush, pero en 2011 suspendió su participación financiera a raíz de la admisión de Palestina como Estado miembro.
La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, afirmó el jueves «lamentar profundamente» la decisión de Estados Unidos de retirarse de la organización.
«Lamento profundamente la decisión de los Estados Unidos de América de retirarse de la UNESCO, de la que recibí la notificación oficial mediante una carta del secretario de Estado norteameriano Rex Tillerson», dijo Bokova en un comunicado.
«La universalidad es esencial para la misión de la UNESCO, para construir la paz y la seguridad internacionales frente al odio y la violencia, con la defensa de los Derechos Humanos y de la dignidad humana», agregó Bokova.
«Es una pérdida para la familia de Naciones Unidas. Es una pérdida para el multilateralismo», comentó la responsable.
A estas reprobaciones se sumaron Francia, donde se encuentra la sede de la UNESCO, y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que subrayó «el destacado papel de Estados Unidos en la UNESCO desde su fundación», en 1946. Moscú también lamentó «una triste noticia».
Los anuncios de Estados Unidos e Israel intervienen en un momento decisivo en la elección del sucesor de Irina Bokova, en medio de importantes tensiones políticas.
En una cuarto ronda de votaciones el jueves por la noche, los 58 países miembros del consejo ejecutivo solo consiguieron designar a uno de los dos finalistas a suceder a Bokova, el catarí Hamad bin Abdulaziz Al Kawari, que obtuvo 22 votos.
Llegaron en segunda posición ex aequo, con 18 votos cada uno, el candidato egipcio Mushira Khattab y la francesa Audrey Azoulay. El viernes, a las 12H00 GMT, un nuevo voto determinará quién de lo dos será el otro finalista.